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«No estamos por recoger cualquier cosa que vaya saliendo de la Concertación»

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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En medio de días estos agitados en el oficialismo, con militantes y parlamentarios haciendo maletas, el equipo del diputado díscolo saca cuentas y aprovecha de remarcar su discurso de agotamiento terminal del conglomerado. Acá uno de sus miembros califica de «paradoja triste» a los  jóvenes «Caza Marco» del freísmo y responde a las críticas por la agenda chavista detrás de Max Marambio.


-¿Quieren ustedes capitalizar en su lista parlamentaria la égida de la Concertación que se está dando por estos días?

-Lo que se expresa en la Concertación es el deterioro de una crisis no asumida por su dirigencia. Esta ha tenido expresión en la renuncia de algunos parlamentarios y la expulsión de otros. En ese sentido es importante decir que, lo que Marco expresa, es el síntoma de una crisis y no su causa.

En la salida de parlamentarios hay fenómenos distintos. Lo que está ocurriendo con Trivelli es diferente a lo de Muñoz Barra, y en ese sentido no estamos en la política de recoger cualquier cosa que vaya saliendo de la Concertación. Estamos por buscar consensos con la gente con la que tengamos un diagnóstico común, respecto a la actual forma de administrar el poder bajo la lógica antidemocrática y autoritaria. Una lógica que el propio Enrique Correa llamó en su oportunidad «del reparto del botín».

Hay cercanía con Trivelli, no así con Muñoz Barra. Con Navarro hemos conversado, pero tenemos visiones políticas distintas.

-¿La confluencia con Trivelli tiene que ver con amenazar a los dirigentes de la Concertación? ¿Por eso piensan ponerlo a competir contra Schilling, por ejemplo?

 -El objetivo prioritario para nosotros es competir, esta candidatura nace bajo la lógica de que la competencia es buena para el sistema político. Marco intentó participar de la primaria y se lo impidieron por secretaría.

Lo que nosotros planteamos es abrir el sistema político, inyectarle ciudadanía a los partidos, y vamos a competir donde sea relevante para el proyecto que Marco representa. Si Trivelli finalmente decide sumarse, se le va a buscar un espacio para que eso sea posible.

-¿Quieren hacer transpirar a los caciques?

-La competencia es vitalizante y no un factor destructivo. Marco ha planeado ciertos criterios, y uno de ellos es no amenazar las posibilidades de romper la exclusión que representa el pacto de la Concertación con los comunistas. 

Paradoja triste

-¿Hay una tensión en el comando de M.E.O, donde algunos sostienen un  discurso de izquierda muy dogmático que desconfía, por ejemplo, de personajes que rompen el molde como Paul Fontaine?

-Paul representa una sensibilidad valorada dentro del comando, yo la valoro.

-Pero hay otros que no lo valoran tanto.

-Hay otras sensibilidades. Una de las virtudes de la candidatura de Marco es que está expresando una cierta diversidad ciudadana. Paul ha hecho un tremendo aporte en definiciones como discutir la apertura de las empresas públicas a capitales privados como mecanismo de control y de fiscalización.

-Y Marco casi tuvo que pedirle disculpas a la izquierda por eso.

-Pero finalmente es una cuestión que se instaló en el programa. Es algo que se ha valorado, cuando no se ha caído en la caricatura de decir que se está proponiendo la privatización de las empresas públicas.

Y lo que ha ido ocurriendo es un ajuste en el comando, que lo ha hecho el propio candidato, en el sentido de ir dándole consistencia a las distintas miradas.

Por ejemplo Luis Eduardo Escobar, que viene de Chile 21, representa una sensibilidad distinta y sin embargo están trabajando bien con Paul Fontaine, precisando y definiendo los aspectos del Programa Económico.

-Pero hay un tic muy marcado, muy de la lógica de la Guerra Fría de establecer fronteras ideológicas, más cerca de las consignas que de la realidad del mundo moderno.

-En esta etapa Marco está valorando el hecho de que su comando está siendo un espacio de debate político, técnico y programático.

-No te pregunto por Marco, si no por el tic de gente que cree que hay líneas que no se pueden traspasar.

