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La LGE vive momento clave con acalorada discusión en la Cámara

Mientras en Santiago y Valparaíso se desarrollaban manifestaciones de estudiantes y profesores en contra de la iniciativa que reforma la LOCE, los diputados iniciaban dificultosamente el debate del proyecto. Y mientras la Concertación se oponía a la decisión del Ejecutivo de darle el carácter de discusión inmediata, paradójicamente La Moneda parecía sólo contar con el respaldo de los legisladores de la Alianza por Chile de cara a la votación fijada para las 13:00 horas del jueves.


Con interrupciones constantes de parte del público que llenaba las tribunas de la sala de la Cámara de Diputados, se inició este miércoles en Valparaíso el debate del proyecto de Ley General de Educación (LGE).



La sesión legislativa se desarrolla en una jornada marcada por las movilizaciones de estudiantes secundarios y universitarios y del Colegio de Profesores que piden al Ejecutivo que retire la normativa del Parlamento.



Pero La Moneda, paradójicamente, está apostando por el respaldo de los legisladores de la Alianza por Chile para sacar adelante la aprobación de la iniciativa en los plazos establecidos, sector que recibió positivamente la indicación alternativa que se incorporó a última hora en medio de la discusión respecto de la educación pública.



De hecho, al inicio de la sesión y tras la reunión de comités, se conoció que el Gobierno había resuelto quitar el carácter de suma urgencia a la LGE, para ser reemplazado por por el de discusión inmediata.



Esto permite que la indicación consensuada entre el Ejecutivo y la Alianza sea ingresada y no tenga que ser aprobada por los comités de todas las bancadas, lo que dificultaba el trámite ante el anunciado rechazo del PS y del PRSD. Esto también significa que se pueden ingresar más indicaciones por parte de los parlamentarios.



La decisión no tardó en ser rechazada por los diputados de las bancadas de la Concertación, que esperaban que La Moneda, representada en el hemiciclo por los ministros secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, y de Educación, Mónica Jiménez, acogiera la solicitud que le formularan el martes para permitir que la discusión se llevara a cabo de manera más reposada.



De hecho, el diputado Carlos Montes (PS) le solicitó al vicepresidente de la Corporación, Guillermo Ceroni, que hiciera ver al Gobierno que no era posible discutir apresuradamente la iniciativa, sobre todo por la incorporación de indicaciones que necesariamente requerían ser analizadas en comisiones.



Por su parte el también socialista Sergio Aguiló manifestó que es necesario dar más tiempo al debate para que «podamos hacer una discusión en Chile, una discusión en las regiones y podamos hacer discusión en el Parlamento para la dignidad de los profesores y la dignidad de los estudiantes".



Dirigiéndose a la ministra Jiménez, que momentos antes había entregado los fundamentos que sustentan la LGE, manifestó que «si son tan sinceras sus palabras, le pido al menos algunos meses para que podamos hacer una discusión como Dios manda con la participación de los profesores, estudiantes y apoderados".



Rechazo independiente



Y tal como lo habían anunciado el martes, los siete diputados de la denominada bancada independiente anunciaron a través del diputado Rodrigo Álvarez que rechazarían la iniciativa, acogiendo de este modo el planteamiento del Colegio de Profesores, cuyos máximos dirigentes -incluido su presidente, Jaime Gajardo- estaban presentes en la sala de la Cámara.



Manifestaciones



Mientras se desarrollaba la discusión legislativa, en Santiago y Valparaíso se producían masivas manifestaciones convocadas por estudiantes y universitarios para insistir en su rechazo a la LGE.



En la capital los incidentes se iniciaron temprano en la comuna de Providencia, donde más de un millar de jóvenes se reunieron en el Metro Tobalaba, con el propósito de iniciar una marcha por la avenida 11 de Septiembre hasta el sector de Plaza Italia.



Sin embargo, efectivos de Fuerzas Especiales de Carabineros impidieron el avance de los estudiantes, utilizando un carro lanzaaguas para disolver la columna, de la cual se descolgaron varios jóvenes que arremetieron lanzando piedras contra la policía.



La situación obligó al cierre momentáneo de los accesos al Metro y de los locales comerciales del sector.



Los disturbios continuaron produciéndose de manera intermitente varias cuadras más hacia el poniente, en Providencia con Pedro de Valdivia, por la Costanera Andrés Bello y hasta el sector del Parque Forestal.



En Valparaíso, en tanto, se organizó una marcha desde el sector de la Plaza Sotomayor hasta el parque Italia distante a pocas cuadras del Congreso Nacional, que amaneció bajo estrictos cercos policiales.



Dicha manifestación partió con retraso, debido a que los buses que trasladaban a varios cientos de profesores hasta Valparaíso habían sido retenidos por Carabineros en el control policial de Placilla.



Se estimaban en alrededor de 10.000 los manifestantes -entre estudiantes y docentes- que llegaron hasta el lugar, produciéndose algunas escaramuzas con fuerzas especiales de la policía uniformada en la avenida Pedro Montt.

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