«Por supuesto que me sorprendió, nunca se me ocurrió, nunca se me pasó por la cabeza que un militante concertacionista hubiera aceptado -integrar un gobierno de la derecha-, pero es una decisión personal, individual y que no compromete a nadie más que a él», dijo el titular del Interior respecto a la decisión del futuro ministro de Defensa y renunciado militante de la Democracia Cristiana.
El ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, reconoció este miércoles que la noticia de la incorporación de Jaime Ravinet al gabinete del presidente electo Sebastián Piñera lo tomó por sorpresa, aunque consideró que se trata de un episodio con «escasa significación política en el largo plazo».
El secretario de Estado abordó el tema luego de reunirse con quien será su sucesor en La Moneda a partir del 11 de marzo, Rodrigo Hinzpeter, con quien continuó el trabajo de coordinación para el traspaso del gobierno a las nuevas autoridades.
Pérez Yoma dijo que como ministro de la Presidenta Michelle Bachelet no le corresponde emitir juicios respecto a la situación del ex alcalde de Santiago y también ex titular de Defensa durante el gobierno de Ricardo Lagos, quien en un mes más se hará cargo de la misma cartera.
«Nosotros no nos vamos a referir a ese tema, no nos corresponde. El presidente electo es dueño de elegir el gabinete que él estime conveniente y nosotros no tenemos nada que decir sobre ese tema», dijo.
Sin embargo reconoció que en lo personal el hecho lo sorprendió, sibre todo porque ambos compartían la militancia demócrata cristiana y trabajaron varios años para los gobiernos de la Concertación.
«Por supuesto que me sorprendió, nunca se me ocurrió, nunca se me pasó por la cabeza que un militante concertacionista hubiera aceptado -integrar un gobierno de la derecha-, pero es una decisión personal, individual y que no compromete a nadie más que a él», enfatizó.
En tanto, Pérez Yoma descartó que el Ejecutivo haya recibido reproches de parte de las autoridades entrantes por la forma en que se está llevando a cabo la transición para poner fin a la administración de Bachelet y dar inicio el 11 de marzo a la de Sebastián Piñera.
Por el contrario, afirmó,»lo que recibimos fue un agradecimiento de cómo se están haciendo las cosas y verdadceramente todo marcha sobre ruedas».
Y en un arranque de optimismo, justificó esta actitud afirmando que «nosotros estamos, como lo dije desde el primer día, empeñados en un traspaso de mando impecable y que todo resulte bien, porque nosotros quisiéramos en cuatro años que se nos entregue el gobierno de la misma manera como lo estamos recibiendo».
