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Expertos presentan modelo alternativo para tratamiento de adicciones

Andrew Tartasky explicó que acorto plazo, su principal beneficio, es el minimizar las consecuencias del consumo de alcohol y otras drogas y vincular a tratamiento personas que hasta entonces no accedían a los tratamientos centrado en la abstinencia total.


El psicólogo estadounidense, Andrew Tartasky, fundador de la "Asociación para Terapia de Reducción de Daños", dio a conocer un modelo de su autoría que se centra en el reconocimiento de las personas a través de patrones de responsabilización y autocontrol para combatir las adicciones al alcohol y las drogas.



El especialista se refirió al tema en el seminario es organizado por el Magíster de Drogodependencias de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Central en conjunto con Fundación Paréntesis.



¿Qué ocurre con aquellas personas que no pueden o quieren dejar el consumo de alcohol y otras drogas?, ¿A través de que prácticas y estrategias se puede orientar a estas personas para que reduzcan o minimicen los riesgos y daños que genera dicho consumo?¿Cuál es la experiencia en Chile y en otros países en torno a este tema?, ¿Cuáles son los dilemas éticos y filosóficos que suscita la implementación de estas prácticas?, son algunas de las preguntas que se analizaron en la oportunidad.



El encuentro contó además con la participación de instituciones que entregan apoyo en psicoterapia profesional, entrenamiento profesional y consulta organizacional.



Beneficios de la Reducción de Daño



Andrew Tartasky explicó que acorto plazo, su principal beneficio, es el minimizar las consecuencias del consumo de alcohol y otras drogas y vincular a tratamiento personas que hasta entonces no accedían a los tratamientos centrado en la abstinencia total. A largo plazo, el beneficio reside sobretodo en la modificación de los patrones culturales de uso problemático de alcohol y otras drogas hacia patrones de uso responsable o controlado y en la desestigmatización de las conductas asociadas al consumo.



Sus principales estrategias están centradas en reconocer a los usuarios de éstas sustancias como personas capaces de tomar buenas decisiones en pos de preservar su salud, además de concebir el consumo como la forma que la persona ha encontrado para tratar de solucionar o aliviar otros problemas (a veces con consecuencias no deseadas por el mismo individuo y su entorno). Otro elemento central es el reconocer que la motivación al cambio es un proceso que puede ser incentivado utilizando técnicas como la entrevista motivacional y que no es necesario que la persona "toque fondo" para que se produzcan cambios hacia mejores condiciones de vida.



"En esta búsqueda de respuestas graduales hacia mayores niveles de bienestar, la persona no es considerada un paciente/cliente sino un participante activo en el establecimiento de objetivos/metas y de las estrategias para conseguirlas", señala Andrew Tatarsky.



Por su parte Paulo Egenau, director de Fundación Paréntesis, sostiene que "en estas más de dos décadas teníamos certezas de que estábamos dando oportunidades, pero ¿verdaderamente se las dábamos a todos? ¿O se restringía a un solo espacio donde nosotros considerábamos que las oportunidades debían darse? Hoy, nuestra opción es más amplia, a través del modelo de reducción de daños, teniendo a la persona como centro y rescatando el principio de autonomía y respeto, y cuestionando esta relación casi causal que se establece entre drogas y delincuencia".

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