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La guerra por los derechos de Roberto Bolaño

Jorge Herralde amigo y «descubridor» del chileno recibió hace una semana el manuscrito de Tercer Reich, la  novela inédita hasta ahora en manos de la viuda. Detrás de ella está Andrew Wyllie un «chacal» hambriento por capitalizar la locura por Bolaño en el mundo anglo. Mientras Herralde parece haber perdido el olfato que lo hizo famoso, Wyllie  ya tendría sellado el negocio para publicar el libro en 2009 con otra editorial.


Hace un mes Jorge Herralde confesaba estar perplejo con la noticia: una novela inédita de Roberto  Bolaño (Tercer Reich)  estaba mecanografiada y se ofrecía  más encima en el catálogo del agente más temido de la industria a nivel mundial: Andrew Wyllie, conocido como  «El Chacal» por su feroz temperamento para abordar los negocios. Todo durante la pasada feria del libro en Frankfurt. Pero el pasado jueves 20 de noviembre fue el turno de sentarse a negociar. Los derechos de Carmen Balcells sobre la representación del escritor chileno más de moda por estos días en el mundo anglo caducaron el 4 de noviembre. Andrew Wyllie aterrizó en Barcelona con el manuscrito en la maleta. Su primera parada fue en Blanes para reunirse con la viuda, Carolina López, representante legal de los herederos de Bolaño. La siguiente fue en el número 58 de la calle Pedro de la Creu en Barcelona, donde funciona desde 1969 la editorial Anagrama, dueña de los derechos editoriales del autor chileno.

La viuda y el chacal

«(Wyllie) me hizo entrega del manuscrito en propia mano y en exclusiva, según me dijo, y estuvimos hablando de la novela (por otra parte, no lee español) así como de una posible reestructuración de los contratos anteriores. Un tema complejo y laborioso, pero confío en que el profesionalismo y la sensatez permitan llegar a un acuerdo», cuenta Herralde a El Mostrador.cl.

Las dudas del editor catalán sobre un acuerdo que lo satisfaga son razonables. En Frankfurt, Andrew Wyllie dijo en una entrevista a El País que «la eficacia de algunas agencias en ese país deja mucho que desear. Nosotros damos respuestas en 20 segundos (…) es más fácil y serio hacer negocios literarios en El Congo que en España».

Además, «El Chacal» tiene de su parte a la viuda Carolina López, que cuando conoció a Bolaño era bibliotecaria en Blanes, un pueblo de la Costa Brava con 40 mil habitantes, pero  que ahora parece moverse muy bien por los pasillos del negocio editorial. En agosto de este año caducó el acuerdo  para filmar Los Detectives Salvajes que había firmado el mexicano Carlos Sama con la agencia de Carmen Balcells. Desde entonces, la agencia declaró que «ya no tenía la confianza» de los herederos del autor. Un chileno que perteneció al circulo íntimo de Bolaño dice que «logró sacar del camino a Herralde y a Ignacio Echeverría, que eran sus más grandes amigos y depositarios de sus obras. Roberto nunca quiso tener un agente. Por eso pocos la quieren».

Los amigos se desquitaron haciendo pública la relación paralela entre Bolaño y Carmen Pérez de Vega, la mujer que lo acompañó hasta poco antes de morir. La historia fue publicada hace dos semanas en exclusiva por revista Qué Pasa.  

La misma fuente adelanta que Andrew Wyllie ya habría negociado la publicación de Tercer Reich con Planeta/Seix Barral para el próximo año. La misma editorial a la que Wyllie vendió los derechos de Jorge Luis Borges.

El nuevo olfato de Anagrama

Quizá el ambiente alrededor de la herencia del autor de Nocturno de Chile sería menos beligerante si en los últimos meses el mundo anglosajón no hubiera enfermado de «Bolañitis», todo  a partir de 2007 cuando el New York Times eligió a Los Detectives Salvajes entre los cinco mejores libros del año. Algo similar a la locura que provocó la edición en inglés de 2666, disponible en las librerías estadounidenses desde hace dos semanas. Otra vez el NYT puso al chileno y su mamotreto de 912 páginas entre los 100 mejores libros del año junto a otros consagrados en lengua inglesa como J.M. Coetzee y Phillip Roth, otro de los que pertenece al redil de Wyllie.

Herralde está consciente de que Bolaño no es el mismo desconocido que en 1996 le envió el manuscrito de Estrella Distante, la primera novela suya publicada por Anagrama. «Es reconocimiento de una realidad incontestable, de la obra de un escritor extraordinario. Por otra parte, así había sido reconocida por la prensa latinoamericana, española y europea. Sorprende más en Estados Unidos al traducirse tan poco la literary fiction y, en general, con escaso reconocimiento y en editoriales pequeñas», dice Herralde sobre el éxito que empieza a cosechar su amigo en el mundo anglosajón.

En Anagrama también ha habido cambios. Luego de convertirse en la editorial independiente (no transnacional) más importante de habla hispana, gracias a sus 2.500 títulos, la mayoría traducciones de autores contemporáneos, por primera vez en 26 años se publica a los finalistas del prestigioso Premio Herralde de Novela. Esta es la prueba, según un escritor chileno que conoce hace tiempo al editor catalán, de que «Herralde ya no edita como antes, ahora lo hacen tres personas por él. Por eso pareciera que ha perdido el olfato».

Pero él se defiende: «Nos pareció oportuno emitir la señal (por otra parte bien conocida) de que para publicar en Anagrama no hacía falta ser un escritor conocido y que sólo se atendía a la calidad del texto (sin pretender sentar cátedra)».

«Los Nenes», de Patricio Fernández, teniendo en cuenta el trato poco deferente de la crítica hacia la novela,  es el ejemplo preciso de los que cuestionan el criterio actual de Herralde, que  por lo demás conoció a Fernández  gracias a su amistad con Jorge Edwards.

 El fundador de Anagrama da su visión: «Me pareció una novela interesante para nuestro catálogo. Y también ágil, provocativa y con sentido del humor. Algunas críticas negativas pueden derivar (aunque no necesariamente) de causas personales; los ejemplos son numerosos. Y también, claro, de errores editoriales: confío en que no sea el caso». Por mientras el trato sobre los derechos de Bolaño, que caducan en distintas fechas según el título, promete ser una negociación muy dura.

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