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Banco del Sur debe ser alternativo a FMI y BM, según expertos

«El código genético antidemocrático del BM y del FMI», aseguran, han sometido a los países pobres a que sus derechos dependan de las necesidades de las potencias que sostienen a esos organismos.


Expertos internacionales y autoridades financieras de Sudamérica, que se reúnen desde este lunes en Quito en un taller sobre el Banco del Sur, coincidieron en que el nuevo modelo financiero de la región debe ser alternativo al que han aplicado el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).



El encuentro, que fue inaugurado hoy en la capital ecuatoriana y que se extenderá hasta el próximo viernes, ha sido denominado «Nueva Arquitectura Financiera Regional: Banco del Sur», entidad que prevé iniciar sus actividades antes de que termine este año con un capital suscrito de 7.000 millones de dólares.



En la sesión de apertura, Roberto Goodland, ex gerente de la División Medioambiental y Social del Banco Mundial, fue crítico con el organismo multilateral del cual fue directivo y lo acusó de haber dejado en América Latina una «pobreza aumentada», pese a haber propugnado la «reducción de la pobreza».



Por ello, apuntó Goodland, la nueva estructura financiera debe buscar la «eliminación de la pobreza» como una estrategia que promueva el empleo, mejore la calidad alimentaria, la salud, la educación y apoye a los pequeños agricultores en toda la región.



Goodland, que colabora con las autoridades sudamericanas en la puesta en marcha del Banco del Sur, sugirió también que esa nueva arquitectura financiera promueva la gobernabilidad en América Latina y renuncie al uso exclusivo de la fuerza económica como factor de desarrollo.



El experto señaló que el BM y el FMI, al aplicar un modelo «financista», ampliaron las asimetrías entre los países de la región y olvidaron al medioambiente como componente del desarrollo, al tiempo que señalaba como imperativo proteger la Amazonía: «Cortar el bosque amazónico es un suicidio para América Latina», dijo.



El ex funcionario del BM dijo que el Banco del Sur debe cambiar la matriz energética del continente, sujeta al petróleo, por energías renovables.



«El código genético antidemocrático del BM y del FMI», que, aseguró, han sometido a los países pobres a que sus derechos dependan de las necesidades de las potencias que sostienen a esos organismos.



EFE

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