En las manos de los cinco diputados ex DC se encuentra el destino del proyecto que entrega un subsidio al Transantiago y la locomoción colectiva de regiones. el titular de Transportes, René Cortázar, no ocultó su desazón al no conseguir alinear a su favor a estos independientes para la decisión que debe tomar la sala de la Cámara y donde el oficialismo tendría asegurada la aprobación de 58 legisladores, contra 56 que estarían por rechazarla, incluidos entre éstos el demócrata cristiano Gabriel
El Gobierno no logró despejar los nubarrones que, a todas luces, amenazan con aguar este miércoles su objetivo de conseguir que la sala de la Cámara de Diputados apruebe el proyecto de ley que entrega más de 210 millones de dólares como subsidio permanente al Transantiago y que, al mismo tiempo, proporciona US$ 135 millones en los próximos tres años para el el sistema de transporte público tanto de la capital como en las regiones del país.
Calculadora en mano y en un escenario en el que la Alianza por Chile de antemano había anunciado que el proyecto no contaría con sus votos, el Ejecutivo agotó sus movidas en este complejo tablero apostando por lograr el respaldo de los ahora influyentes diputados independientes, especialmente el de los cinco «colorines» que renunciaron a la DC luego de la expulsión de las filas de la falange del presidente del Senado, Adolfo Zaldívar.
Con ese objetivo llegaron hasta La Moneda los parlamentarios otrora demócrata cristianos Pedro Araya, Alejandra Sepúlveda, Carlos Olivares y Jaime Mulet, sólo ausentándose -por enfermedad- el diputado Eduardo Díaz. Junto a ellos llegó el también independiente y ex PPD Esteban Valenzuela.
Pero el encuentro, donde los anfitriones fueron los ministros secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, y de Transportes, René Cortázar, no logró sacar al Ejecutivo de su incertidumbre, la misma que se vio obligado a reconocer Cortázar luego de las tratativas. «El resultado es incierto, vamos a ver de aquí a mañana, aún hay conversaciones con todos los parlamentarios de todos los partidos», dijo.
De hecho, Valenzuela fue el único que se mostró dispuesto a aprobar el proyecto, mientras que los restantes manifestaron que estaban por no votar a favor de la iniciativa.
"El actual proyecto tiene aspectos positivos. No hay que ser sumisos, pero tampoco estamos para negar la sal y el agua, y llevar las cosas a una especie de sublevación de no ánimo, porque ello rompe con la convivencia mínima", dijo Valenzuela, resaltando que el Gobierno "ha comprendido que se requiere de una política nacional de subsidio al transporte, lo que es viable por los grandes recursos fiscales y además porque está en sintonía con todos los países del mundo".
Agregó que durante la cita pidió que "cada consejo regional pueda decidir y participar con los seremis respectivos en cómo se van a asignar estos subsidios en regiones, que puedan tener más flexibilidad en el transporte rural y para Santiago crear un consejo, cuyos integrantes sean designados por los alcaldes. Hay que darse una oportunidad y por eso mi voto positivo a esta idea por el bien común del país", manifestó.
Araya: El proyecto "no nos convence"
Distinta fue la opinión sin embargo del presidente de la bancada independiente, Pedro Araya. El diputado fue claro: "el proyecto de ley como está no nos convence. Nosotros hoy día no estamos en condiciones de aprobar esta iniciativa porque vemos que aquí no se están atacando los problemas estructurales del Transantiago y, asimismo, se está cometiendo una tremenda injusticia a lo que se refiere al transporte público en regiones"
Por ello dijo que esperaban que "se pueda abrir a una fórmula distinta de financiamiento del Transantiago y le hemos hecho presente que quizás es necesario tomarse un par de días más para seguir conversando este tema y buscar otra alternativa que deje tranquilo al Gobierno y que también nos permita a nosotros responder a las inquietudes de la gente que está preocupada por el alto costo de la tarifa en regiones".
Y para sembrar aún más las dudas expresó que "la bancada de diputados independientes tiene la capacidad de debatir y si entre nosotros somos capaces de convencernos vamos a tener una postura en común y si no, cada cual votará de acuerdo a lo considere su conciencia y lo que sea mejor para el país", aunque "hoy mayoritariamente la bancada rechazará el proyecto, ya que hay algunos votos a favor".
Voto a voto
Al hacer un desglose voto a voto, se puede establecer que en la DC aprobarían el proyecto 15 de sus 16 parlamentarios, ya que Gabriel Ascencio anunció que votará en contra al considerar que éste no reporta beneficios para Chiloé.
El PS, en tanto, tendría comprometidos a favor sus 15 votos, incluido el del recién asumido diputado Marcelo Schilling, quien reemplaza el escaño que por fallecimiento dejó vacante Juan Bustos.
Los siete diputados del PRSD debieran votar a favor, al igual que 18 del PPD, bancada que no está completa por el desafuero que afecta a la diputada Laura Soto.
En la Alianza por Chile votarán en contra los 33 representantes de la UDI y los 20 de Renovación Nacional.
También se espera que rechacen el proyecto los independientes Alberto Cardemil (pro RN) y Marta Isasi (pro UDI).
Los independientes que también se da por sentado que apoyarán la iniciativa del Ejecutivo son los pro PPD Tucapel Jiménez y Alvaro Escobar, además, como ya se indicó, del ex PPD Esteban Valenzuela.
Hecho este conteo, y de un total de 119, el Gobierno tendría asegurados 58 votos a favor del proyecto, contra 56 de rechazo -incluido el de Ascencio-, por lo que los cinco votos "colorines", como ya se indicó, tendrán la última palabra.
