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La micropolítica del discurso presidencial

El discurso no tuvo ni sorpresas ni temas sustantivos que marquen algún derrotero estratégico, pero es un buen ejemplo de lo que ha sido el gobierno en sus dos años y medio de gestión. Sin mucho horizonte, pero lleno de múltiples pequeñas iniciativas con las cuales ha ido tejiendo contenidos de mayor equidad y bienestar en algunos sectores, y mejoras graduales en otros, pero sin saltos significativos, a excepción de lo hecho en materia de previsión.





En un entorno injustificadamente policializado, que terminó con un reportero gráfico de una agencia internacional de noticias gravemente agredido por un carabinero, el tercer Mensaje al Congreso de la Presidenta Michelle Bachelet se concentró en un repaso pormenorizado de micropolíticas sectoriales destinado a subrayar la protección social como sello característico de su mandato.



En este sentido, el discurso no tuvo ni sorpresas ni temas sustantivos que marquen algún derrotero estratégico, pero es un buen ejemplo de lo que ha sido el gobierno en sus dos años y medio de gestión. Sin mucho horizonte estratégico, pero lleno de múltiples pequeñas iniciativas con las cuales ha ido tejiendo contenidos de mayor equidad y bienestar en algunos sectores, y mejoras graduales en otros, pero sin saltos significativos, a excepción de lo hecho en materia de previsión. No cabe ninguna duda que es en el tema de pensiones solidarias universales donde está el hito histórico del gobierno Bachelet.



El discurso tuvo dos tics políticos que anotar. Un agradecimiento explícito al Congreso y un reconocimiento de la política de los acuerdos como base de gobierno, lo que sirve para alivianar las siempre complejas relaciones entre ejecutivo y legislativo. El segundo es que la lista de temas enumerados como políticas tienen un peso comunicacional muy favorable en la opinión pública, como los programas de alumbrado digital de comunas, la entrega de becas y computadores, de bonos y subsidios, y la declaración de Chile como territorio libre de caza de cetáceos y la propuesta de declarar las ballenas monumento natural. Ello traerá rédito en las encuestas de opinión pública.



En lo demás, fue una cuenta de administración, sin mensajes definitorios sobre los grandes desafíos que han cobrado vigencia en la agenda pública durante la presente administración. A saber, el tema energético, el desarrollo regional, el giro hacia la educación pública, y el enfoque a una institucionalidad política con una nueva Constitución.



En estricto rigor todos ellos fueron mencionados de manera general o tangencialmente, pero más bien como una referencia testimonial, quedando claro que el objetivo es consolidar lo hecho de la manera más cercana y comprensible para la gente, que lo propuesto o anunciado tiene espacios de negociación política, y que en el resto la agenda está cerrada para cualquier innovación significativa. Cada vez que se refirió a ellos la Presidenta se remitió a iniciativas de ley actualmente en trámite o a acuerdos alcanzados en el marco de las comisiones asesoras presidenciales nombradas en el pasado para generar consensos.



Quizás si su mayor guiño político innovador, explicable dada la coyuntura, estuvo en el tema educacional, en el cual fue explícita en prometer un giro hacia la educación pública, pero sin mayores especificaciones.



"Si el año 2007 para este Congreso fue el año del acuerdo previsional, el año 2008 debe ser el año del acuerdo educacional", señaló. Pero agregó que tal acuerdo, que permitirá contar con un nuevo marco regulatorio y con una Superintendencia que garantice la calidad y equidad educativa, todavía es insuficiente. La reforma, dijo, "estaría en condiciones de abordar el conjunto de desafíos sólo cuando se incluyan también los cambios en la institucionalidad que permitan asegurar una educación de calidad y un adecuado marco de financiamiento." Por eso, agregó, "Chile requiere de una educación pública, humanista y laica, robusta y de calidad, porque ella es la principal fuente de cohesión y de movilidad social", y prometió que en julio próximo, el Ministerio de Educación dará a conocer un amplio programa de reimpulso y consolidación de la educación pública.



Tal apreciación parece responder directamente a las severas críticas hechas por parlamentarios socialistas y radicales sobre la carencia de un concepto de educación pública en el proyecto de Ley General de Educación que actualmente se discute en el parlamento.



Lo único inexplicable de este 21 de Mayo fue el excesivo contingente policial movilizado a Valparaíso, unos mil doscientos Carabineros y unos trescientos policías de investigaciones, bastante mayor al de años anteriores. Además, se hizo redadas y control de identidad inusuales todo el día anterior, y el despliegue antimotines tuvo una intensidad injustificada para el tipo y volumen de las manifestaciones ocurridas. Tal actitud, que ha sido una constante durante el actual gobierno, terminó con un periodista gráfico gravemente herido, y con una incomprensible actitud de Carabineros que se negaba, incluso, a admitir la denuncia de agresiones que hizo el medio al cual pertenece el profesional lesionado, el cual en horas de la noche fue internado en la Clínica Alemana para ser intervenido de urgencia.

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