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Organizaciones ambientalistas recomiendan excluir la salmonicultura del borde costero magallánico

La organización Oceana advirtió que la contaminación que produce ese tipo de instalaciones podría poner en riesgo la disponibilidad de alimentos de animales como delfines, ballenas y aves y advirtió que las actividades económicas sustentables como el turismo y la pesca «son incompatibles con la salmonicultura”.


Diversas organizaciones, entre ellas Oceana, Fundación Yendegaia y la Cámara de Turismo de Punta Arenas, recomendaron la semana pasada excluir la salmonicultura de las actividades productivas propuestas para el borde costero de la Región de Magallanes.

En el “Taller de Zonificación del Borde Costero para el Sector Privado de la Provincia de Magallanes”, organizado por el Gobierno Regional de la Duodécima Región, Oceana y la Fundación Yendegaia expusieron los argumentos científicos que hacen recomendable excluir la actividad salmonícola en dicha región.

Este taller se enmarca dentro del Proceso de Zonificación del Borde Costero de la Región de Magallanes y Antártica Chilena, tras el cual se definirán los distintos usos productivos que se le dará al sector costero de esa región, como el turismo, pesca, áreas de manejo y explotación de recursos bentónicos, o concesiones marítimas y de acuicultura, entre otros.

Oceana, organización internacional de conservación marina, y Fundación Yendegaia, preocupados por la inminente expansión de la industria salmonícola que, a la fecha, solicitó aproximadamente 1.500 concesiones en la Región de Magallanes, advirtieron sobre los impactos que tendría la salmonicultura en los ecosistemas costeros y, en particular, en el Área Marina Costera Protegida (AMCP) y Parque Marino Francisco Coloane.

Matthias Gorny, director científico de OCEANA, señaló que “Dadas las características hidrográficas del estrecho de Magallanes, no se puede asumir que los restos de alimento y fecas provenientes de los centros de cultivo que quieren instalarse en algunos canales y senos conectados al Estrecho, se diluirán y distribuirán. Al contrario, se puede deducir que éstos se dirigirían hacia la isla Carlos III, aledaña al AMCP Francisco Coloane”.

A juicio de las organizaciones, los ecosistemas marinos del estrecho de Magallanes y sus alrededores se deben considerar en su totalidad como ecosistemas marinos vulnerables que albergan una gran diversidad de fauna y flora marina, única en su composición. Dentro de ella destacan los corales de aguas frías, las inmensas praderas de macroalgas, las numerosas especies de ballenas y delfines, y gran cantidad de especies de aves dentro de las cuales, a su vez, destaca la diversidad y la abundancia más alta de pingüinos en Chile.

“La contaminación de unos 7 centros salmoneros solicitados en el seno Skyring y alrededores (provincia de Punta Arenas), equivaldría a la de una ciudad de aproximadamente 600.000 habitantes. Ya conocemos los impactos ecológicos que genera esta actividad, entonces sería absurdo que el Gobierno aceptara la instalación de centros de cultivo en lugares como el seno Otway, donde existe una importante colonia de pingüinos de Magallanes que se ha transformado en un gran atractivo a nivel mundial”, agregó Gorny.

Así como el seno Otway y seno Skyring, Oceana destacó la existencia de otros lugares reconocidos nacional y mundialmente por la alta presencia de delfines, ballenas y aves. “La abundancia de estos animales se explica por la alta disponibilidad de alimento que encuentran ahí y que disminuiría o desaparecería con la contaminación de los aguas. No se puede cometer con Magallanes el mismo error que se cometió con la Región de Los Lagos.  Estamos a tiempo para salvar estos ecosistemas y las actividades económicas sustentables como el turismo y la pesca, que son incompatibles con la salmonicultura”, señaló por su parte Alex Muñoz, director ejecutivo de Oceana.

Esta postura fue compartida por los representantes del sector del turismo y por el Sindicato de Tripulantes de Naves Pesqueras especiales de Punta Arenas, quienes se opusieron categóricamente al otorgamiento de concesiones salmoneras en la Región de Magallanes. Ante la mayoritaria oposición, el sector salmonero decidió retirarse del taller antes de su término.

Por último, cabe destacar que Oceana fue invitado por la Cámara de Turismo de Puerto Natales a informar y asesorar al sector del turismo y de la pesca artesanal de esta localidad, sobre los problemas que derivarían de la instalación de la industria salmonícola en esa provincia.

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