«Es un drama humano y sensible y comprendemos la situación de las familias de los dos países «, le dijo Torrijos a Bachelet.
La Presidenta, Michelle Bachelet, se reunió este viernes con su homólogo de Panamá, Martín Torrijos, de quien recibió garantías de que el accidente de un helicóptero el pasado mayo y en el que murió el director de carabineros se aclarará lo antes posible, dijeron fuentes diplomáticas.
El helicóptero del Servicio Aéreo de Panamá en el que viajaba el director de Carabineros de Chile, José Alejandro Bernales, su esposa, y nueve pasajeros más, se precipitó a tierra el pasado 29 de mayo, en una zona comercial de la capital panameña.
Torrijos manifestó a Bachelet en una reunión que mantuvieron en paralelo a los debates de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que «está decidido a que la investigación concluya lo antes posible y arroje claridad sobre lo sucedido», señalaron las fuentes diplomáticas.
En ese sentido, el presidente panameño expresó su «sensibilidad» porque durante 27 años él tuvo la misma incertidumbre sobre el accidente aéreo en el que falleció su padre, el ex presidente Omar Torrijos.
«Es un drama humano y sensible y comprendemos la situación de las familias de los dos países «, le dijo Torrijos a Bachelet.
Chile pidió el pasado agosto instalar una mesa de trabajo conjunta para seguir la investigación y en varias ocasiones ha manifestado su malestar por la tardanza en esclarecer el accidente.
La mesa de trabajo propuesta por Chile tendría la participación de autoridades de ambos países y familiares de las víctimas del accidente, para estar al tanto del proceso de investigación.
Chile presentó su propuesta al vicepresidente primero y canciller de Panamá, Samuel Lewis Navarro, tras hacerse púbico en la prensa local un documento que alertaba de fallas técnicas del helicóptero accidentado (con más de 30 años de uso) en el que viajaba Bernales y su comitiva.
La mandataria también depositó hoy en la ONU el «Protocolo Facultativo para abolir la pena de muerte».
«Se trata de uno de los actos más significativos de esta gira y uno de los cuales me sentiré orgullosa de haber realizado como presidenta», afirmó Bachelet.
Subrayó que en pleno siglo XXI la pena de muerte no puede ser considerada como un acto de justicia, sino como «un acto de barbarie que no puede seguir manchando el honor de los Estados».
La legislación chilena, explicó, ya abolió la pena de muerte del Código Penal en el 2001, pero faltaba esa ratificación a nivel de derecho internacional.
Recordó que, sin embargo, queda un último peldaño, toda vez que la pena de muerte sigue existiendo en el excepcional caso de delitos graves cometidos en tiempos de guerra, tipificados en el código de justicia militar, pero manifestó su compromiso de eliminarlo cuando se reforme la justicia militar de manera integral.
EFE