-Es muy probable que haya gente que tenga ese tic, y que haya gente que no lo tenga. Y me parece muy bueno, que la candidatura de Marco sea un espacio que para que discutan los que tienen esos tics con los que no los tienen, y en función de eso se confluya en un programa común. Eso sólo se está dando en la candidatura de M.E.O., pues está habiendo discusiones político-ideológicas bastante importantes.

-¿Hasta que punto hay en esta candidatura una apuesta generacional?

La candidatura de M.E.O da por clausurada la lógica del Sí y el No. Marco proviene de la izquierda, y sin embargo está mirando a Chile no desde los códigos de 20 años atrás, si no en función de los códigos de los próximos 20 años: las nuevas tecnologías, el medioambiente, las sensibilidades culturales nuevas.

-¿Y por qué entonces no han podido convocar a un grupo de jóvenes que están política, que son diputados, alcaldes, y que no están en esa candidatura sino en la de Frei?

Marco ha convocado una enorme cantidad de gente joven. Los dirigentes políticos de la Concertación que son más jóvenes, no han podido estar acompañando a Marco, justo por lo que Marco critica, que es la lógica autoritaria que se impone desde los partidos donde no hay espacio para el disenso. En privado tenemos muchas señales de simpatía de parlamentarios de la Concertación, que entienden lo que representa esta candidatura, pero la señal pública es distinta.

-Sí, tanto que ahora salieron los Caza Marco.

-En el caso de estos jóvenes que han sido convocados por el comando de Frei, ahí lo que hay es una paradoja bien triste. Lo que ha posibilitado que esos jóvenes sean convocados por el comando de Frei es precisamente el desafío político que Marco representa. Y esos jóvenes se dejan usar para disparar contra lo que Marco representa y que es el motivo por el que están ahí.

-Pero Marco representa una opción desde fuera de la institucionalidad, y ellos la están construyendo desde adentro.

-Marco intentó dar la pelea desde adentro, pero la institucionalidad de los partidos se lo impidió. A los jóvenes que están adentro y que quieren dar la pelea desde adentro, los respetamos. Pero nosotros hemos llegado a la convicción de que en la Concertación no va a haber cambios ni espacios, si es que no se ejerce una fuerza política sobre sus dirigentes, y eso desde los partidos no es posible.

-¿Y por qué Frei no podría ser un puente entre las generaciones, como él mismo lo ha dicho?

-Eso sólo podrá ser cierto si la candidatura de Marco tiene fuerza.

-¿Y eso implica que sea Marco quien pase a la segunda vuelta en vez de Frei?

El objetivo es pasar a segunda vuelta, y desde ahí articular una nueva mayoría progresista.

De la farándula al chavismo

-En el comando de Frei se quejan de que Marco no va a la pelota sino a las canillas.

Marco no ataca a Frei. Hubo mucha discusión sobre lo que pasó en Paz Ciudadana, donde Marco dijo que le parecía una señal delicada que se indultara a un narcotraficante. Y eso es un juicio político, no es atacar. Fue Frei el que dijo que Marco era vocero de la derecha.

-Rodrigo Danus quedó fuera del círculo de hierro de Marco. ¿Lo sacaron porque representa algo que no les gusta, como es la farándula?

-No creo que eso explique la ausencia de Danús en el comando. Marco lleva meses construyendo un discurso político con el que Danús tiene que poco que  ver, él apoyó a Pinochet. Si bien hay gente de la sensibilidad de centro derecha que apoya a Marco…

Pero si esta candidatura es de futuro, ¿no da lo mismo a quien se apoyó hace 20 años?

 –Los énfasis de Danús eran distintos a los que se estaban poniendo en el comando en términos de lo que Marco representa. Las afinidades con otros sectores son mayores que con Danús y eso se ha privilegiado.

-¿Eso quiere decir que Marco tiene más afinidad con la agenda chavista de Marambio?

-No creo que Max Marambio tenga afinidad con la agenda chavista, él tiene una afinidad con Cuba y una amistad con Fidel Castro. Marambio representa una sensibilidad de izquierda dentro del comando, pero creo que Marco no tiene nada que ver con el proyecto que Chávez representa para América Latina. Marco valoriza mucho la democracia, la libertad de expresión, el pluralismo a nivel de medios de comunicación, cosas que hoy Chávez no representa.

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