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El fantasma del candidato propio ronda el Congreso de la UDI

Los máximos líderes del partido no tendrán una tarea fácil para mantener ordenados a los alrededor de 400 participantes que llegarán a la cita de este fin de semana. Porque un buen porcentaje de ellos lleva en mente un objetivo claro: poner sobre la mesa el tema del candidato presidencial. Hace sólo un par de años hubiera sido impensable una rebelión, pero dado el curso que han tomado las cosas, el descontento de las bases busca una salida para expresarse.


Tras el asesinato del fundador de la UDI Jaime Guzmán, en abril de 1991, el partido realizó su primer Congreso Doctrinario cuyo producto es lo que ahora los líderes de la tienda pretenden actualizar con miras al Bicentenario. Alrededor de 400 representantes gremialistas intentarán poner al día los principios en que han basado su corta trayectoria: un partido popular, de inspiración cristiana y partidario de la economía de mercado. Después de 25 años quieren plasmar en los fundamentos promovidos por la colectividad la evolución mostrada por la sociedad chilena. En estos términos es que se preparó el cónclave que se inicia hoy en Punta de Tralca. Pero lejos de todos los cálculos de sus organizadores hay una serie de elementos que podrían hacer cambiar de giro el evento. Por lo pronto, están algunas de las últimas intervenciones de Pablo Longueira en los medios, que amenazan con la posibilidad de que la cita tome un curso distinto y surja el debate acerca del candidato presidencial, que es lo que los máximos dirigentes del partido quieren evitar a toda costa.

Aunque el director ejecutivo del Congreso, Patricio Melero, ha descartado que esta instancia sea programática o doctrinaria, lo cierto es que tendrá algo de ambas, según lo que públicamente han planteado algunas figuras del partido, que estiman que de este cónclave tendrán que salir algunos lineamientos con que el partido aporte al programa de Sebastián Piñera. Donde sí esperan que se vea reflejada la «impronta UDI», ya que hasta ahora en la campaña no se ha visto, por lo menos en lo relativo al tema de la pobreza, como lo planteó el propio Longueira.

Con él coinciden antiguos dirigentes de base del gremialismo, que si bien descartan que se alcen las voces en este congreso para reclamar por la forma como se esta manejando la campaña presidencial o para abrir el debate acerca del candidato propio, sí creen que «indudablemente hay mucho descontento y mucha incertidumbre, pero nadie va a hacer nada». Una fuente incluso admite que «hay cierta inquietud que aumentó después de las declaraciones de Pablo» en el programa Estado Nacional de TVN, el domingo 10 de mayo. Y añade que «no veo a la UDI metida en la campaña, no veo estructuras, y no veo entusiasmo en la campaña».

Si bien la incertidumbre ha aumentado tras los dichos del senador por Santiago Oriente, él no se da por aludido. De hecho, el propio Longueira es uno de los que ha insistido en que el cónclave de este fin de semana no tiene como objetivo analizar el tema presidencial y que esa es la finalidad del Consejo General, que aún no tiene fecha pero que se debe realizar antes de la inscripción de las candidaturas en septiembre próximo. Pero todo indica que en las bases se están produciendo algunos movimientos para adelantar la discusión. Y que el llamado al orden que han hecho estos días indirectamente las autoridades del partido podría caer en el vacío.

El error de la UDI

En este contexto es que a través del correo electrónico circuló una carta que exhorta a los militantes de la UDI a «movilizarnos y luchar. Con uno o una de los nuestros es posible ganar, si no en primera, claramente en segunda vuelta. Y mantener o acrecentar nuestra representación parlamentaria». Aunque sin firma, el mail provenía de la dirección jaime.vive.udi.popular@gmail.com.

Es una larga misiva que se inicia desarrollando la idea de que «Jaime debe estar revolcándose en su tumba. El partido por el cual luchó, el que hemos construido con esfuerzo, de raigambre popular y fiel a ciertos valores intransables, hoy no sólo no tiene candidato presidencial propio, sino que además está apoyando al más camaleónico candidato que pueda concebirse, a Sebastián Piñera, un millonario encaprichado con La Moneda, que representa lo opuesto a nuestra vocación y a nuestros valores, y quien no ha dudado en clavar el puñal en las espaldas de la UDI más de una vez, pues siempre ha conspirado para nuestra destrucción política».

Más adelante, añade que «Julio Dittborn acaba de decirlo con todas sus letras: el error de la UDI fue no levantar a Pablo Longueira hace un año y medio. A Pablo o a cualquier otro tras el cual se hubiera alineado toda la fuerza del partido, si es que le hubiésemos puesto la mística suficiente, unida al espíritu de equipo que nunca nos ha hecho extraviarnos por personalismos».

El fenómeno que llegó

Aunque en el partido, obviamente, no se hacen cargo de la misiva y desconocen a su autor, o autores, no son pocos los que se sienten representados por su fuerte contenido. Pero que no creen que alguien se atreva a hacer el planteamiento en el congreso, pese a que admiten que el tema «está en el ambiente». Para rematar, en medio de un escenario que es más del gusto de las elites del partido que de las bases, éstas últimas están comenzando a mirar para el lado. No son pocos los que admiten, muy para callado, que están dispuestos a votar en primera vuelta por Marco Enríquez-Ominami. Con lo que es fácil la lectura de que el fenómeno provocado por el legislador socialista está traspasando las fronteras ideológicas.

Mientras el director ejecutivo del Cerc, Carlos Huneeus, niega derechamente la existencia de este «fenómeno», lo cierto es que como en otros sectores, los desencantados de la UDI, aquellos que se resisten a no llevar candidato propio y que esperan una oportunidad para levantar uno están mirando con interés la candidatura díscola. No son pocos los que, en las bases gremialistas, están dispuestos a votar por Enríquez-Ominami en primera vuelta. Sobre todo porque estiman que «en el mundo político de la Alianza, y de todos lados, están absolutamente desconectados de lo que está pasando» y a ello se debe que estén «menospreciando la candidatura de Marco».

Desde este punto de vista, uno de los muchos militantes que participarán hoy en este congreso tiene la convicción de que si la aspiración del diputado se concreta «nos va a perjudicar más a nosotros, porque el cambio éramos nosotros y ahora es él».

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