No es un misterio para nadie en el mundo político que el desafío parlamentario del gremialismo es mucho mayor que el de sus aliados, justamente por ser el partido más grande, lugar que ostenta gracias a que tuvo candidato presidencial durante dos elecciones consecutivas. Ahora, en Renovación Nacional aspiran a sacarle el mayor partido posible a la figura de Sebastián Piñera y en este desafío el ex abanderado gremialista podría ser el mayor perjudicado.
Por más que los líderes de la derecha pretendan mantener la unidad para asegurar el triunfo de Sebastián Piñera en diciembre, todo indica que las elecciones parlamentarias terminarán rompiendo la siempre débil armonía entre RN y la UDI. Un claro ejemplo de ello es la nada amistosa disputa que se desató en la Quinta Región Costa con el aterrizaje de Joaquín Lavín, en reemplazo del almirante ® Jorge Arancibia. Al verse amenazado, el joven aspirante de Renovación, Francisco Chahuán, rompió el fair play y mostró en toda su inmensidad los peligros del sistema binominal, que obliga a los compañeros de lista a poner todo su empeño en eliminarse mutuamente. Adicionalmente, los dirigentes gremialistas están enfrentados a la disyuntiva de salir a defender a su ex abanderado o ganarse la molestia interna, en pro de no perjudicar la candidatura presidencial que a fin de cuentas es menos propia que la figura del ex alcalde.
Con frases como «nosotros representamos el cambio«, dándole a la disputa un tinte generacional, recibió Chahuán el arribo de Lavín a la circunscripción. Si después de esto alguien cree que esta contienda será amistosa y a base de ideas, como aseguran en RN, quiere decir que quienes se molestaron en la UDI están equivocados y fuera de lugar. Casualmente uno de ellos es Gonzalo Arenas, quien hace unas semanas no dudó en lanzarse en contra de Pablo Longueira. Esta vez el diputado por el distrito de Angol decidió salir a defender al ex abanderado gremialista de las embestidas de su adversario, pues estima que «la institucionalidad de la UDI no se la ha jugado». Y lo hizo con todo.
Para comenzar, Arenas arremete con que Chahuán «se equivoca cuando trata de poner esto como una lucha generacional y decir que Joaquín Lavín es una imposición de Santiago, me parece que es una falta de respeto gigantesca, Lavín es local en todo el país». Pero atribuye los «graves» ataques hacia el ex alcalde de Santiago «y a la UDI en general» al «nerviosismo que tiene de perder la próxima elección senatorial en la Quinta Región», pues según el legislador gremialista su par de RN «se creyó el cuento de ser senador por secretaría». Pero ahora -añade- Chahuán se ve enfrentado a tener que competir con una figura nacional y por eso «entra en pánico y está nervioso».
Arenas tampoco está conforme con la forma como la dirigencia del partido ha enfrentado, o no enfrentado, esta situación. Pero atribuye la pasividad de la directiva y su interés por bajarle el perfil al tema a que «todavía no están definidos todos los candidatos» en la derecha, y tal vez haya que dar otras batallas antes de la inscripción. Aún así, cree que en la Quinta Región se va a dar «la madre de todas las batallas» y con ello alude tanto a la Costa como a la Cordillera. En esta última se enfrentan los diputados UDI Marcelo Forni y RN Lily Pérez y también se especula que allí la lucha será descarnada. Por lo que Arenas estima que «esto va a ser súper complicado y la institucionalidad de la UDI se debería jugar más por estas dos candidaturas y yo siento que no lo está haciendo».
Aunque tiene la convicción de que el abanderado del sector debe mantener su neutralidad, en defensa del ex alcalde Arenas recuerda que «a diferencia de Longueira, Lavín siempre ha sido el más leal con Piñera». Sin embargo, en la UDI saben por experiencia propia que es difícil para el abanderado mantener una neutralidad absoluta y el recorrido que el presidenciable realizó esta semana por la Quinta Región dejó sabor a poco para unos y otros.
A su favor, Chahuán tiene algunos argumentos que no resisten análisis, según estiman en RN. Efectivamente, por más que le pese a la UDI y en particular a algunos parlamentarios y candidatos de la tienda, Lavín no es lo que se diga un fiel representante del recambio generacional por el que abogan actualmente todos los partidos, y que la derecha ha convertido en una especie de carta de navegación. Y es el ex alcalde de Santiago el que más tiene que perder en esta contienda, porque mientras el diputado lleva un período en la Cámara, Lavín ya ha sido dos veces candidato presidencial. Y, justamente, dada su trayectoria es la mejor carta del gremialismo para los comicios parlamentarios y fue puesto en la Quinta Costa con el objetivo concreto de que mantenga ese escaño para la UDI. De no lograr esta meta el costo es mucho mayor para él que para el legislador de RN. De allí el temor de Chahuán de que el gremialismo ponga toda su «maquinaria» y recursos económicos al servicio del ex alcalde.
