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Hernán Sandoval apuesta por un giro de Frei en el tema medioambiental

Mirko Macari
Por : Mirko Macari Asesor Editorial El Mostrador
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El ex embajador y amigo de Ricardo Lagos considera positivo el silencio del candidato de la Concertación con respecto a HidroAysén, ya que lo atribuye a que está buscando nuevos enfoques con respecto a las mega represas y las centrales termoeléctricas. El director de Chile Ambiente considera que Enríquez-Ominami es una alternativa novedosa, que encarna la incapacidad de renovarse de la Concertación.


En medio del llamado del díscolo presidenciable Marco Enríquez-Ominami a que Sebastián Piñera y Eduardo Frei definan sus posturas en temas ambientales, el ex embajador de Chile en Francia y director de Chile Ambiente, Hernán Sandoval, tiene su particular interpretación del silencio del candidato concertacionista al respecto.

El amigo personal de Ricardo Lagos aclara que no tiene ninguna vinculación con el anuncio de algunos líderes del Consejo de Defensa de la Patagonia que pertenecen al Partido Ecologista (PE) de apoyar la candidatura del díscolo socialista, ya que «el PPD tiene candidato y yo soy un disciplinado militante de la Concertación».

Lo que no significa que no valore la figura del hijo del mítico Miguel Enríquez. O que desconozca el lastre ambiental de Eduardo Frei: los ambientalistas no le perdonan su actuar en la central hidroeléctrica de Ralco, e incluso es calificado por algunos como un «fervoroso» defensor de la mega hidroelectricidad.

Frei tiene un historial medioambiental complejo. Hasta ahora no se ha pronunciado abiertamente sobre HidroAysén y tampoco ha presentado su programa medioambiental, el que al parecer estaría para mediados de año.

Me parece muy alentador el silencio de Eduardo Frei al respecto. Si aún no se pronuncia es a mi juicio por la búsqueda de nuevos enfoques que superen la visión tradicional de grandes represas o enormes centrales termoeléctricas.

Quisiera entender que está esperando las propuestas de las personas que ha convocado, y de los partidos políticos para hacer una plataforma programática al respecto. No me cabe la menor duda que dentro de estas propuestas estará un plan maestro de energía para Chile, donde se privilegie a las energías sustentables y en particular a las Energías Renovables no Convencionales (ERNC).

-¿Y qué pasa si esto no sucede y Frei se declara abiertamente defensor de este tipo de energías? ¿Tiene un plan B?

Tendré que ver las propuestas y compromisos de Frei para tomar una posición al respecto. Independiente de eso, el respaldar al candidato de la Concertación no implica que esté 100 por ciento de acuerdo con todos sus planteamientos, ni excluye que en el momento uno ejerza opción de apoyar u oponerse a las decisiones del Gobierno.

-¿Entonces, independientemente de las propuestas medioambientales de Frei, mantendrá su respaldo a él?

Considero que cualquier alternativa es mejor que un gobierno de la derecha. Y no me refiero a Piñera, sino al conglomerado que representa, la ideología que sustentan y el prontuario de su pasado.

-¿Marco Enríquez-Ominami no le parece una alternativa viable?

Considero que representa una alternativa interesante y novedosa, pero en particular expresa la incapacidad de renovarse por parte de la Concertación y por eso se está pagando un elevado precio en falta de unidad y en aparición de respuestas nuevas con visión de futuro, que resuenan profundamente en muchos partidos insatisfechos con la conducción que se tiene hoy.

Si la Concertación no es capaz de acoger los planteamientos críticos de gente como Marco va a fracasar, quizás no electoralmente, pero si en el empeño de hacer de Chile un país más justo.

-¿Por qué no ha sido capaz de renovarse?

La Concertación ha creído que basta con administrar bien. En política la administración, por muy buena que sea, es siempre cosa del pasado. Y lo que no ofrece la Concertación es una utopía realizable.

Marco tampoco plantea claramente esos elementos y todavía es sólo una voz crítica, pero que está construyendo una visión que puede ser muy tentadora para muchos.

Por lo tanto descalificar y denostar sus posturas son una debilidad de la Concertación, que hasta el momento no es capaz de asumir un proyecto a futuro. Y esto no depende de Eduardo Frei.

-¿De quién depende entonces?

De un  profundo cuestionamiento y búsqueda de nuevas opciones por parte de las dirigencias políticas y de quienes hemos sido tradicionalmente militantes, que no hemos sido capaces de presionar con toda la fuerza necesaria para enmendar rumbos y hacer un propuesta de futuro y no sólo una maquinaria afectada de la administración del presente.

-¿A usted lo tienta Enríquez-Ominami?

(Sonríe). Siempre en la política hay que tener un criterio de realidad. Creo que hasta el momento lo de Marcos me parece fundamentalmente convocante por lo testimonial y lo novedoso. No es que yo quiera afirmar una alternativa en el poder porque me interesaría participar en el mismo, yo soy bastante marginal a las máquinas de poder.

Sin embargo, en mi visión, la Concertación es un mal menor frente a la amenaza de la derecha.

-¿Ve a Enríquez Ominami como un candidato lo suficientemente sólido como para proyectarse como presidenciable en los próximos años?

Lo que está proponiendo es sin duda un llamado a generar otra forma de hacer política, y si logra un apoyo sustancial en estas elecciones -más del 10 por ciento es enorme- legitima un liderazgo que le permitirá plantear una propuesta de futuro que todavía tiene que construir.

Y el tránsito que debe hacer es el de un personaje atractivo y con gran capacidad mediática, a un personaje reflexivo con gran capacidad propositiva y de dirección.

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