Según el dirigente del gremio, la falta de idoneidad en los puestos de directores de los servicios de salud o de los hospitales públicos ha detonado una serie de ilegalidades y ausencia de políticas efectivas en recursos humanos que han impulsado el alejamiento de los médicos del sector. Lo que unido a la falencia de »gente pensando en la salud», adereza la grave crisis que diagnostica en el sector.
A tres meses de asumir el cargo como presidente del Colegio Médico, Pablo Rodríguez está lejos de mostrarse conforme con la realidad que vive la salud pública. Al contrario: considera que se encuentra en una grave crisis.
La falta de camas, de especialistas, la necesidad de normalizar los hospitales a lo largo del país y la urgencia de implementar una política de recursos humanos que entregue incentivos adecuados a los médicos para que no emigren al mundo privado, son algunos de los males que el ex médico de Colo Colo considera entre las mayores enfermedades que aquejan al sistema.
Pero para el traumatólogo de la Universidad de Chile, la situación va mucho más allá de un tema económico o de deuda hospitalaria, ya que sostiene que el asunto radica en que «hay poca gente pensando en planificación y salud pública en nuestro país».
Por ello, y porque como gremio «no podemos ser meros observadores de lo que hoy está pasando», le solicitaron a la Presidenta Michelle Bachelet que se involucre directamente en el conflicto.
–¿Sienten que la Presidenta se ha involucrado lo suficiente?
-Bueno, ella confía en la gente que tiene en el sector. Pero pensamos que la situación que estamos viviendo requiere de un gran acuerdo nacional con participación de todos los sectores políticos y sociales, que sea liderado por ella, así como lo que está sucediendo en educación. Sentimos que la salud está entrando en una situación de crisis que nos parece peligrosa, sobre todo si los médicos se siguen alejando de los hospitales públicos.
–Además de un tema de remuneraciones ¿por qué ven este alejamiento de los galenos del mundo público?
-Porque falta implementar una política de recursos humanos que dé incentivos adecuados a los médicos y que genere condiciones y un clima laboral idóneo para que sean retenidos y no migren. Para graficarlo es cosa de ver las ilegalidades que van en desmedro de los profesionales. Como el incremento en las remuneraciones de aquellos médicos que se desarrollen mejor en gestión clínica y académicamente, que se dejó de hacer hace unos años. O lo que es más grave: el incumplimiento de la ley médica en lo relativo a la etapa de destinación y formación, que debe durar 9 años. Hay médicos que llevan 20 años trabajando en hospitales públicos en etapa de destinación y formación en condiciones absolutamente ilegales.
-¿Y eso es responsabilidad de quién?
-De los servicios de salud, que son autónomos.
¿Todos los servicios de salud están incumpliendo la ley?
-Una parte importante. Los hemos denunciado a la Contraloría. Y estamos esperando la respuesta.
¿Cuáles son los servicios de salud que incumplen?
-Hemos pedido al Ministerio la información, pero como los servicios están descentralizados ellos deben mandar información. Y por razones obvias no lo hacen, por lo que nosotros hemos logrado enviar a la Contraloría unos 60 casos. Entonces la remuneración está definida, los incentivos están definidos, las asignaciones están definidas, pero como no se cumple la ley los médicos no tienen acceso a la carrera funcionaria ni a tener otros beneficios, por lo que se van desincentivando. Como decía, falta la implementación de una política de recursos humanos. Y para eso los directores de servicio y hospitales deben tener formación. No es fácil manejar un hospital.
¿Y los actuales directores de servicio no tienen la formación necesaria?
-No.
¿Y por qué están ahí entonces?
-La Alta Dirección Pública (ADP) que pretendía mejorar la calidad y la expertise ha fracasado en salud. Lo dicen los propios encargados de la ADP. Primero: se definieron remuneraciones muy bajas para la cantidad de recursos y personal que manejan. Entonces hay gran rotación. Solamente en Iquique en los últimos 5 años han pasado 12 directores de hospital y 10 de servicio.
-¿Y este fracaso se debe a un tema político, de desconocimientoÂ…?
-Creo que esto forma parte de una gran crisis del sistema público, que no sólo se ve en salud. Sino en otros sectores, como educación o transporte.
-¿Y a qué se debería esta crisis?
-A que no hay en el sector público un incentivo adecuado, a la falta de carrera funcionaria y a mucho cuoteo político. Entonces los mejores se van yendo.
Transantiago II
-¿Cómo cree que esto se podría revertir?
-Poniendo incentivos. Valorizando el sector, respetando el desarrollo profesional de las personas. Y despolitizando la gestión en el sector. Creo que allí el aparato público ha estado preso durante muchos años. No responsabilizo en esto a la Concertación, también sucedió durante el gobierno militar. Y eso nos está pasando la cuenta.
-¿Y esta «pasada de cuenta» cómo se refleja en el sector salud?
-No hay control del Auge. Hubo una reforma sanitaria y no tenemos información. No sabíamos lo que se hacía antes, o cuánto más se está haciendo ahora, si es mejor o cuánto se está dejando de hacer por privilegiar ciertas patologías. No hay información. Por ejemplo se dice que hay seis millones de personas que se han atendido en el Auge ¿pero cuántas se atendían antes en esas patologías?
–¿Esta falta de información se debe a falta de transparencia, desorden o qué?
-Creo que es un tema de subdesarrollo. Somos un país que en algunos aspectos ha crecido, pero que tiene muy poca información. Como no hay información fidedigna, o al menos no es pública y conocida, no se sabe.
En este escenario ¿el Colegio Médico está de acuerdo con que se amplíen las patologías del Auge de las actuales 56 a 80?
-Estamos claramente en desacuerdo. El consejo general del gremio tomó el acuerdo el viernes pasado de que no queremos que se sigan incorporando enfermedades al Auge porque no sabemos lo que está pasando. Lo que sí estamos viendo es un sistema de salud que está sobresaturado, en un equilibrio muy precario y en un colapso casi permanente. Por lo que no podemos seguir inyectándole presión o esto va a estallar.
-¿Podría ser un Transantiago II?
-Por supuesto.
-¿Y qué opina del reciente anuncio de la ministra Soledad Barría de la suma de dos patologías nuevas?
-Es un saludo a la bandera. Pero en realidad lo que el propio Comité Consultor del Auge propuso, fue primero aumentar las coberturas de las ya existentes. Y segundo, incrementar las estrategias de prevención, lo que compartimos plenamente.
-¿Cree que esta decisión finalmente tendrá más un peso político o técnico?
-Ya hay un cambio en el discurso. Creo que esto ha sido tan evidente, que se están allanando los distintos actores políticos a bajar la intensidad y eso es porque la realidad es muy clara. Así que tengo la sensación que esto va a entrar en un espacio de mayor racionalidad.
