A los transportistas no les bastó con la inyección de mil millones de dólares al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC). Por eso mantuvieron la movilización de 48 horas que se inició esta mañana, insistiendo en su demanda de eliminar el impuesto específico a los hidrocarburos. El Gobierno, que se resiste a la medida, y que no ha dudado en calificar el movimiento de »injusto», paga en cambio el costo de su política de ‘billetera generosa’.
En un contexto en el que el Gobierno ha resuelto la mayoría de los conflictos sociales echando mano a la billetera fiscal, los camioneros no quieren quedar fuera de la generosidad estatal.
Por eso no les bastó con el anuncio del Ejecutivo de inyectar mil millones de dólares al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), lo que se traducirá en una baja de al menos 50 pesos por litro durante un período estimado de 18 meses de las gasolinas, el kerosene doméstico y el petróleo diesel, el principal insumo de las máquinas de carga.
Pero los transportistas, agrupados en la Confederación de Dueños de Camiones, quieren más. De hecho pasaron prácticamente por alto el anuncio que hizo el lunes la Presidenta Michelle Bachelet y exigen que se elimine el impuesto específico a los combustibles, por lo que mantuvieron la movilización que se inició a primera hora, con una importante adhesión a nivel nacional.
El presidente del gremio, Juan Araya, expresó que "nosotros estamos planteando una rebaja del 100% en el (impuesto) específico ya que somos un sector productivo y es un tema que nosotros estamos pagando el doble. Cuando se crea este impuesto específico tenía un objetivo de mantener las carreteras y hoy las carreteras son privadas".
Y aunque valoró la baja de los combustibles que implica el aumento de los recursos del FEPC, señaló que no es una medida que implique beneficios directos a su sector, principalmente porque es una solución acotada a un período de tiempo limitado.
Camiones detenidos
Respecto al paro de este martes, destacó que el objetivo no era efectuar cortes ni bloqueos de caminos, sino que dar cuenta de "una presencia masiva en la carretera" con la ubicación de los camiones en las bermas de las principales vías del país.
Durante la madrugada los camioneros ocuparon dos puntos de ingreso de la capital: la Ruta 5 Sur a la altura de Buín y la Ruta 5 Norte a la altura de Lo Pinto en Lampa.
Según datos proporcionados por Carabineros , la protesta en la Región Metropolitana se ha desarrollado con normalidad, con 200 a 250 camiones a lo largo de las mencionadas dos rutas.
Vidal: Es un paro injusto
El ministro secretario general de Gobierno, Francisco Vidal, no dudó esta mañana en calificar de "injusto" el paro del transporte y dijo que espera que éste culmine "lo más pronto posible".
"El día sábado, antes que la Presidenta anunciara las medidas, los camioneros dijeron "paramos sí o sí", ¿cómo esto que paramos sí o sí?, independientemente del esfuerzo que esta haciendo el país, Mil millones de dólares, más 200 de enero, mil 200. Creemos que finalmente es un paro injusto y lo único que esperamos que este paro que inmoviliza una parte del país, son más de 60.000 camiones", manifestó.
Bloqueo en Iquique
Pese a que los dirigentes nacionales aseguraron que el paro no se traduciría en cortes de rutas, lo cual fue destacado por el propio nuevo general director de Carabineros, Eduardo Gordon, la situación podría radicalizarse en la región de Tarapacá.
Es así como el dirigente Pedro Lozano, de la Asociación Gremial de Dueños de Camiones de Iquique anunció que estaban decididos a bloquear las entradas de la ciudad y la toma del Puerto de Iquique, impidiendo el descargue de contenedores que van con rumbo a Zona Franca.
Lozano dijo que sólo se han dejado salir o entrar vehículos de menor tamaño y que "son más de 1.200 camioneros se movilizan en Iquique dispuestos a llegar a las últimas consecuencias".
Buses se suman al paro en Coquimbo
En tanto, el paro nacional de los camioneros se extendió este martes a la locomoción colectiva en la Cuarta Región sobre todo en ciudades como La Serena y Ovalle.
La paralización incluye además a los servicios interurbanos y rurales de la zona y se extenderá por 24 horas, dejando a los habitantes de esas ciudades sólo con taxis colectivos para desplazarse.
Jorge Castex, presidente de la Federación de Transporte Mayor regional, señaló a Radio Cooperativa que al paro se sumaron además los buses interurbanos y rurales, porque «el sentimiento es el mismo».
La seremi de Transportes de Coquimbo, Claudia Bravo, cifró en sólo un 20 por ciento la adhesión de los transportistas al paro, pese a que los dirigentes dicen contar con un 100 por ciento de respaldo.
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