El senador RN, Alberto Espina, descartó tener algún acuerdo con los servicios de inteligencia y el gobierno colombiano para dar a conocer el informe que vincula a las guerrillas de las FARC con grupos mapuches y funcionarios públicos.
Bastante molesto con el diario La Nación se mostró el legislador opositor cuando fue requerido por esta misma publicación respecto a que conocía sobre la existencia del documento antes de viajar a Colombia junto a Sebastián Piñera.
"Ustedes dicen que yo tengo una especie de acuerdo con Álvaro Uribe y los colombianos. Ponen una foto donde aparece así. Cuando ustedes se den cuenta de dónde proviene la fuente de la información que nosotros revelamosÂ…", afirmó.
El periódico señala que fue el propio diputado de su colectividad Cristián Monckeberg quien dijo que era una fuente del gobierno colombiano, a lo que Espina replicó afirmando "¿y qué sabe Monckeberg?".
"¿De dónde voy a sar yo más antecedentes? Yo tengo información de gente de la región. Mire, yo fui el primero en decirle al ministro del Interior que esta es una batalla que tenemos que dar en conjunto. No una batalla bélica, sino una tarea conjunta que es erradicar a minorías violentistas. Y él mismo me encontró la razón cuando dijo que eran descolgados de grupos extremistas. Esos no son de nuestra región, son de afuera. De todas las comunidades mapuches que he recorrido, que deben ser unas 800, no me he encontrado con ninguna metida en acciones de violencia", sostuvo el parlamentario.
Asimismo, dijo que como funcionario público su obligación era entregarle los antecedentes al Ministerio Público en lugar de los servicios de inteligencia, ya que "no me parece prudente que una investigación que lleva el Ministerio Público yo se lo entregue a nadie más".
Respecto a que si las comunidades indígenas entendieron mal el mensaje sobre la relación entre las FARC y mapuches, Espina aseguró que "ese mensaje fue distorsionado intencionalmente por afanes políticos. Algunos de ellos, por supuesto, querían que les aclarara el alcance de lo que yo había dicho, y lo hice y quedó todo claro".
El senador también aclaró su molestia con el diario a quienes culpó de ser tendenciosos, afirmando que "el diario La Nación tiene por finalidad faltar permanentemente a la verdad, y lo ha hecho no una, sino reiteradas veces. No sólo respecto de mí, sino que sobre cualquier dirigente que sea de la Alianza y que en algún momento tenga un contrapunto".
Agregó que la publicación recibe "ordenes" del Gobierno para que "dispare curante uno, dos o tres meses. No tengo duda que es así".
