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Las salidas de libreto de Vidal que hacen sudar a la Cancillería

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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Primero fue el anuncio de la compra de aviones F-16 a Holanda en abril pasado. Luego la comparación de la propuesta peruana para evitar la carrera armamentista en septiembre con el pacto de no agresión Hitler-Stalin. Ambas le valieron la recomendación de La Moneda y del propio canciller Mariano Fernández, de que se mantuviera lejos de la estrategia para hacer frente a la acusación de espionaje formulada por el gobierno de Alan García.


En el gabinete del ministro de Relaciones Exteriores, Mariano Fernández, ya se ha hecho cotidiano que algunos funcionarios hagan el gesto de taparse las orejas, como si algo fuera a explotar, cuando el titular de Defensa, Francisco Vidal, emite declaraciones.

Y es que en los últimos meses la Cancillería ha tenido que desabollar varias hendiduras que Vidal ha provocado en el chasis de la política exterior, principalmente con Perú y también con algunos países europeos. «En ocasiones es poco prudente y parece hablar más rápido de lo que piensa», reconoce una fuente del Minrel.

En el edificio Carrera se recuerda con claridad  cuando «Pancho», reveló la compra de los F-16 a Holanda, provocando una andanada de declaraciones desde Perú sobre el «armamentismo» chileno, además del desmentido de las autoridades del país europeo sobre el contrato. Y como todo problema es una oportunidad, el abanderado de la derecha, Sebastián Piñera se sumó a las críticas.

En esa ocasión, comentan en Cancillería, hubo que hacer llamados a la embajada holandesa en Chile y a nuestra legación diplomática en Holanda para matizar la situación con las autoridades europeas, mientras que en el gobierno se resolvió que fuera el propio Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea (FACh), general Ricardo Ortega, quien apareciera confirmando los hechos. Lo anterior, como una forma de blindar de las críticas a Vidal.

Fuentes del Minrel reconocen que el impasse fue desagradable y provocó más de una «incomodidad», que incluso llegó a oídos de la Presidenta Bachelet. «Pero no pasó nada, porque Vidal es el regalón de La Moneda», se indicó.

Palabras filosas

 «Puede ser un gran ministro de Defensa, pero no maneja los códigos diplomáticos y eso en ocasiones complica», dice otra fuente de la Cancillería.

El último episodio complejo fue en septiembre pasado, en medio de la polémica que se generó con Perú por el ejercicio militar Salitre 2009, en el norte del país. En esa ocasión Perú pidió un pacto de no agresión sobre el que Vidal hizo una comparación poco feliz, analogándolo al firmado por Hitler y Stalin, antes de la Segunda Guerra Mundial.

«Recuerdo el pacto de la Alemania nazi y la Unión Soviética, ahí había pacto de no agresión. Chile no agrede a nadie, defiende lo que tiene y punto», agregó Vidal en la oportunidad.

La frase, dicen en Cancillería, cayó como un balde de agua fría y obligó a generar una estrategia para enfrentar las declaraciones de su par de Defensa peruano, Rafael Rey, quien convirtió el problema en una oportunidad, señalando que  había que evitar el armamentismo en la región, debido a los altos niveles de pobreza existentes, aludiendo a la renovación de material de guerra de las fuerzas armadas chilenas.

El tema fue escalando diplomáticamente. Desde Cancillería aseguraron que fue Mariano Fernández quien manifestó sus aprensiones a Bachelet, quien a su vez advirtió a Vidal que moderara sus dichos. Y así lo hizo: «No voy a hablar una coma más sobre política exterior, para eso está el canciller».

Y en los últimos días nuevamente Vidal fue cuestionado, aunque la molestia no llegó desde La Moneda, debido a la entrevista que otorgó el nuevo Comandante en Jefe de la Armada, almirante Edmundo González, a la revista Sábado de El Mercurio.

Si bien es cierto el contexto de la entrevista fue un recorrido sobre el rol de la institución en la dictadura militar, entre otros tópicos González terminó hablando sobre la demanda que enfrenta Chile ante la Haya, presentada por Perú.

En Cancillería nadie sabía de la entrevista hasta que apareció, reconocen las fuentes consultadas por este diario, por lo que los comentarios, nuevamente fueron negativos hacia Vidal. Esta vez, eso sí, por la falta de autoridad con el marino, quien habló sobre temas de política exterior que sólo competen al Canciller.

De allí que en medio de la crisis diplomática por el caso de espionaje denunciado por el gobierno de Alan García, Vidal esté mantenido un bajo perfil. Según se indicó, por expresa petición de Fernández a La Moneda. «Este tema debía manejarlo Bachelet y Mariano Fernández y nadie más. Cualquier salida de libreto debe estar coordinadísima, por lo que Vidal no entra en el diseño para hacer frente a las acusaciones de espionaje», asegura una alta fuente del Minrel.

En todo caso, se reconoce que, en parte las Fuerzas Armadas y en parte Vidal, son responsables de una política comunicacional positiva que busca contener y advertir al mundo castrense peruano, ya que si se revisan las últimas fotografías de la mayoría de los ejercicios o ceremonias, los efectivos chilenos aparecen con tenidas de combate con el mimetismo diseñado para un combate en el norte del país.

Quizás por esta razón, Vidal está claramente más cómodo en el mundo militar. La misma comodidad que demostró una vez durante la celebración de su aniversario de matrimonio, luego de haber recibido de regalo una guaripola de parte del ex subsecretario del Interior, Felipe Harboe. En la oportunidad, Vidal desfiló, cual tambor mayor, rindiendo honores a los presentes. Sin duda, otro tipo de diplomacia.

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