Si se miran aritméticamente, las encuestas del súper martes, parecen dar la razón a los expertos, todas dan, con distintos rangos una ventaja de Piñera sobre Frei en segunda vuelta y en términos de tendencia, pareciera que se rompe el empate técnico que perdura varios meses y que arrojó la CEP. ¿Eso implica que la segunda vuelta es carrera ganada? Para nada.
La semana pasada puede ser recordada como una supersemana de encuestas, salieron cuatro casi al mismo tiempo. La mayor explosión desde la encuesta CEP, lo que obviamente provocó una oleada de comentarios en el mundo virtual y real, con una conclusión: Frei es el gran perdedor, MEO se ha convertido en un candidato competitivo y la segunda vuelta tiene la balanza del lado de Piñera. ¿Es definitiva esta conclusión rápida obtenida del súper martes de encuestas?
Es curioso que esta reflexión sea muy distinta de la que provocó la reciente encuesta CEP, donde parecía que Frei había obtenido el tiempo que necesitaba para armar un buen comando, una lista parlamentaria competitiva y con ello dar el repunte necesario para obtener un buen resultado en primera vuelta. Fue el momento donde el comando de Frei cantó victoria, e incluso Piñera tuvo que decir que la contienda era dura.
Las encuestas constituyen una foto del momento, demasiado cambiante en esta campaña tan larga. Algunas claves merecen ser miradas: Primero, el hecho que el candidato de la Concertación no aparezca como triunfante y que un outsider proveniente de la coalición de gobierno tenga un voto consolidado de más de 15 puntos. Esto ha abierto una serie de especulaciones, que han podido ser medidas en un experimento de crowdsourcing realizado por el departamento de Economía de la Universidad de Chile, denominado Bolsa Electoral, que asocia un mercado de apuestas asociado a la elección presidencial y donde participan 4 mil expertos. Como se transan los bonos hoy, ese mercado arroja a Piñera con una ventaja clara sobre Frei en segunda vuelta.
Si se miran aritméticamente, las encuestas del súper martes, parecen dar la razón a los expertos, todas dan, con distintos rangos una ventaja de Piñera sobre Frei en segunda vuelta y en términos de tendencia, pareciera que se rompe el empate técnico que perdura varios meses y que arrojó la CEP.
¿Eso implica que la segunda vuelta es carrera ganada? Para nada, la evidencia de las dos segundas vueltas anteriores indica lo contrario. Tanto en el año 1999, como en año 2005 se dieron cruces de votos que no son explicables mediante la suma aritmética simple, como algunos han concluido de las recientes encuestas. Sucede que la segunda vuelta es otra elección no medible en encuestas de primera vuelta, donde hay más participación de electores y donde finalmente, como dijo el Presidente Lagos, se vota muchas veces por la menos mala de las alternativas. Tanto el comando de Piñera como el de Frei, y tímidamente el comando de Marco Enríquez-Ominami han dado señales de que esa es la verdadera elección. Un elemento que aporta a la incerteza se puede ver en que la cantidad de indecisos de segunda vuelta es mayor que los de primera.
Es de esperar que en esa visión de largo plazo los candidatos se centren en el Chile del Bicentenario y no en lo malo que sería para Chile que el otro llegara al poder. De hecho, la serie de ataques personales que precedió a esta encuesta parece no tener impacto alguno en quienes fueron víctimas de ello. Según la encuesta de la UDD, la gran mayoría de los ciudadanos mantiene su opinión respecto a los candidatos después de los cuestionamientos a Karen, el indulto a un narcotraficante o el caso del Banco de Talca y un 85% evalúa como mal o muy mal dichos ataques. Hay mucho que discutir: cambios en la Constitución, solución de verdad al problema mapuche, decisiones sobre energía y crecimiento, renovación de la clase política, mejoras sustanciales en la educación incluyendo el Estatuto Docente, reformas tributarias, flexibilidad laboral, entre otras conversaciones necesarias hoy. Los ciudadanos querrán saber, con justa razón, cuál es el más capacitado para resolver sus problemas, más allá de las apreciaciones personales que tenga de cada uno de ellos.
*Carlos Correa B. es analista electoral de Imaginacción Consultores.
