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«La Concertación tiene que ser capaz de implementar una primaria participativa»

El socialista Hernán García colaboró con sus ideas para la discusión sobre los mecanismos y fechas fijadas por la Concertación para elegir al abanderado presidencial. En esta entrevista, habla sobre lo que necesita el conglomerado de gobierno para convocar a los chilenos a votar ese día y defiende la polémica fórmula de Pepe Auth de las dos listas asegurando que el PS fue «el primer beneficiado» con ese diseño.


Hernán García, experto electoral del PS, analiza el escenario de la Concertación con miras a las primarias fijadas por la coalición el 26 de abril de 2009. Explica los desafíos de esta elección, en medio de una crisis económica y de un desencanto generalizado por la Concertación y la gestión del gobierno de Bachelet. A diferencia del presidente de su partido, Camilo Escalona, líder de la Nueva Izquierda, tendencia a la cual adscribe, García es un defensor de la fórmula de las dos listas de Pepe Auth, tema por el cual el PPD y PS se enfrascaron en una dura disputa. Sobre la situación actual, el analista de la Fundación Chile XXI dice que el contexto social del país es muy similar al de 1999, fecha en la que se realizó la última primaria concertacionista.  

-¿Cómo cree que la Concertación podrá convocar a un número representativo de personas, como lo hizo en 1999, tomando en cuenta la crisis económica que se avecina y el desencanto que existe hacia la gestión del gobierno? 

-Habría que recordar el contexto social de 1999: un escenario de crisis económica, de agotamiento de la Concertación y de la gestión gubernamental. También de la política, esas eran las variables. El desafío era el mismo que ahora. En ese tiempo había que movilizar a más de un millón de personas, con una derecha que se opuso a un proyecto de ley para regular las primarias, etc. En aquellos tiempos, lo que ocurrió finalmente fue que la popularidad y la visión política de los candidatos ayudaron a convocar a la gente para ser parte de un desafío que en esa época era impensado. Ahora, la Concertación tiene la posibilidad de convocar a aquellos electores que no se han sumado en este tiempo a la participación que el registro electoral entrega. Es decir, tiene el desafío de hacer una invitación a las ciudadanas y ciudadanos que por una u otra razón actualmente no participan: los que tienen la edad y no votan, los que lo hacen en blanco o los que anulan…  

-¿Usted cree que en esa convocatoria ampliada, es suficiente ofrecerle a la gente dos nombres para que voten o es necesario algo más? 

-La propuesta que se ha presentado basa su innovación en el hecho de que no sólo sea una primaria que busque un nombre, sino que una primaria que convoque a las personas que tengan 18 años y que se sienten motivados a ser parte de un programa de gobierno. Por ejemplo, un concepto de participación ciudadana se hace efectiva con la inscripción automática y el voto voluntario y eso en esta etapa sería una realidad.  
 
-¿Qué otras ideas cree que se deberían incorporar? 

-La participación de los chilenos en el exterior para que voten, temas complicados como el aborto, los desafíos que plantea una AFP estatal y reformas profundas al Estado, entre muchas otras.  

La defensa de las dos listas 

-¿Qué le hace pensar que ahora van a lograr convocar más gente y que esa gente va a confiar en ustedes? Se lo pregunto por la poca credibilidad de la que goza la clase política hoy en día, sobre todo la Concertación. 

-En 1993 la Concertación realiza una primaria que convoca a 435 mil personas. Luego se realiza la de 1999, donde participan un millón 400 mil personas. En fin, la política tiene el deber de proyectar un espacio donde la ciudadanía se sienta representada y participe. Es esencial que todos los electores inscritos y las personas en edad de votar y no inscritas sientan que es posible opinar y que su voz sea escuchada. Tiene razón, qué hace la diferencia entre ayer y hoy: bueno, primero que hoy es otro Chile, un país disponible a tener opinión pública, con ciudadanos informados. Y con experiencias que antes no existían, como una fundación de orquestas juveniles… 

-Y con errores enormes como el Transantiago. Como experto electoral ¿cree que eso es reparable en un año de elecciones? 

-Sobre eso, tengo la sensación que los resultados electorales municipales no están determinados por el Transantiago. Tiene que ver con la gestión de los alcaldes, entre otras cosas. Así como hay detractores del sistema de transportes también hay defensores. 

-¿Desde su óptica electoral, cree que sirva de algo hacer un giro hacia la izquierda en política de gobierno como lo planteó en algún minuto el ministro Viera Gallo?  

-Tengo la impresión de que la Concertación tiene que ser capaz de implementar una primaria participativa, donde la gente pueda concurrir y expresar sus ideas. Girar o no a la izquierda… las cosas no pueden ser sólo producto de la ingeniería electoral. La Concertación debe se capaz de romper la exclusión de los grupos extraparlamentarios. Algo que la derecha no ha querido ni ha tenido voluntad de hacer.  

-Siguiendo la lógica de la ingeniería electoral, ¿qué opinión tiene sobre la fórmula de las dos listas de Pepe Auth? 

-La decisión política de las dos listas fue tomada en base a un único candidato a alcalde en cada comuna y en función de favorecer a los partidos extraparlamentarios, específicamente al PC, dentro de muchos otros factores. En esa lógica, la elección arroja cifras que, a medida que pase el tiempo y se despeje el calor del debate por los resultados, va a decir que la Concertación pudo aumentar una votación que iba claramente a la baja.

-¿Pero en su partido y su presidente no piensan eso? 

-Creo que la primera lectura del Partido Socialista es que estábamos en un momento complicado porque no teníamos tantos candidatos. En una primera instancia, era la dificultad de construir cuerpos de candidatos ganadores poco antes de la elección. Pero la premura con la que emerge este modelo, no daba tiempo para construir equipos. Lo segundo es que existía un poco de temor desde el propio PS  a ser un partido que tuviera un despliegue nacional. Pero hoy podemos decir que el PS compitió en gran parte del electorado en condiciones exactamente iguales que la Democracia Cristiana. Y los resultados de esta elección claramente evidencian un crecimiento en el partido socialista. Por tanto, lo que uno podría inferir es que el PS es el primer beneficiado con la fórmula de las dos listas.  

Vea además:

Concertación define cronograma presidencial y equipos para primarias (documento formato .Word)

 

 

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