En los pasillos de la Corte se comenta que el más seguro para ser elegido es Emilio Pfeffer, quien es cercano a la derecha y con amplias redes internas. Otro de los candidatos es Jaime Jara, hermano de Eduardo, presidente del Tribunal de la Libre Competencia. En carrera también está el académico Francisco Javier Ovalle e incluso podría reelegirse a la ministra Marisol Peña, quien cumple su período.
Cuatro son hasta ahora los postulantes para llenar el cupo con que la Corte Suprema elegirá al próximo miembro del Tribunal Constitucional (TC), y que en todo caso requiere la aprobación del Senado.
Como ha sido hasta ahora, el nuevo integrante será parte de las decisiones clave que adopta el TC sobre distintas materias, desde los temas llamados «morales», como la píldora del día después, hasta los reclamos contra el alza de planes de las Isapres.
Los candidatos son Emilio Pfeffer, Jaime Jara y Francisco Javier Ovalle, además de la propia ministra del organismo, Marisol Peña, quien puede ser reelegida.
Peña es altamente valorada dentro del TC por su capacidad de trabajo, es liberal en temas económicos y fue una de las que votó en contra del anticonceptivo de emergencia denominado píldora del día después. Fuentes del máximo tribunal explicaron que bien podría ser la candidata nuevamente, pensando en una decisión de continuidad.
Sin embargo, la lógica indica hasta ahora que los ministros cambian, ya que la idea es que no se repitan el plato. Un caso similar sucedió con el abogado Jorge Correa Sutil (DC) -quien fue reemplazado por Carlos Carmona- cuestión que provocó la airada reacción del diputado Jorge Burgos. En la oportunidad se indicó que el gobierno no le perdonó que haya votado en contra del préstamo del BID para financiar el Transantiago.
Jara, en tanto, ha ocupado el cargo de abogado integrante de la Corte de Apelaciones de San Miguel y cuenta con amplias redes dentro del Poder Judicial. Es reconocido por ser un profesional puntilloso y trabajador, además de ser hermano del presidente del Tribunal de la Libre Competencia, Eduardo Jara.
Su perfil, dicen en tribunales, es el de un hombre conservador, pero apegado a la ley, la que rara vez interpreta y políticamente cercano a la Concertación. Su nombramiento también sería una continuidad en el TC en materia de criterios para fallar.
Emilio Pfeffer, por su parte, también es abogado integrante del tribunal de alzada capitalino. Este profesional mantiene una buena red en la Suprema y es reconocido por sus conocimientos de derecho constitucional. Está ligado a RN, aunque se lo reconoce «muy independiente» en sus decisiones y «un duro» en materia de corrupción.
Un hecho que le podría jugar en contra es que el año pasado aplicó la prescripción en una causa de derechos humanos, en el caso conocido como los fusilados de San Felipe, donde fueron absueltos cuatro militares (r). En todo caso en los pasillos de tribunales se asevera que podría ser el más seguro candidato.
El último de la lista es Francisco Javier Ovalle. Se trata de un académico con varios post grados, entre ellos uno de Derecho Constitucional en la Universidad Católica. Se suman otros relacionados con derecho comercial, lo que le ha permitido trabajar en el Banco BICE, como también en la Universidad de Chile como profesor de Política Económica.
Quienes le conocen aseguran que sería un aporte al TC en estas materias, que pocos abogados manejan al dedillo. Pocos le conocen su militancia política.
En pocos meses más habrá otra elección de ministro para el TC, esta vez para llenar el cupo de Juan Colombo, quien cumple la mayoría de edad legal, que de 75 años. Este último es un cupo que debe llenar el Ejecutivo. Y por tratarse del último año de gobierno, la administración Bachelet intentará que se nombre a un progresista, el que en todo caso también debe contar con la venia de la Cámara Alta.
