La participación de la mujer en los espacios públicos y en los ámbitos de toma de decisiones, y la conciliación de la vida familiar y laboral son otros aspectos que, según la mandataria, se deben considerar al poner en marcha políticas destinadas a mejorar la situación de las mujeres.
La erradicación de toda forma de violencia contra las mujeres es uno de los desafíos de las políticas públicas actuales, afirmó este lunes la Presidenta Michelle Bachelet en un seminario organizado por parlamentarias uruguayas.
Dentro del programa de su visita a Uruguay, la mandataria intervino en el seminario «La participación de la mujer en el nuevo contexto latinoamericano. Oportunidades y desafíos», organizado por la Bancada Bicameral Femenina de las cortes uruguayas en un anexo del edificio del Legislativo, en Montevideo.
La participación de la mujer en los espacios públicos y en los ámbitos de toma de decisiones, y la conciliación de la vida familiar y laboral son otros aspectos que, según la mandataria, se deben considerar al poner en marcha políticas destinadas a mejorar la situación de las mujeres.
Los casos de asesinatos de mujeres por razón de su sexo, a los que Bachelet denominó «feminicidio», tienen una relación «directa con la cultura patriarcal y violenta que subordina a la mujer por debajo del hombre», aseguró la presidenta, quien mañana concluirá esta visita de estado de 48 horas a Uruguay.
Para erradicar este tipo de violencia se necesita «un cambio cultural, que son los que más tiempo llevan», por lo que es una tarea «difícil y lenta», reconoció.
Esos cambios deben ponerse en marcha desde los jardines de infancia, donde los niños aprendan a «relacionarse como pares» y a desarrollar los lazos entre hombres y mujeres con «dignidad y respeto», reflexionó la mandataria.
Otro de los aspectos que Bachelet destacó de la situación de las mujeres en Latinoamérica es el «tremendo desequilibrio» existente en la representación política femenina, que apenas «alcanza índices de entre el 10 y el 15 por ciento».
«Los hombres y las mujeres tenemos diferencias complementarias que enriquecen la política», aseguró la presidenta.
La mandataria señaló como elementos esenciales para el desarrollo de las mujeres en el continente la «solidaridad de género» y la apertura de un capítulo de propuestas activas que vaya más allá de la «evaluación de la situación».
Bachelet destacó al presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, y al jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, como ejemplos de que la «humanidad también es parte de la política» y que no se necesita elevar el tono de voz para dar instrucciones y gobernar un país.
EFE
