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Greenpeace critica mutismo de Chile en negociaciones para cumbre del Cambio Climático

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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El coordinador político para América Latina de la ONG ambientalista, Gustavo Ampugnani, explica que hasta el momento nuestro país no ha tenido un rol activo en las reuniones que se han realizado al respecto. En medio del Foro Iberoamericano de ministros de Medio Ambiente que hoy culmina en Santiago, el ecologista señala que esperan que antes del encuentro en Dinamarca, Chile entregue una posición mucho más clara.


Desde 2007 el coordinador político para América Latina de Greenpeace Internacional, Gustavo Ampugnani, es el encargado de dar seguimiento al desempeño de los países latinoamericanos en el marco de las negociaciones sobre Cambio Climático que se están desarrollando al interior de Naciones Unidas.

Por eso aterrizó en Chile hace unos días, donde se está desarrollando el IX Foro Iberoamericano de ministros de Medio Ambiente, que culmina hoy y que según el ecologista, «aporta información hacia lo que están pensando los países en la región con respecto a los resultados que pueda haber en diciembre en Copenhague».

Junto a otras organizaciones, como WWF, Germanwatch, Fundación David Suzuki, y el Instituto de Ecología de Ucrania, elaboraron un tratado que resume los resultados que esperan para la XV Sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático en Copenhague. El documento fue presentado a varios países en los últimos dos meses.

En conversación con El Mostrador, Ampugnani  explicó el rol que enfrentarán los países desarrollados y en vías de desarrollo frente al cambio climático. Y manifestó su preocupación por el mutismo que ha mantenido Chile en las reuniones preparatorias al acuerdo Post Kioto, que se han llevado a cabo en Bonn y que culminarán en Tailandia y Barcelona.

-¿Existe preocupación sobre las consecuencias en países en vías de desarrollo en virtud de las decisiones que se tomen en Copenhague?

-Por supuesto: lo que pase en Copenhague va a impactar e influir en nuestros países. Fundamentalmente por los compromisos que asuman o dejen de asumir los países desarrollados, que son los responsables históricos del calentamiento global y el consecuente cambio climático.

Los países de América Latina son altamente vulnerables a los impactos del cambio climático, pero son menos responsables de este problema. Por eso mucho de lo que les suceda va a depender no sólo de las reducciones drásticas que hagan los países desarrollados sino de los aportes financieros que inyecten para que se puedan tomar acciones de adaptación y mitigación.

-¿Cuáles son las medidas que los países desarrollados y «culpables» del cambio climático deben asumir?

-Pedimos que reduzcan sus emisiones en al menos un 40 por ciento para 2020 con respecto a los niveles de 1990. Y de 95 por ciento a 2050. Con respecto al financiamiento para los países en vías de desarrollo, se debería contar con al menos unos 140 mil millones de dólares anuales hasta 2020, para que puedan implementar acciones necesarias para enfrentar el cambio climático.

Apelamos mucho a este llamado de asumir la responsabilidad que tienen los países que han contaminado. Creemos que son los principales responsables de este planeta.

-¿Y qué pasa con los que están en vías de desarrollo, como Chile?

-En el caso de estas naciones las proyecciones indican que para 2020 sus emisiones serán mayores que hoy. Sabiendo eso, pedimos que en la curva de emisión ese aumento sea 15 o 30 por ciento menor. Es decir, un  desvío del punto dónde estaríamos en esa fecha si no tomáramos ningún tipo de acciones.

-¿Habrían distintos parámetros para los países en vías de desarrollo dependiendo de sus aportes de gases de efecto invernadero (GEI)?

-Al interior del grupo algunos van a tener que hacer  un mayor desvío que otros. Por ejemplo, México o Brasil tienen más emisiones que otros, entonces se esperaría que hagan mayores esfuerzos para desviarse.

-En el caso de Chile, que postula a la OCDE, lo más probable es que si ingresa deba cumplir estándares más exigentes en cuanto a sus emisiones.

Sin duda habrá presiones. Es lo que está viviendo México hoy, que entró a la OCDE en 1992 y a principio de año se le dijo de forma muy explícita que tiene que reducir sus emisiones.

Eventualmente esta exigencia también se le hará a Chile, sobre todo porque  ahora el tema es mucho más grave que lo que se consideraba anteriormente.

Aunque los países en vías de desarrollo no estén obligados en principio a bajar sus emisiones, se prevé que los países desarrollados impulsen exigencias, como la huella de carbono, lo que a la larga repercutirá en las exportaciones y las economías de naciones más pobres.

-Nuestros países, que no cuentan con los recursos y tecnologías para hacer cambios productivos tan rápidos y pasar a una economía baja en carbono, tienen que ser apoyados con recursos financieros.

Esto va a permitir que economías como la chilena, mexicana, uruguaya o argentina puedan seguir siendo competitivas desde su óptica en el mercado, con productos bajos en carbono. Pero para eso tienen  que ir cambiando los procesos de producción, para lo que se necesita tecnología y dinero.

El mutismo de Chile

En el caso de Latinoamérica las discusiones internas son bastantes disímiles con respecto a Copenhague, además de lentas. ¿Cuál es su evaluación sobre como está enfrentando Chile estas negociaciones?

En las reuniones preparatorias de este año Chile ha estado bastante silencioso desde mi punto de vista. No es un país que pida el micrófono para hablar. Nos gustaría conocer a profundidad la posición que va a llevar a Copenhague. La desconocemos actualmente.

-¿Por qué?

No lo hemos escuchado en los foros de discusión como a otros países. Entendemos que la posición de Chile está en línea con la de los 77 y China. Sabemos que está altamente preocupado por los efectos del cambio climático y que tiene la voluntad de construir consensos, pero no tenemos un documento de su posición que nos diga qué está pensando.

-¿Qué esperan exactamente?

Esperamos que antes del encuentro en Barcelona, el gobierno chileno entregue una postura mucho más clara respecto a las negociaciones, tal como lo ha hecho México, Brasil, Bolivia, Panamá o Costa Rica, sobre todo en temas forestales.

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