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Los bomberos llegan al comando de Piñera

Después de un difícil período, el abanderado de la derecha intenta retomar la agenda pública y la Alianza comienza a ordenarse para enfrentar una nueva etapa de campaña en que esperan llevar la batuta, trasladando el debate hacia el plano de la fiscalización. Para ello el empresario no sólo concretó de una vez por todas el fideicomiso bajo el cual se manejarán sus inversiones; sino que además se comenzó a descomprimir el ambiente en el sector, evitando la dura contienda con la que había amenazado la UDI en el distrito 21.


La estrategia para enfrentar las elecciones parlamentarias de diciembre, promovida por el piñerismo, terminó chocando con la cruda realidad al interior de la derecha y, lo que es peor aún, provocando la abrupta salida de Pablo Longueira del comando presidencial. Aunque para un sector de RN al que le cuesta congeniar con sus socios de la UDI esto último no era tan malo, lo cierto es que este fue el principio de un gran incendio que podría haberse tornado incontrolable a raíz de los traspiés que Sebastián Piñera enfrentó las últimas semanas. La necesidad de apagarlo fue la que llevó a Nicolás Monckeberg a deponer su candidatura por el distrito 21, dejándole la pasada al gremialista Rodrigo Álvarez, y al empresario a acelerar el fideicomiso con el fin de comenzar a cerrar flancos.

Uno de los elementos fundamentales de la campaña presidencial piñerista, es obtener la mayoría en el Congreso. Para ello se planteó, como primera medida, una especie de «competencia inteligente» al interior del pacto opositor con el fin de sacarle el máximo partido a sus figuras más competitivas. La idea era evitar que las más relevantes de ambos partidos chocaran entre sí. Pero la aspiración de Nicolás Monckeberg (RN) y Rodrigo Álvarez (UDI) de dejar sus antiguos distritos para asentarse en la Región Metropolitana, comprimió el ambiente en la derecha. Esto no sólo trajo complicaciones internas en la UDI, donde sienten que las apetencias de sus socios atentan contra las propias, sino que también se convirtió en un problema para el abanderado presidencial, que espera no tener que actuar de mediador en la elaboración de la plantilla.

Por lo que el acto de «generosidad» mostrado por Monckeberg al dejar el distrito 21 fue recibido con alivio en el comando. Y contribuyó, según estiman en la UDI, a apagar un incendio que amenazaba con agarrar vuelo. Pero en el gremialismo esperan que éste sea uno de muchos otros «gestos» que faciliten la elaboración de una plantilla que no sólo auspicie las pretensiones del abanderado, sino también de cada uno de los partidos que lo respaldan. En el entorno del candidato no dudan ni por un minuto que sus socios aspiren a más y mayores señales de parte de RN, pues tienen «muchos más sustos que el del Nico», advierte una fuente.

Las carencias de la UDI

En Renovación creen que la UDI viene «debilitada» desde el año pasado, lo que habría quedado demostrado -dicen- en las municipales de octubre. Pero lo verdaderamente llamativo es que atribuyen dicha flaqueza a los casos de corrupción que se destaparon el 2008 y que afectaban a la tienda de calle Suecia. Una fuente de Antonio Varas señala derechamente que con estos casos y los posteriores resultados municipales «quedó en evidencia que los operadores territoriales de la UDI eran financiados con un sistema que no dio para más».  Y que ahora el gremialismo enfrenta una carencia difícil de reemplazar en tan poco tiempo.

Lo que tranquiliza al partido de Piñera es que «en la medida que haya expectativas de triunfo, es esperable que el candidato sea capaz de morigerar el conflicto en la elaboración de las listas», justo lo que el empresario ha sostenido majaderamente que no quiere hacer.

Pero la plantilla parlamentaria es sólo un aspecto de la campaña que amenaza la tranquilidad del pacto. El otro que generaba inquietud, más en la UDI que en RN, era la indecisión de Piñera para abordar definitivamente el tema de sus negocios. Aunque el gremialismo defendía tanto como sus socios al candidato presidencial, lo cierto es que les parecía que mantener abierto este flanco era innecesario.

En este escenario, la UDI da por cerrado uno de los flancos al que más le sacó, y sigue sacando, partido la Concertación. En este aspecto son significativas las declaraciones del presidente del Senado, Jovino Novoa, quien en su momento fue bastante crítico a la doble militancia de Piñera en los negocios y la política. «A mí me parece que estas medidas son suficientes y,  por mi lado, daría vuelta la página», sostuvo ayer el senador gremialista.

Respecto a la reacción de la Concertación, Novoa subrayó que «haga lo que haga Sebastián Piñera nunca va a ser encontrado suficiente por los dirigentes de la Concertación. Lo importante es que toda la opinión pública tenga la tranquilidad de que va a saber exactamente qué es lo que hace y qué es lo que no hace Sebastián Píñera con su plata».

En las filas de RN tienen la convicción de que la Concertación va a insistir en tratar de mantener este tema en la agenda y precisan que si el empresario optó por este mecanismo tan criticado es porque «el gobierno le puso todas las trabas posibles al proyecto, porque en realidad nunca quiso aprobarlo. Sólo quería usarlo como tema de campaña».

Ahora, la contienda va a cambiar de escenario, ya que para esta semana la derecha tiene anunciadas una serie de actividades que dicen relación con la labor parlamentaria de fiscalizar. Desde la Cámara Baja pretenden crear una comisión investigadora para aclarar la distribución de los fondos discrecionales del gobierno y, paralelamente, levantarán una interpelación al ministro de Transportes, René Cortázar, a raíz del préstamo del BID para financiar el Transantiago y cuya mora provocó el congelamiento de los créditos de ese organismo a otros proyectos.

Ver video:

Piñera explica fideicomiso  Gentileza de La Tercera.com (27/04/09)

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