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Negociación colectiva… cric, cric, cric

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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A un año de asumido el compromiso presidencial de enviar al Parlamento la norma que amplía los derechos de los trabajadores, ésta todavía no sale de La Moneda. Pese a que el año pasado el ex titular del Trabajo Osvaldo Andrade se impuso a Andrés Velasco cuando logró que Bachelet hiciera el anuncio ante el Congreso Pleno, finalmente Hacienda impuso la agenda «pro empleo». Hoy Andrade cree que de haber existido la negociación colectiva «hubiera sido distinto para enfrentar la situación de crisis», desde el punto de vista de la precariedad laboral asociada al disparo de la cesantía.


A horas de que Michelle Bachelet enfrente por última vez al Congreso Pleno para realizar la tradicional cuenta anual, un tema que inevitablemente recorre el mundo concertacionista es el esperado envío del proyecto sobre negociación colectiva que no ha llegado. Mientras un sector del oficialismo manifiesta la necesidad de que la mandataria aborde el tema en su discurso del 21 de Mayo, al menos entregando una fecha definitiva; otro grupo se inclina por advertir que dada la sintonía entre la ministra Claudia Serrano y su par de Hacienda, Andrés Velasco, para «no mover» la prorrogada iniciativa, no parece que vaya a haber algún anuncio en tal sentido. La titular de Trabajo ya dio una señal en ese sentido en la primera reunión de la comisión de esta área en el Senado, tras asumir la cartera el 15 de diciembre pasado.

Lo cierto es que desde que la Serrano aterrizó en Huérfanos 1273, como que la negociación colectiva fue perdiendo fuerza. Lo que no es raro y explica -dicen en el oficialismo- «la influencia de Velasco en la designación de la ministra», luego de la renuncia de Osvaldo Andrade. Las diferencias entre este último y el titular de Hacienda en cuanto a la promoción de medidas que contribuyan a la profundización del sindicalismo eran públicamente conocidas. Y quedó aún más de manifiesto, precisamente, con motivo del discurso del 21 de mayo del año pasado, donde ambos ministros lograron imponer parte de sus propuestas.

Pero el proyecto no parece tener un futuro promisorio.

Ello, porque sigue estando presente la idea de no forzar el debate sobre el tema en una época no sólo electoral, sino además atravesada por una crisis económica que es percibida como la peor desde la Gran Depresión y en la que se prevé un aumento del desempleo por sobre los dos dígitos para el invierno. En este contexto la postura de Serrano, dicen en la Concertación, está en la misma línea de Velasco, quien -aseguran- ha evitado enviar al Congreso iniciativas que puedan generar un debate que impida la expedita tramitación de leyes pro empleo. La postura de la ministra quedó de manifiesto cuando el 6 de mayo pasado, con ocasión de las medidas pro empleo anunciadas por la mandataria, fue clara en sostener que un proyecto de negociación colectiva «no es nuestra prioridad en este momento, en que estamos concentrados en esta agenda novedosa de proteger fuentes de trabajo».

Fecha ahora

Para el senador socialista Pedro Muñoz es una prioridad que este 21 de mayo la mandataria le ponga fecha a la iniciativa sobre negociación colectiva. Ello, porque tiene la convicción, a diferencia de otros parlamentarios oficialistas, de que «los proyectos de protección del empleo no se contraponen con la negociación colectiva». A partir de este juicio estima que sería una «señal muy potente hacia el mundo social», algo así como «el broche de oro de su programa de protección social» que en el término del gobierno de Michelle Bachelet se enviara el proyecto de negociación colectiva, sumado al que deroga el descuento del 7 por ciento en salud a los jubilados, aún cuando está conciente de que el gobierno ha descartado lo segundo y aplazado constantemente el primero.

Muñoz dice que ha perdido la confianza a raíz de las constantes postergaciones que se han hecho a enviar el proyecto que profundiza los derechos de los trabajadores y que lo menos que la mandataria debería hacer mañana es ponerle fecha.

Menos ansioso se mostró el principal promotor de la iniciativa. El ex ministro Osvaldo Andrade fue categórico al señalar que el proyecto de negociación colectiva «es parte de la agenda laboral de la Presidenta y siempre estuvo previsto que se presentara el último año de gobierno» y añadió que «no veo por qué no se cumpla con lo que queda de la agenda laboral, si ya se cumplió con lo anterior».

Y, al igual que Muñoz, se muestra contrario a quienes plantean que no sería propio abrir el debate acerca de la negociación colectiva en el Congreso, cuando el gobierno está enfocado en sacar adelante propuestas pro empleo. «Esa dicotomía es absolutamente falaz, porque qué mejor manera de proteger y preservar el empleo que (promoviendo) el diálogo entre los trabajadores y los empresarios». Con su ya famosa franqueza, el ex ministro no titubea ni un segundo en asegurar que es un hecho que «algunos empresarios derechamente no quieren la negociación colectiva por un tema ideológico». Y si bien tiene la convicción de que en este período de crisis «el gobierno ha hecho su pega», también cree que de haber existido la negociación colectiva «hubiera sido distinto para enfrentar la situación de crisis».

Ruido innecesario

Otra posición que se ha planteado en el oficialismo y que tiene que ver netamente con el tema electoral es que existen quienes, al interior de la Concertación, sienten que no es bueno desordenarse en un año electoral, lo que en este caso significaría presionar más de lo razonable en post del proyecto, cuando el Ejecutivo está centrado -como ha dicho en todos los tonos- en generar un ambiente para sacar adelante propuestas conducentes a la aprobación de las iniciativas que promuevan el empleo. Sobre todo si se considera la alta popularidad de Bachelet, según coinciden todos los sondeos. Y, simultáneamente, la buena evaluación de Velasco, atribuida a su política para enfrentar la crisis.

La importancia de no «desordenarse» o «salirse de la fila» dice relación con el hecho de que todos los postulantes al Parlamento, antiguos y nuevos, esperan que en un momento dado la popularidad de Bachelet  les «chorree».

Mientras, la derecha está tomando palco. El senador Víctor Pérez, integrante de la Comisión de Trabajo, señaló que la ministra no tocó para nada durante la sesión de este martes el tema de la negociación colectiva. Serrano estuvo reunida con los integrantes de dicha instancia entre las 11:00 de la mañana y las 14:00 horas y «sólo se analizaron las medidas de promoción del empleo».

Pero en la Alianza dicen conocer la postura de la Concertación, porque «sabemos que en año electoral realizarán acciones que tiendan a influir electoralmente».

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