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Juez Solís condena a presidio perpetuo a Manuel Contreras en caso Prats

A 34 años del asesinato del ex comandante del Ejército, general Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert, en el barrio de Palermo en Buenos Aires, la justicia dictamina sentencia en contra de los culpables. Tras conocer el fallo, una de las hijas del matrimonio asesinado hizo hincapié en la culpabilidad de Pinochet en los hechos. Algunos, en tanto, piden al Ejército que degrade a los militares en retiro.


El ministro Alejandro Solís dio a conocer esta mañana las sentencias por las que condenó a seis oficiales y un suboficial, todos en retiro, y dos civiles por su participación como miembros de la DINA por el doble homicidio del ex comandante del Ejército, general Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert, ocurrido la madrugada del 30 de septiembre de 1974 en el barrio de Palermo en Buenos Aires.



El juez dictaminó dos cadenas perpetuas para el ex director de dicho organismo represor, general Manuel Contreras Sepúlveda y 20 años para el brigadier Pedro Espinoza Bravo en cada uno de los homicidios.



El magistrado además sumó otra sentencia de 20 años para Contreras y Espinoza por ser jefes de la entidad que llevó a cabo el delito de asociación ilícita en el doble homicidio calificado del general Prats y su cónyuge.



En tanto, el oficial (r) Raúl Iturriaga fue condenado a 15 años y un día por cada uno de los crímenes y los oficiales (r) José Zara, Juan Morales Salgado y Christoph Willeke a 10 años y un día por cada asesinato. Ellos recibieron además 541 días de presidio en calidad de autores, como miembros, del delito de asociación ilícita.



Mariana Callejas recibió una pena de 10 años y un día como autora del delito de homicidio calificado y otros 10 por Sofía Cuthbert. Jorge Iturriaga fue condenado a cinco años y un día como cómplice del asesinato del ex comandante en jefe del Ejército y a otros cinco por el de su esposa. Por último, Reginaldo de la Cruz Valdés recibió dos penas de 541 días de cárcel en calidad de cómplice del delito de homicidio calificado.



Tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, el general Prats González, jefe del Ejército durante el Gobierno de Salvador Allende, se exilió junto con su esposa en Buenos Aires, donde murieron en un atentado perpetrado con explosivos adosados a su automóvil por agentes de la DINA.



«El país ahora ya sabe la verdad de lo que ocurrió; aquí se ha hecho justicia por nuestros padres», manifestó Angélica Prats, una de las tres hijas del matrimonio asesinado, tras conocer la sentencia.



«Pinochet debía haber sido condenado por el crimen de nuestros padres y lamentamos que no lo haya sido», agregó a radio Bío Bío.



La hija de Carlos Prats y Sofía Cuthbert destacó la labor realizada por la justicia de Argentina, «porque fue allí donde se inició esta larga investigación».



En el juicio hecho en Argentina por la jueza María Servini de Cubría se estableció que el crimen fue obra de la DINA, la policía secreta de la dictadura de Augusto Pinochet, y fue condenado a cadena perpetua el ex agente chileno Enrique Arancibia Clavel.



Sin embargo, Arancibia fue puesto en libertad en agosto pasado al beneficiarse con una cláusula conocida como el «dos por uno», que permite salir antes de tiempo a los presos que tardaron más de dos años en ser condenados.



El ex general Manuel Contreras, quien está recluido en la prisión especial de Punta Peuco, ha sido condenado en los últimos años a una docena de penas de entre 10 y 15 años de prisión en diversos juicios por violaciones a los derechos humanos.



Pamela Pereira, abogada de las hijas del matrimonio Prats (Sofía, Angélica y Cecilia), manifestó que el crimen del general Prats y su esposa «fue un acto de terrorismo de Estado de la mayor magnitud».



«Fue difícil llegar a la sentencia; éste es un acto de justicia con el general Prats y su esposa, que simboliza la justicia que otras familias de las víctimas de la dictadura no han tenido, como es el caso de mi padre, Andrés Pereira», se lamentó la letrada.



La abogada de las víctimas recordó que «inicialmente la justicia chilena no quería abrir esta investigación».



En diciembre de 2006, un nieto del general Prats, Francisco Cuadrado Prats, escupió al féretro del ex dictador Augusto Pinochet cuando era velado en las instalaciones de la Escuela Militar.



«Lo escupí como un acto de desprecio, porque asesinó a mis abuelos y porque me chocó ver los honores recargados que recibió del Ejército», dijo en aquella ocasión Cuadrado Prats.



Degradar a los culpables



El senador socialista, Jaime Naranjo, valoró las condenas dictadas por el ministro Alejandro Solís.



"La justicia tardó, pero finalmente llegó para este alevoso asesinato, hecho que los chilenos ven con satisfacción por la enorme figura moral que tiene para nosotros el General Carlos Prats", sostuvo.



El parlamentario señaló que «es hora» que el Ejército realice un «gesto moral» y, por ende, degrade y quite todos los privilegios que aún mantienen Contreras, Espinoza y los otros oficiales ( R) condenados hoy por el Ministro Solís.



"Quienes formaron parte de la asociación ilícita para asesinar a un ex – Comandante en Jefe del Ejercito, no pueden ni aún en retiro seguir manteniendo su grado. Deben ser – de ser factible – borrados con deshonra de los listados del ejército. Eso es lo menos que los chilenos esperamos de una institución que nos pertenece a todos", concluyó Naranjo.

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