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Negociación colectiva: la gran incógnita de la cuenta presidencial

Mientras se especula cuánto de cuenta y cuánto de «ofertón» tendrá este año el discurso de la Presidenta Michelle Bachelet ante el Congreso Pleno, trabajadores y empresarios agudizan el oído para que no se les escape ningún elemento relacionado con el mundo laboral. Este también es un tema que inquieta a los representantes del oficialismo tanto como a la derecha, por las consecuencias políticas que podría tener un anuncio significativo en este ámbito.


Diversas son las expectativas ante la cuenta anual que dará hoy la Presidenta Michelle Bachelet al Congreso Pleno. Aunque según la derecha se ha hecho una costumbre que las diferentes administraciones aprovechen la instancia para hacer verdaderos "ofertones", ha trascendido que este año será distinto. Todo indica que la mandataria hará un balance centrado en tres áreas: reformas sociales; crecimiento y energía; y, modernización del Estado.



La cuenta de este año se produce en un escenario similar al del 2006 en materia de Educación. La Presidenta hará su discurso en medio de las movilizaciones estudiantiles que, dos años después de la histórica revolución pingüina, manifiestan su disconformidad con los resultados arrojados por la Comisión Asesora de Educación, cuya labor se vio reflejada en la reforma a la LOCE.



A esto se suma el hecho de que los estudiantes de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), desde ayer radicalizaron sus movilizaciones y sus dirigentes esperan que la mandataria se refiera a la problemática que atraviesa esta casa de estudios superiores, durante su discurso de hoy.



En esta oportunidad, Bachelet también se enfrenta a la necesidad de responder a la exigencia de algunos sectores de la Concertación de aumentar el gasto social. Esto bajo el argumento de que todos los chilenos debieran disfrutar de las ganancias que ha reportado el alto precio del cobre.



Otro tema en el que existe coincidencia entre oficialismo y oposición es en la necesidad de promover iniciativas tendientes a incentivar el crecimiento. En un contexto en que el desarrollo peruano está dejando definitivamente atrás a Chile, lo que preocupa en todos los sectores dada la amenaza de desempleo que significa el estancamiento económico.



¿Negociación colectiva?



Pero lo más esperado en el oficialismo son los anuncios que haga la mandataria en materia laboral. Es en este aspecto donde la Concertación quisiera que La Moneda ponga el acento. Al punto que desde las tribunas el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, el socialista Arturo Martínez, seguirá atentamente las novedades que Bachelet entregue a sus representados.



El fortalecimiento del sindicalismo y de la negociación colectiva es una de las máximas aspiraciones de la Concertación en lo laboral. En esta materia no existen dos visiones. De hecho, en el oficialismo entienden que la negociación colectiva, tan resistida por el empresariado, es un compromiso del actual gobierno y con el que aún está en deuda. De allí que sus máximos dirigentes aspiren a que la Presidenta haga algún anuncio en tal sentido, lo que es la gran incógnita para hoy.



En contrasentido a las aspiraciones del oficialismo, "Hacienda se resiste" a abordar el tema, admiten en el gobierno. Por lo mismo la negociación colectiva ha sido uno de los elementos que ha tensionado la relación entre Andrés Velasco y el ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade. Por lo que la postura de la mandataria es clave para determinar la línea que seguirá La Moneda en materia laboral, en lo que resta de su mandato.



Este es también uno de los aspectos más sensibles para la derecha. La proximidad de los comicios municipales alerta a la oposición sobre la posibilidad de que el gobierno utilice la agenda laboral como bandera de lucha. La preocupación de la derecha se debe a que le asiste la convicción de que, desde el regreso a la democracia, este tópico ha salvado a la Concertación de perder elecciones.



Más allá del aspecto netamente político, hay quienes apuestan a que Bachelet haga algunos anuncios relacionados con el subsidio al trabajo y la Defensoría Laboral.



"Cuenta" versus "proyecto de futuro"



Por lo pronto, en la Alianza no parece haber una idea clara respecto de hacia dónde debe apuntar el discurso presidencial. La discordancia se produce en las expectativas expresadas por sus máximos dirigentes. El timonel de la UDI, Hernán Larraín, exige una cuenta clara acerca de la cantidad y calidad de los objetivos cumplidos durante el año y "no cuentos". Mientras que el abanderado de Renovación Nacional, Sebastián Piñera, habla de la necesidad de que Bachelet proponga "un proyecto de futuro".



"Yo espero que más que una cuenta, respecto de lo que pasó en el pasado, tengamos un proyecto de futuro que realmente entusiasme y convoque a todos. Chile puede hacerlo mucho mejor (…), Chile tiene que despertar de esta verdadera siesta en que estamos hoy día. Este pantano en que estamos atrapados y volver a ser el país líder. El país que marca la pauta en materia de crecimiento", manifestó el empresario.



De allí que asegurara que si la Presidenta presenta un proyecto de futuro, como él plantea, "lo vamos a apoyar con mucho entusiasmo". Postura que deja en evidencia las dificultades de coordinación que aún tiene la derecha.



En lo que sí coincide todo el sector es en su rechazo a que la mandataria aborde las reformas políticas en el discurso anual. A pesar de que en la Concertación no descartan que Bachelet aproveche esta instancia para hacer un llamado a "profundizar la democracia". Y, como no, a ratificar en el Congreso, a través del voto, los compromisos asumidos particularmente de parte de RN, como el de la inscripción automática.



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