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Informe enviado por Panamá a Chile descarta falla mecánica por combustible

El informe fue remitido a Chile a través de la Cancillería y de la embajada panameña. Luego de la caída del helicóptero Bell UH-1N se barajaron varias hipótesis, entre ellas la falla del motor por falta de un repuesto. Los hijos del general Bernales pidieron una investigación que aclare el hecho en donde murieron su padre y su madre. El informe evacuado a las autoridades chilenas descarta que la falla mecánica estuviera vinculada a los combustibles usados como a la negligencia del piloto.


El Ministerio Público de Panamá envió a las autoridades de Chile un informe de los avances de las investigaciones sobre el accidente de un helicóptero de la Policía panameña donde murieron once personas, entre ellas seis chilenas.



Así lo informó a la prensa la fiscal tercera superior Maruquel Castroverde, que lleva el caso del accidente del 29 de mayo pasado, donde murió en esta capital el jefe de Carabineros, José Alejandro Bernales.



Castroverde precisó que el informe incluye los resultados preliminares de los peritajes realizados en Canadá a los dos motores de la aeronave, los cuales descartan que la falla mecánica causante de la tragedia estuviera vinculada con los combustibles usados.



Además, incorpora varios folios con las declaraciones rendidas por el copiloto de la aeronave y único superviviente del accidente, Ernaldo Carrasco, en las que prácticamente se descarta la negligencia como una de las causas del hecho.



Informes a Chile



Según la fiscal, también se remitieron a Chile los informes sobre las inspecciones oculares practicadas en el sitio de la tragedia, entre la avenida Central y la Calle Q de Calidonia, así como en el Servicio Aéreo Nacional y en la Autoridad Aeronáutica Civil.



Castroverde detalló, además, que el envío de la información responde a una solicitud de asistencia judicial realizada por el Gobierno chileno.



Mientras, la Secretaría de Asuntos Internacionales del Ministerio Público explicó a la prensa que el informe fue remitido a Chile a través de la Cancillería y de la embajada panameña en ese país sudamericano.



El accidente



El helicóptero accidentado viajaba de la ciudad caribeña de Colón hasta la capital, desde donde trasladaba a una delegación de jefes policiales chilenos y panameños y varios civiles.



En este accidente murieron el general José Alejandro Bernales, director de Carabineros de Chile; su esposa, Teresa Bianchini; el comandante Óscar Tapia y su esposa, Carolina Reyes Cruz; el comandante Ricardo Orozco Ugalde y el capitán Mauricio Fuenzalida.



Los oficiales panameños muertos en el accidente son Juan Delgado y la comisionada de la Policía Nacional (PN), panameña de origen chileno, María Angélica González de Celis.



También perdieron la vida el comisionado de la PN Gerardo Polanco, el capitán Calixto Cedeño y el sargento Reynaldo Cerna, de la tripulación.



Luego de la caída del helicóptero Bell UH-1N se barajaron varias hipótesis, entre las que se encontraba lo dicho por el piloto, que habría mencionado antes de morir: «Me falló el motor».
La pérdida de poder puede deberse a varias razones, que van desde las turbinas a los sistemas de transmisión a los rotores que lo sustentan en el aire. No en vano a los helicópteros también se los llama aviones de ala rotativa. Las sospechas de que algo falló en los sistemas de transmisión provienen del pedido de compra de repuestos para el aparato siniestrado del Servicio Aéreo Nacional (SAN 100).



El sello Bernales



La característica principal del general Bernales y que marcó un sello personal fueron las duras críticas al Poder Judicial, debido a la facilidad que tienen los delincuentes para lograr la libertad luego de intensos operativos de combate contra la delincuencia. Incluso muchos de estos antisociales participaron en crímenes de funcionarios de la policía uniformada.



Estas afirmaciones las decía luego que bajo su mandato se registraran cuatro mártires en pocos meses, lo cual causó un gran impacto en la sociedad.



Primero fue la muerte del cabo 2.do Cristián Vera Contreras, asesinado el 11 de septiembre de 2007, mientras actuaba en operativos para enfrentar las manifestaciones violentas de ese día.

Cinco meses después, un 18 de octubre de 2007, le correspondió el turno al cabo 2.do Luis Moyano Farías, quien acudió a un asalto de una sucursal del banco Security y fue abatido por los antisociales que huían del lugar.



La noche del 12 de febrero, el cabo 1.ro Carlos Cuevas y el cabo 2.do Job Burgos Burgos, fueron acribillados por asaltantes que habían atracado un frigorífico.





El Mostrador.cl y EFE

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