«No es solo factible doblarle la mano a HidroAysén, es necesario para nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos», dice el nuevo encargado de las campañas para América Latina y la Patagonia de la ONG International Rivers, quien confiesa que esta cruzada medioambiental contra el proyecto de Endesa-Colbún podría ser la más importante que le ha tocado.
El español de Gary Hughes es bastante fluido. Lo que no es casualidad. Los últimos treinta años se la ha pasado viajando por países latinoamericanos. En los 80 trabajó como voluntario ayudando a pueblos marginales en Centro América. Y en los 90 le tocó el turno a Sudamérica, periplo que remató en Chile, donde durante seis meses recorrió el sur y la Patagonia.
Escalador, ecologista y profesor, el sucesor del abogado Aaron Sanger como encargado de campañas para América Latina y la Patagonia de la ONG estadounidense International Rivers no descarta la posibilidad de vivir en Chile otra vez. Y confiesa que sus amigos de Aysén se burlan «por todo el calafate que he comido: es mi destino siempre volver».
A mediados de marzo llegará al país una vez más. Pero esta vez será ostentando su nuevo cargo y con el fin de celebrar las actividades del día internacional de los ríos libres. Así como para volver a la Undécima Región para hablar con la gente de diversas comunidades que se verían afectadas por el megaproyecto hidroeléctrico de la sociedad Endesa-Colbún.
Hughes detalla que ha participado en muchas campañas, desde los Redwoods antiguos de California hasta los bosques del sur de Chile. Pero aclara que la campaña contra las mega-represas en la Patagonia «puede ser la campaña más importante que me ha tocado».
En conversación con El Mostrador.cl, el ecologista explica que la campaña internacional de Patagonia sin Represas ya está tomando vida propia. Y que en enero el importante fondo de Inversiones Responsables (Socially Responsable Investment) de Estados Unidos envió una carta a la transnacional Home Depot -con la que el grupo Matte firmó un acuerdo en 2003 donde se comprometían a no eliminar bosque nativo- exigiéndole «que actúen para distanciarse del escándalo de HidroAysén».
En ese sentido, el reemplazante de Aaron Sanger advierte que ya tienen «unas buenas sorpresas listas para Home Depot y otras instituciones vinculadas a las mega-represas en la Patagonia».
-En medio de la crisis ¿habrá cabida para campañas medioambientales de presionar a los propietarios de HidroAysén a través de sus clientes?
–En medio de la crisis medioambiental y del cambio climático hay una llamada urgente para participar en campañas ambientales. Con respecto a la crisis económica hay que preguntarse si vas a permitir que los mismos intereses cometan los mismos errores que nos llevaron a este punto tan crítico y desastroso. Por eso no vamos a dar una luz verde a los planes primitivos que son la causa de este desastre.
-Este es un año de elecciones en Chile ¿cuál será el tenor político de la campaña Sin Represas?
–Prefiero no comentar mucho sobre la política chilena, pero no me va a sorprender cuando un candidato empiece a darse cuenta que la sociedad ya está lista para un abanderado que promoverá la innovación y la creación de opciones energéticas nuevas en lugar del primitivismo y brutalidad de las mega-represas en la Patagonia.
-¿Piensan trabajar de la mano con algún partido político?
–Es muy posible que tengamos contacto con gente de todos los partidos políticos, porque la protección de la Patagonia es algo que va más allá de los colores y posturas.
Trucos políticos
-¿Cuál es su evaluación del sistema medioambiental chileno?
–Hay muchas personas en las instancias públicas en Chile que son profesionales y que quieren cumplir sus obligaciones frente de la ley. Pero su labor es tirada al basurero por los políticos. El desempeño del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de HidroAysén, fue tan pobre que son sólo los trucos políticos los que lo han mantenido vivo: las instituciones chilenas no le dieron luz verde, por lo que el EIA debería haber sido rechazado por sus deficiencias.
-¿Qué echas de menos en el sistema?
–Hace mucha falta la consideración de los impactos acumulativos. Una vez que se analizan ya no hay como justificar ni aprobar el proyecto.
-Dada la realidad energética de Chile ¿cree que sea factible doblarle la mano a un proyecto que para muchos debiera ser aprobado cuanto antes?
–HidroAysén y las megarepresas tienen tanto que ver con responder a la realidad energética de Chile como lo tuvo la invasión de Iraq con armas de destrucción masiva. Ya está comprobado que invertir en la eficiencia eléctrica puede generar muchas oportunidades energéticas, es más económico. Y no va a destruir una red frágil de vida que no se puede encontrar en ningún otro lugar en el planeta. Hay opciones y hay alternativas. No es solo factible doblarle la mano al mega-proyecto de represas en la Patagonia, es necesario para nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos.
