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Diputados plantean Exhibición de precios en vitrina en los restoranes

Marco Enríquez Ominami llamó a los dueños de bares y restoranes a asumir esta práctica como una forma de autorregulación que va en directa protección de los consumidores.


Como una forma de protección a los consumidores, los diputados Marco Enríquez- Ominami y Alvaro Escobar plantearon este lunes al director del Servicio Nacional del Consumir, José Roa, la posibilidad de establecer como practica habitual la exhibición de precios en vitrina en bares y restoranes.



En este sentido, Enríquez Ominami llamó a los dueños de bares y restoranes a asumir esta práctica como una forma de autorregulación que va en directa protección de los consumidores.



El parlamentario agregó que si no existe una positiva recepción de parte de la industria gastronómica, plantearan la iniciativa al ministro de Economía, de modo de aplicarla como reglamento.



Enríquez Ominami menciona a países como Francia, como un ejemplo donde se practica la fórmula de la exhibición previa de precios. «Así se le evita una humillación al cliente que ingresa a un restaurante y que – sólo al momento de recibir la carta – se da cuenta de que los precios que se piden exceden su presupuesto».



En la cita con Roa, los parlamentarios también ahondaron en su propuesta para normar la entrega de propinas en bares y restoranes.



Al respecto, el diputado Enríquez- Ominami dijo que la proposición ya cumplió buena parte de sus objetivos al dejar de manifiesto que «los clientes somos los responsables de mejorarle los sueldos al 80% de los trabajadores gastronómicos que recibe un salario base inferior al mínimo. Si bien no existe la obligación legal, los empresarios gastronómicos se amparan en una obligación consuetudinaria de buena crianza para endosarle al cliente la responsabilidad de entregarle -vía propina – un sueldo justo a los garzones».



En este sentido, apoyándose en datos de la última encuesta CASEN, el diputado Álvaro Escobar calificó «como impresentable un sistema que le carga a los consumidores una obligación que compete al empleador: pactar sueldos justos con sus trabajadores. Su propina es mi sueldo es una realidad espeluznante. En el contexto actual la propina de los consumidores no sólo es gran parte del sueldo de un trabajador gastronómico sino un incentivo del cual dependería la calidad del servicio. Este es otro argumento «truculento» de los empresarios para endosarle al cliente la responsabilidad por la calidad de la atención. En cualquier empresa, la obligación de asegurar un servicio óptimo, también radica en el dueño del negocio y no en el cliente», sentenció.

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