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El fracaso de los asesores comunicacionales

Carlos Correa B.
Por : Carlos Correa B. Ingeniero civil, analista político y ex Secom.
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El único que no tenía un ejército de asesores detrás salió airoso del debate, yendo a temas de fondo, eludiendo hábilmente temas complejos para su coalición como lo es la necesaria modificación del Estatuto Docente si se quiere una reforma en serio de la educación. Los otros candidatos, salvo pinceladas de temas de fondo, quedaron atrapados por los cuidados del sacristán.


Con mucho bombo se anunció en varios medios de comunicación la guerra de asesores comunicacionales que rodeaban a cada uno de los candidatos. Evidentemente en una época de una prensa mucho más mordaz, de ciudadanos muchos más exigente en materias de información, y sin duda de una herramienta tan ágil como twitter, los candidatos están sometidos a mayor presión para poder estrujar al máximo todas las tácticas y estrategias comunicacionales que tienen los asesores en su maletín. El formato rígido, de poco tiempo para los candidatos, obligaba también a dar titulares concisos y que resumieran todo lo que querían decir. Una habilidad propia de los milenarios poetas japoneses de haikus.

En varios medios de comunicación se especuló mucho sobre quienes estaban en el camarín e iban a ser más influyentes en las cuñas que iba a decir cada candidato, lo que se evidenció al principio del debate, incluso en la vestimenta y peinado de cada uno.

En esta megapelea de estrategias comunicacionales, Arrate parecía el invitado innecesario, presente solo por la corrección política mínima para guardar las formas. Comunicacionalmente, sin asesor alguno, es el gran ganador, el tiempo dirá si podrá capitalizar políticamente sus certezas en el debate.

Eso explica entonces el acartonamiento de los candidatos, y también que el único que no tenía un ejército de asesores detrás, Jorge Arrate, haya salido airoso del debate, yendo a temas de fondo, eludiendo hábilmente temas complejos para su coalición como lo es la necesaria modificación del Estatuto Docente si se quiere una reforma en serio de la educación. Los otros candidatos, salvo pinceladas de temas de fondo, demasiados atrapados por los cuidados del sacristán.

Pero yendo a los temas que finalmente salieron, pese a que el formato favorecía a la cuña y por tanto a las técnicas comunicacionales, hay varios que serán tema de campaña. El primero y más notorio es el concepto que la corrupción no es sólo un tema del sector público, sino también del sector privado. Numerosos hechos recientes que implican abuso de poder, de posición dominante o de uso de información privilegiada muestran lo débil que es la legislación chilena al respecto y la necesidad de normas más estrictas, con el objeto de no sólo defender a los más débiles en el mercado, sino al mercado mismo. Hay mucha experiencia en los países desarrollados que urge replicar en nuestro país. No sería de extrañar que un caso como Arthur Andersen, con un daño económico de proporciones, pueda darse en Chile si no tomamos las medidas correspondientes. En ese sentido son válidos, y oportunos los cuestionamientos del senador Frei sobre la mención a Piñera en el informe de Transparencia Internacional y las reflexiones morales de Marco Enríquez-Ominami sobre el tema.

Otro asunto que quedó dando vuelta es la capacidad de los candidatos de hacerse cargo de promesas ambiciosas planteadas como cuñas comunicacionales. Muchas de ellas requerirán cambios en la legislación y complejos consensos políticos como una reforma tributaria, cambios en el Código del Trabajo, una modificación al Estatuto Docente o modificación a nuestro sistema de salud. No hubo referencia alguna a las reformas que serán necesarias, como se lograrán los acuerdos para ella y cómo se financiará. Sin ese fondo, las cuñas quedan solamente como argumentos para la galería y no como el inicio de discusiones necesarias.

Piñera dejó pasar una oportunidad preciosa con dos casos de delincuencia muy recientes, como la mujer baleada en La Legua y la menor violada en La Reina. Ambos casos tienen en común que personas fueron víctimas de la delincuencia simplemente porque ocuparon espacios públicos que les pertenecen y a las que el Estado debe garantizar su derecho a estar en ellos a la hora que quieran. En un tema donde las encuestas lo muestran como el más capaz para hacerse cargo, simplemente aludió al titular de la puerta giratoria que suena a disco rayado.

Serán bienvenidos otros debates donde estas asignaturas pendientes puedan entrar al ruedo para que los candidatos puedan exponer el fondo de ellas y no repetir otro formato más favorable a las técnicas comunicacionales.

*Carlos Correa es analista electoral de Imaginacción Consultores.

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