Ello, debido al «acoso sostenido de parte de algunos medios y publicaciones que faltan a la verdad y que aunque se desmientan, ya han conseguido dañar a mucha gente».
El ex sacerdote jesuita alemán Wolfgang Statt, presuntamente implicado en los abusos sexuales en colegios de la Compañía de Jesús en Alemania que más de 20 años después han salido a la luz, abandonó Chile el pasado 30 de enero rumbo a Buenos Aires y negó las acusaciones que pesan sobre él.
Así lo señala el diario digital Morrocotudo, de la ciudad chilena de Arica, que publica una carta de Statt, en la que el ex sacerdote asegura que los últimos días han sido «muy tristes» para él y su familia.
Ello, debido al «acoso sostenido de parte de algunos medios y publicaciones que faltan a la verdad y que aunque se desmientan, ya han conseguido dañar a mucha gente».
«Yo estoy en paz, lo cual no significa que no vaya a dejar de tomar las acciones necesarias hacia quienes han faltado públicamente a la verdad, involucrándome en hechos muy graves», indicó el alemán, quien trabajó en centros de enseñanza jesuitas de Arica, al norte del país, entre 1985 y 1991.
Se cree que Wolfang Statt es «Wolfang S.», un ex sacerdote jesuita que está en el centro del escándalo que estalló en Alemania la semana pasada y que en una entrevista publicada esta semana por el semanario «Der Spiegel» admitió haber abusado sexualmente de menores y además dijo que en 1991 informó a sus superiores de ello.
Según el jefe de la Orden de los Jesuitas en Alemania, Stefan Dartmann, que recientemente informó de los abusos registrados en los años 70 y 80 en colegios jesuitas y pidió perdón a las víctimas, también hubo casos en España y Chile, donde Wolfang S. pasó temporadas a partir de 1985.
El martes pasado, el caso estalló cuando una radio informó de que el sacerdote vivía en complejo residencial para ancianos en el acomodado barrio de Las Condes, en el sector oriente de la capital, aunque en el lugar desconocían su paradero desde hace días.
El ministro del Interior en funciones, Patricio Rosende, confirmó ayer que Statt dejó el país a finales de enero y aseguró que el Gobierno se ha puesto en contacto el embajador en Alemania y con la policía, aunque no hay ninguna denuncia en su contra.
«No tenemos ninguna denuncia en Chile de delitos cometidos por esta persona en los año que ejerció (el sacerdocio), ni en Arica ni en Santiago. No tenemos ningún registro ni ninguna querella respecto de esta persona», indicó Rosende.
«Mientras no tengamos una denuncia concreta respecto de estos casos en que haya algún delito, algún aviso respecto de esta persona, vamos a actuar como corresponde», agregó.
En la carta al diario ariqueño, el ex sacerdote alemán agradeció las muestras de apoyo recibidas de parte las «amigas y amigos de Arica y Parinacota», y confió «en que la gente que me conoce sabrá discernir ante esta penosa situación».
