El establecimiento canceló matrícula a un alumno que a través de un fotolog catalogó de »negro, maricón y comunista» a su compañero de curso, sólo porque tomaba clases de piano en el conservatorio, además de amenazarlo de muerte. Luego de un recurso presentado por los padres del expulsado, la Corte de Apelaciones de Santiago emitió un inédito fallo contra la discriminación. La causa enfrenta a dos abogados de peso en el foro: Jorge Bofill y Guillermo Piedrabuena hijo.
"Negro, maricón y comunista", fueron las palabras que un alumno del colegio alemán -identificado con las iniciales T.V.B- utilizaba para acosar a su compañero de curso D.P., a través de un fotolog en internet, sólo porque practicaba clases de piano en el Conservatorio Nacional de Música. Todo esto, además de amenazas de muerte y de agresiones físicas.
Los hechos acaecieron en el Colegio Alemán de Las Condes, establecimiento que al enterarse de lo sucedido decidió -con la discreción con que se tratan este tipo de asuntos-, cancelarle la matrícula en marzo pasado a T.V.B., una vez iniciado el año escolar.
Si bien podría haberse tratado de un caso menor, el asunto es que llegó a los tribunales, donde dos abogados de peso se enfrentaron en la Corte de Apelaciones de Santiago. El destacado penalista Jorge Boffill lo hizo en representación de los padres de menor expulsado del colegio, mientras que la Corporación Eduacional Deutsche Schule Santiago, fue representada por el profesional Guillermo Pidrabuena, hijo del ex fiscal nacional del mismo nombre.
Cada uno expuso ante el tribunal de alzada capitalino los argumentos correspondientes. Boffil, para que se acogiera el recurso de protección, aludió a que la cancelación de la matrícula importaba una vulneración de un derecho constitucional del menor, así como de las prerrogativas establecidas en la Convención del Niño ratificada por Chile. Pidió asimismo que su cliente pudiera retomar los estudios en el mismo colegio. Piedrabuena, en tanto, esgrimió que la decisión del establecimiento se apegaba a los patrones mínimos de convivencia interna, así como a los reglamentarios, y dijo que le asistía la férrea convicción de que la institución representada no toleraba casos de discriminación de este tipo.
Así las cosas, la Corte resolvió el pasado 22 de mayo que el Colegio Alemán actuó en derecho, y que el comportamiento de T.V.B., "ha significado conductas reprochables y anti reglamentarias no sólo en el plano de la sana convivencia, sino también en el plano humano y educativo".
"(Se) requiere que todo establecimiento educacional repudie las manifiestas actitudes agresivas y amenazantes de sus educandos, en particular las del citado T.V.B., en cuanto sus acciones de menoscabo y persecución de su compañero de curso, constituyen con su actuar, conductas discriminatorias y homofóbicas, las cuales en modo alguno pueden ser promovidas ni permitidas por establecimiento educacional alguno", acordaron, por unanimidad, los ministros de la Sexta Sala Juan Eduardo Fuentes, Patricio Villaroel y el abogado integrante Nelson Pozo.
El fondo de la resolución no apuntó exclusivamente a rechazar el recurso de protección presentado por los padres del menor agresor, sino que también sintonizó con el discurso antidiscriminación, rechazando la nueva tendencia del bullying que se ha instalado en diversos establecimientos educacionales.
A raíz de esto hechos, la Fiscalía Oriente mantiene abierta una investigación por el delito de amenazas, denunciada por el padre de la víctima y que podría significar una pena para T.V.B, en el marco de la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente (RPA).
El abogado Jorge Bofill no quedó conforme con la resolución y apeló a la Corte Suprema, cuya Tercera Sala (Constitucional) conocerá este jueves de los antecedentes contenidos en el expediente, que además contiene fotografías reveladoras de la conducta de T.V.B.
Más allá de lo judicial, los padres de D.P. decidieron retirar al menor del colegio por temor a las represalias de sus compañeros.
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Vea la resolución de la Corte de Apelaciones (Formato Word)
