El nuevo Gasoducto tuvo una inversión de US$ 20,5 millones y fue construido por la Empresa Nacional del Petróleo, dando cumplimiento a la instrucción recibida por parte de la Presidenta de la República, en abril de 2006.
La Presidenta Michelle Bachelet encabezó este viernes la inauguración del gasoducto Pécket-Esperanza, de 121 kilómetros de extensión y que permitirá asegurar el abastecimiento de gas natural para Puerto Natales.
La mandataria destacó que gracias a este proyecto «vamos a contar con datos geológicos relevantes para determinar nuevas áreas de interés, incrementar la inversión y definir así nuevas hipótesis exploratorias con el objetivo de celebrar nuevos contratos especiales de operación petrolera y apoyar el esfuerzo de Enap en el desarrollo de nuevas fuentes energéticas».
La ciudad de Puerto Natales corría serios riesgos de perder el abastecimiento de gas debido a que el yacimiento Tranquilo, de propiedad de ENAP, no podía continuar produciendo los volúmenes de demanda de invierno, más allá del año 2008.
En este contexto, la Presidenta de la República dispuso la construcción de un gasoducto que uniera el sistema de Puerto Natales con el gasoducto troncal Posesión-Punta Arenas.
El proyecto Gasoducto Pecket-Esperanza, se desarrolló dentro de los tiempos requeridos y se completó con un costo inferior al estimado inicialmente. El financiamiento del proyecto se realizó con recursos propios de ENAP y demandó una inversión de 20,5 millones de dólares.
Las obras de construcción se iniciaron en noviembre de 2007.
En la ocasión, la Jefa de Estado anunció el inicio de un Programa Nacional de Sísmica Multicliente en la Cuenca Pacífico de Chile, iniciativa que permitirá generar datos geológicos relevantes para determinar nuevas áreas de interés y concretar nuevos Contratos Especiales de Operación Petrolera (CEOP) y apoyar el esfuerzo de ENAP en el desarrollo de nuevas fuentes energéticas.
Asimismo, afirmó que «se establecerá un procedimiento que explicitará los requisitos, etapas y plazos de tramitación para llegar a suscribir un Contrato Especial de Operación (CEOP), que informe el proceder que los interesados y el gobierno deben cumplir a objeto de suscribir estos convenios».
Ello permitirá «conciliar el desarrollo de la actividad, incorporando capital privado, asegurando la ejecución de las inversiones comprometidas y compartiendo de manera justa y equitativa la renta de un recurso, una vez iniciada la explotación, que es de propiedad del Estado», afirmó.
