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Parlamentarios que viajaron a Cuba reciben cuantioso viático pese a estar de vacaciones

Durante el 2008 el Congreso pasó por su peor período desde el regreso a la democracia. Los cuestionamientos por la falta de eficiencia en el cumplimiento de la labor legislativa sólo fueron aplacados cuando surgió algo peor: la polémica por el aumento de la asignación para combustibles, que los diputados consideraban justa dado el fuerte aumento de los mismos. Menos conocido es el hecho de que los parlamentarios que viajan reciben un nada despreciable viático diario. Y aún cuando el periplo lo hagan durante febrero, mes de receso legislativo.


El viaje de la Presidenta a Cuba se ha ganado el primer lugar en la agenda pública. También ha llamado la atención su enorme comitiva, integrada por representantes de todas las áreas, la que incluye, por cierto, a los parlamentarios, infaltables en cualquier periplo presidencial. Su aporte en las distintas travesías es algo que nunca ha quedado claro. Lo que sí es relevante es el gasto que su presencia significa para las arcas fiscales. Porque, aunque usted no lo crea, los honorables que a esta hora participan de las actividades oficiales, o sólo pasean por la Habana, recibirán un nada despreciable viático diario, semejante al de un ministro.

Pese a tener una asignación para «gastos de representación» de 2 millones 657.596 pesos cada uno, en el caso de los diputados, igualmente reciben el viático diario cuando se trasladan fuera del país. Por lo que resulta extemporáneo escuchar a algunos legisladores hablar de «solidaridad» o de instar al gobierno a disminuir la burocracia, dada la actual crisis económica.

De hecho, los parlamentarios que acompañan a Bachelet recibirán esta asignación aún cuando el Congreso está en pleno período de receso, es decir de vacaciones. Resulta paradójico que la mayoría de los legisladores se haya opuesto a sesionar en febrero, mientras que no les resulta particularmente incómodo usar parte de su descanso para ir al extranjero en visita oficial. En 2008 varios parlamentarios de ambas cámaras cobraron estos estipendios por viajes realizados en febrero.

Los viáticos están reglamentados y los viajes de los parlamentarios están sometidos al mismo decreto de Hacienda que rige a la administración pública y a quienes dentro de sus funciones deben cumplir comisiones de servicio en el extranjero. Es así como el monto que les es asignado por cada día de viaje corresponde al mismo que recibe un ministro de Estado, calificado en grado B de la escala de funcionarios de planta, en el sector público. Es decir reciben 100 dólares diariamente, aproximadamente 61 mil pesos, lo que según fuentes del Congreso también varía de acuerdo con la distancia de los países a visitar.

En el viaje a Cuba, en particular, los organizadores incluyeron en la comitiva al matrimonio conformado por el diputado PS Sergio Aguiló y la directora de la DIBAM, Nivia Palma, el primero en su calidad de parlamentario y la segunda entre los representantes del gobierno. Algo similar sucedió en el caso del senador Carlos Ominami y su hijo, Marco Enriquez-Ominami, ambos PS.

Además de los parlamentarios mencionados integran la comitiva los senadores Jaime Gazmuri (PS), Alejandro Navarro (Independiente) y Nelson Ávila (PRSD); y los diputados Fidel Espinoza (PS), Antonio Leal (PPD), Fernando Meza (PRSD), Marco Antonio Núñez (PPD), Denise Pascal (PS), Alejandro Sule (PRSD) y el polémico José Miguel Ortiz (DC). Este último es uno de los pocos diputados que no viajaron durante el 2008 y que, además, tiene el récord mundial de cien por ciento de asistencia a sesiones desde que asumió el cargo en 1990.

Alvarado, el más viajado

En la Cámara de Diputados, sólo 21 de los 120 parlamentarios no viajaron el 2008; mientras que en el Senado, de los 38 senadores sólo seis no contribuyeron a engrosar los más de 26 millones de pesos que esa Corporación gastó por el concepto de viáticos durante el año pasado. Ellos son los UDI Evelyn Matthei, Jovino Novoa y Andrés Chadwick; el RN Antonio Horvath; la DC Soledad Alvear; el radical José Antonio Gómez; el socialista Camilo Escalona y el independiente Fernando Flores. El senador que más viajes realizó fue Carlos Kuschel (RN), con 14 periplos al extranjero.

El cuestionable récord lo tiene en la Cámara Baja, el jefe de la bancada de la UDI, Claudio Alvarado, con 17 salidas al extranjero. Sin embargo, para compensar, el gremialismo tiene cuenta entre sus filas al mayor número de diputados que optó por no viajar con recursos fiscales. En este caso figuran Marcela Cubillos, Darío Paya, Felipe Ward, Julio Dittborn, José Antonio Kast, Gonzalo Arenas y Edmundo Eluchans. En Renovación Nacional sólo Lily Pérez y el actual jefe de bancada, Joaquín Godoy, se mantienen incólumes en este sentido.

En la Concertación no viajaron al exterior con recursos del Estado, durante el 2008, los diputados PPD Carolina Tohá, Laura Soto, Ramón Farías, Patricio Hales y Rodrigo González; en la DC José Miguel Ortiz y Sergio Ojeda; en el PS Clemira Pacheco, Marcelo Schilling, Manuel Monsalve y Carlos Montes; y, en el PRSD José Pérez.

Más austeridad

Este es sólo un pequeño bosquejo de los gastos en los que el aparato estatal podría ahorrar unos cuantos millones. De hecho, este miércoles uno de los voceros de verano de la UDI, el diputado Felipe Ward, manifestó la necesidad de que en el actual escenario de crisis económica, el gobierno dé el ejemplo con mayor austeridad y menos burocracia.

Con un estudio -realizado por Libertad y Desarrollo- en mano, Ward expresó su preocupación porque «se destinan más recursos a financiar viáticos que al programa pro empleo. Estos aumentarán para el 2009 en un 8,9 por ciento respecto al 2008 y un 28 por ciento respecto al promedio 2004-2008».

Consultado acerca de la responsabilidad de los parlamentarios en el aumento de este ítem, Ward señaló que «yo entiendo, y puedo estar equivocado, que lo que se recibe, en términos de viático, para los parlamentarios cuando viajan en misiones especiales al exterior se autoriza en virtud de un decreto, una resolución pública, que emana del Ministerio de Hacienda y que analoga esos recursos a los viajes que realizan los funcionarios públicos». Pero aclaró que «yo no puedo contestar con más profundidad, porque no he utilizado nunca viáticos, ya que no he viajado nunca con fondos públicos y pretendo no hacerlo durante el tiempo que sea diputado».

Ward explicó que si bien «puede que haya viajes importantes, que son relevantes, y que tienen luego algún efecto positivo en el territorio nacional, como sé que ha habido. También creo que hay un porcentaje de viajes que se alejan de tener objetivos y medidas concretas beneficiosas para el país y yo he optado por no viajar».

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