Una de las grandes sorpresas de la lista de José Antonio Kast en la internas de la UDI fue que llevara como secretario general a Álvarez. Era difícil de creer que uno de los diputados más cercanos a Pablo Longueira, mencionado no sin envidia como el favorito del senador, tuviera la osadía de alinearse en una ofensiva contra de los coroneles. Pero las diferencias entre ellos se venían arrastrando desde mucho antes, pues como señalan en el partido, »el personalismo de Longueira ha provocado que ú
Tal como lo sospechaba el propio Pablo Longueira, la UDI post elecciones no es la misma de antes. Pese a todo lo que dicen en contrario algunos dirigentes, la campaña fue dura y provocó rupturas impensables hace sólo unos pocos años. Tal vez una de las más notorias fue la que quedó en evidencia entre el senador por Santiago Oriente y el diputado Rodrigo Álvarez, quien en alguna época era considerado tanto dentro y fuera del partido como el «delfín» de Longueira.
Al decidir Álvarez apoyar la cruzada de José Antonio Kast sabía, dicen en su entorno, que provocaría la molestia de líderes importantes de la UDI, entre los que Longueira es una de las principales figuras. De hecho, nadie olvida en calle Suecia que hasta el año 2004 el diputado era considerado como el favorito del ex timonel, y los más osados sostienen que la proyección política del primero iba de la mano con los vaivenes del segundo.
¿Cuándo se quebró esta amistad política de la que no pocos sentían envidia? No existe la certeza de que haya un hecho concreto que separara a Longueira y a Álvarez antes de las primeras elecciones internas a dos bandas al interior de la UDI. Para algunos "no cabe ninguna duda" de que el escenario que se generó este último mes fue el que contribuyó a que diferencias que ya habían aparecido muy sutilmente, se profundizaran.
Otro elemento que molestó al diputado fue la actitud asumida por el ex timonel con la directiva presidida por Hernán Larraín y en la que Álvarez ocupaba una vicepresidencia. Este último esperaba que Longueira, que traía la experiencia de encabezar el partido durante tantos años, «tuviera especial cuidado con el tema de la lealtad hacia sus dirigentes y en especial con Larraín».
En cambio, dice un cercano a Álvarez, el senador muchas veces asumió una postura propia, que iba en contra de lo que planteaba la directiva. Un ejemplo que siempre surge es el de haberse sumado al mentado «bacheletismo-aliancista» promovido por Joaquín Lavín, en contra de la línea adoptada por el partido. Por eso a Álvarez le habría molestado que sea justamente Longueira quien los acusara de estar perjudicando a la UDI con su decisión de levantar una lista alternativa.
Pero la campaña interna contribuyó a profundizar estas diferencias y las declaraciones de Longueira aún más. Al sacarle en cara, sin tapujos, su carácter de «privilegiados» a los diputados que participaron en el equipo que decidió levantar una propuesta alternativa, provocó una fuerte molestia en todos ellos, incluido Álvarez, quien iba en la lista de Kast.
Una entrevista que el senador concedió al Cuerpo de Reportajes de El Mercurio fue la que prendió la mecha. Consultado por la lista que competiría con Coloma y los coroneles, Longueira respondió que «para mí es completamente sorpresivo el levantamiento de la lista de Kast. Inexplicable. Los parlamentarios que la levantaron han sido los más privilegiados. No hay ningún partido en Chile que le haya abierto más espacios a la juventud que el nuestro».
En el círculo de Álvarez admiten que el tono de la entrevista no le cayó bien al diputado, lo mismo que a los demás aludidos. Pero en su caso caló hondo. El hecho de que Longueira deslizara que al impedir la elaboración de una lista de consenso se estaba poniendo en juego la unidad interna es otro factor que contribuyó a resquebrajar el antiguo vínculo.
Algo que lo molestó por sobre todo, es que atribuyen a Longueira el haber dicho en privado que «esta es la generación que va a destruir a la UDI». «Cuando nosotros no somos los que hemos dado espectáculos por la prensa, sino los senadores criticándose entre ellos», se defienden en el entorno de Álvarez.
Además, aseguran que al ex vicepresidente del partido «le cayó pésimo» la «escalada violenta de Pablo», durante la campaña, ya que en el último discurso, antes de la votación para elegir al presidente del partido -en el marco del Consejo General- «llamó a darle a Coloma una mayoría contundente».
Así las cosas, en el círculo del diputado sostienen que el distanciamiento entre Álvarez y Longueira no tiene que ver con un tema personal, sino «claramente político» y pasa también «por el personalismo de Longueira que ha provocado que últimamente tenga problemas con todos».
