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Brasil se baña en oro en el voleibol femenino

El equipo de voleibol de Brasil se bañó en oro olímpico, por primera vez en su historia, al vencer a Estados Unidos en una final igualada en la que nadie dio su brazo a torcer hasta el final.


La paciencia es una virtud y Brasil sabe esperar su oportunidad. Es como si dividiera mentalmente cada set en varias partes. En la primera no le importa la alternancia en el marcador, ni las igualadas. Sabe esperar.



Pero en cuanto llega su oportunidad y hace la más mínima ventaja, cambia de ritmo, pone una marcha más e intenta apabullar al contrario.



Fue justo lo que hizo con Estados Unidos en el primer set. Hasta el empate a diez, las norteamericanas se habían adelantado, mínimamente, en dos ocasiones y con prontitud Brasil recuperó el terreno, pero en cuanto fue al contrario y consiguió una ventaja (10-12), gracias a un bloqueo, se lanzó a la yugular del rival.



Un 0-5, merced a grandes defensas tras el saque flotante de Fofao, permitió a las sudamericanas ver el punto más cerca. Las estadounidenses quedaron noqueadas y más cuando recibieron otro parcial idéntico para pasar de un 11-15 a un 11-20. En total un 1-10 definitivo para la suerte del primer punto.



Brasil no estaba especialmente inspirado pero redujo al mínimo sus errores y apretó los dientes en defensa, sabedor de que sus rivales eran peligrosas en ataque y que convenía cerrar sus habituales pasillos de remate.



Pero Estados Unidos, quizá el equipo que más ha progresado durante la competición, no estaba dispuesto a vender barata su piel y salió en la segunda manga a tope de revoluciones. Un 5-1 de entrada fue una buena manera de empezar.



A remolque, Brasil apretó los dientes. Pero las norteamericanas demostraron que no estaban en la final de espectadoras y con buenas defensas y un ataque poderoso se fueron hasta un 10-4.



Las brasileñas lo intentaron una y otra vez, pero todos sus arreones en el marcador fueron contestados de inmediato, hasta que la igualdad se restableció en el marcador, 25-18 y 1-1.



Con el borrón y cuenta nueva, Brasil se marchó pronto en el marcador, 3-6, dedicándose a administrar desde entonces la diferencia, un aspecto en el que son maestras, al igual que sus compatriotas masculinos. Es casi como poner dinero a plazo fijo en el banco. Un valor seguro.



Tras el 1-2 era el turno de las norteamericanas, pero no acudieron a la cita, o mejor dicho, las brasileñas no les dejaron llegar.



Hubo una igualdad total. Cada punto era contrarrestado de forma inmediata. Hasta el empate a 21. Un mal saque estadounidense, dos bloqueos consecutivos de Brasil y un remate fuera de las norteamericanas dieron a Brasil su primer oro olímpico. Un auténtico baño en oro.



Anteriormente, China se adjudicó la medalla de bronce al vencer a Cuba por el mismo resultado, 3-1. Las caribeñas no superaron la desolación que les produjo perder en semifinales con Estados Unidos y volvieron a cometer muchos errores, alejándolas de la inmejorable imagen que dieron en la primera fase. Al final, un cuarto puesto que las supo a poco.



La otra representante iberoamericana, Venezuela, cayó en la primera fase, pero por su extremada juventud y por su juego, dejaron entrever que el futuro es suyo.







. Ficha técnica:



1 – Estados Unidos: Scott-Arruda (7), Haneef-Park (12), Bown (12), Glass (6), Ah Mow-Santos, Tom (16) y Davis (líbero) -equipo inicial-, Willoughby, Sykora, Nnamani (3) y Berg.



3 – Brasil: Walewska (7), Steinbrecher (15), Paula (16), Fofao (1), Fabiana (11), Sheila (19) y De Oliveira (líbero) -equipo inicial-, Sassá, Jaqueline (1) y Menezes.



Marcador: 15-25 (22 min.), 25-18 (24 m.), 13-25 (22 m.) y 21-25 (27 m.).



Árbitros: Massimo Menghini (ITA) y Unit Sokullu (TUR).



Incidencias: Partido correspondiente a la final del torneo olímpico femenino de voleibol diputado en el Capital Gymnasium de Pekín ante unos 13.000 espectadores.



EFE

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