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El efecto Novoa y su repercusión en Piñera

Si Camilo Escalona pensó que reflotar el pasado político del senador gremialista era una buena estrategia para sacar ventaja electoral, se equivocó. Esa es, al menos, la lectura que hacen algunos analistas que no ven en la figura del ex presidente de la UDI un peligro para el abanderado. Más aún cuando para el empresario es importante dar señales de cercanía hacía los sectores más duros de la derecha, que todavía pueden dudar en darle el voto a un hombre asociado históricamente a la DC.


La polémica en que el presidente del Partido Socialista, Camilo Escalona, transformó la inminente llegada de Jovino Novoa a la presidencia del Senado, llevó inevitablemente a fijar la vista en Sebastián Piñera. Hasta no hace mucho, era el propio empresario quien asociaba al parlamentario gremialista con la derecha recalcitrante, por lo que la duda de hasta qué punto la figura del ex subsecretario de Gobierno de Pinochet puede afectar su campaña presidencial, es válida.

Pero varios analistas coinciden en que, a estas alturas, el electorado es mucho más racional que emotivo y que, debido a eso, el tema de que Novoa haya servido al régimen militar no complica las cosas para Piñera. Por otro lado, no es menor que en su afán por copar el centro político, el dueño de Chilevisión no puede descuidar al sector que está más a la derecha de la UDI. Ello, porque pagar llegar a La Moneda cada voto importa.

De hecho, según lo ve el analista de la Universidad Central Aldo Cassinelli, si de avanzar hacia el centro se trata, la figura de Novoa en la presidencia del Senado puede ser un problema y abrir un flanco no deseado. Pero, mirándolo desde el otro lado, tiene un aspecto positivo, que apunta a traer justamente a la oposición al empresario dentro de la derecha, dada «la fuerte resistencia que tiene Piñera en la derecha más dura, vinculada al régimen militar». Un ejemplo de eso, dice Cassinelli, es el caso de Hermógenes Pérez de Arce, férreo detractor del empresario que no titubea en afirmar que en estos momentos la derecha no tiene candidato, porque tanto el abanderado del sector como Eduardo Frei son cercanos a la DC.

Sin embargo, la imagen de Novoa llegando a la testera gracias a los votos de RN y la UDI termina por «sellar la unidad entre ambos partidos», misma que tambaleó cuando Piñera cometió el desatino de afirmar que eso era algo que no estaba cerrado, agrega el analista de la U. Central. Algo que, por cierto, no cayó nada bien en el gremialismo, donde no estaban dispuestos a ceder frente a sus socios.

Por otro lado, el hecho de que Novoa haya sido electo democráticamente como senador dos veces consecutivas, le resta base a las críticas que se le hacen desde el oficialismo, añade. Y a ello se suma el hecho de que para llegar a la presidencia de la Cámara Alta también se requiere la votación de sus pares, aún cuando quienes lo respalden sean sólo los senadores de la derecha y los independientes.

Un argumento similar para descartar que esto pueda constituir un flanco para Piñera, es el que plantea Roberto Méndez. Aunque en el verano el director de Adimark había sido bastante crítico con el ingreso de la UDI al comando del empresario, ahora estima que el caso particular de Novoa no tiene por qué significar un flanco para el abanderado. Ello, justamente, porque el parlamentario ha sido electo dos veces democráticamente para la Cámara Alta. Y que haber trabajado con Pinochet «no puede descalificar su opción para asumir la Presidencia del Senado».

En RN el argumento es aún más duro. «Si Sergio Romero ocupó el mismo cargo dos veces, qué tiene de particular que Novoa llegue a la presidencia del Senado ahora», dice una fuente del partido. Argumento con el que coinciden en la UDI, donde se ha hecho, como era de esperar, una defensa cerrada al ex timonel. Tan mal cayeron las críticas del presidente del PS en calle Suecia que no faltó el que recordó que «mientras Jovino ganaba democráticamente su escaño en Santiago Poniente, Escalona era relegado al subterráneo de La Moneda. Así es que se quede calladito no más».

Quien también estima que ésta es una señal positiva, porque «consolida la unidad del pacto» es el analista del Instituto Libertad, José Miguel Izquierdo. A su juicio, en Chile se está comenzando a dar cada vez con más fuerza el análisis de los «procesos racionales» en los que cosas como el pasado político de Novoa no tienen mayor importancia para el electorado.

Para ser todavía más fríos en el análisis, en la oposición relacionan la llegada de Novoa a la Presidencia del Senado con el hecho, nada menor, de que ello deja en evidencia que la Concertación perdió la mayoría parlamentaria. Desde ya, en la Alianza se saborea la imagen de la presidenta Bachelet flanqueada por los presidentes de ambas cámaras, los dos de la UDI. Lo que demuestra, dicen con ironía en la derecha, «habla más mal de la Concertación que bien de la Alianza. Porque ellos hicieron, finalmente, toda la pega».

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