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Aún quedan pueblos y villorrios en el suelo

A ocho días después de sufrir el quinto mayor terremoto de la historia, el país intenta superar la etapa más angustiosa y turbulenta de la tragedia para encarar un dificultoso proceso de reconstrucción. Sin embargo, aún hay pequeñas localidades de las cuales poco o nada se sabe, y que también presentan serios daños en sus infraestructuras y su población está prácticamente en la calle, reclamando por la ayuda que el Gobierno se ha comprometido a entregar a todos quienes sufrieron este embate de la naturaleza.


Todo comenzó a gestarse el pasado sábado 27 de febrero, a eso de las 03:34 horas, cuando el país más sísmico del mundo sufrió uno de los movimientos telúricos más fuerte de la historia reciente, con 8,8 grados Richter que liberó una energía 50 veces superior a la producida por el sismo que en enero devastó Haití.

En tan solo dos minutos y medio, extensas zonas del centro y sur del país quedaron destruidas. Pero lo peor estaba por venir, ya que a pocos minutos del temblor se produjo un tsunami del que las autoridades no fueron capaces de avisar a la población de los pueblos costeros, provocando más muertos.

Las pérdidas económicas son imposibles de cuantificar luego del desastre y llevará mucho tiempo en hacer un catastro de los daños que dejó el terremoto. Sin embargo, firmas estadounidenses especializadas en estimaciones de riesgo calculan que los daños ocasionados por el sismo podrían ascender a 30.000 millones de dólares.

A la destrucción que dejó el violento sismo se suma el maremoto que lo sucedió, que llevó al mar a internarse varios kilómetros tierra adentro. Los servicios de la Armada no alertaron oportunamente a la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).

Las enormes olas arremetieron sobre numerosas localidades costeras de las regiones del Maule y Bío Bío, siendo arrasadas completamente. La cantidad de víctimas mortales y desaparecidos aún no ha sido cuantificada, debido a que el recién el jueves pasado el mar comenzó a devolver los cuerpos de las infortunadas víctimas.

Localidades huérfanas

Durante toda la semana se ha conocido los casos de Concepción, Talcahuano, Iloca, Dichato, Talca, Constitución, entre otras, pero aún hay localidades dentro de estas regiones como de la Sexta que se desconoce qué pasa con sus habitantes y si requieren ayuda.

Tal es el caso de las localidades de Santa Cruz como Apalta, La Lajuela, Isla de Yáquil y Chomedahue, las cuales no se sabe la verdadera destrucción que el terremoto provocó en estas zonas.

También está el caso de Palmilla y sus cercanías como Rinconada de Palmilla, la cual tiene el registro de un fallecido; Huique, donde se ubica el Museo del Huique que fue afectado por el terremoto, San Francisco del Huique, Los Maquis y Agua Santa, las cuales los medios informativos no han dicho nada.

La casa del cineasta y ex alcalde de Palmilla, Miguel Litin, en San Elías, localidad de la comuna de Palmilla, sufrió grandes daños estructurales, quedando un alto porcentaje de la casona en el suelo.

El municipio de Palmilla mantiene en su página web www.munipalmilla.cl, un llamado a la solidaridad de quienes no resultaron afectados por el sismo, solicitando alimentos no perecibles, planchas de zinc, maderas y ropa de cama.

Chépica, en tanto, presenta un catastro, hecho por el departamento de Emergencia de la municipalidad, de  1.300 casas en el suelo, mientras que su edificio consistorial se encuentra inhabitable y la tradicional iglesia se derrumbó por completo.

Otra de las localidades de las cuales se desconoce la verdadera envergadura de la catástrofe son Cunaco y Nancagua. En la primera existen dos fallecidos, mientras que en Nancagua hay cuatro.

Además, está San Pedro de Melipilla (al interior de Melipilla, camino de la Fruta) lugar con poco acceso, comuna de agricultores donde solo han recibido ayuda solicitada por el Municipio con la campaña de la Parroquia San Miguel Arcángel, de la comuna de San Miguel.

Acá se necesitan urgente mediaguas, alimentos, agua, remedios, no hay electricidterremoto-sanvicentetaguatagua1ad y servicios básicos. Este pueblito es uno de los más pobres y afectados de la zona.

Por su parte, en San Vicente de Tagua Tagua sus habitantes aseguran que cerca de un 80% de las casas de esta ciudad con «historia arqueológica», como dice su slogan en el sitio de la municipalidad, está en el suelo.

La queja de los vecinos es que ni el gobierno, ni el municipio han ido en ayuda de las personas cuyas viviendas están derrumbadas. Alegan también que no hay cuadrillas municipales que vayan en busca de eventuales víctimas que podrían estar sepultadas bajo los escombros.

Si se revisa la página web del municipio, www.msanvicente.cl, no hay ninguna referencia al terremoto o la destrucción que provocó. Esta situación también ocurre con la alcaldía de Coinco, en donde su principal noticia es la elección de reina y rey de las piscinas 2010.

Reconstrucción

Al menos cuatro años llevará el proceso de reconstrucción del país, según reconoció la propia Presidenta Michelle Bachelet.

Hasta el momento no se ha hecho un balance sobre cuánto costará ponerse nuevamente en pie, pero se espera que la catástrofe no afecte mucho su capacidad de recuperación de la reciente crisis económica.

En tanto, los expertos aún mantienen si variación sus pronósticos de reactivación para la economía nacional durante el 2010 y han revisado ligeramente a la baja su estimación de crecimiento de un 5,4% a un 5%.

Incluso precisan que será necesario un incremento del gasto público fuera del presupuesto de unos 5.000 millones de dólares.

Por su parte, los chilenos quieren levantar sus casas, escuelas y fábricas destruidas, lo cual se podrá realizar con los aportes del Estado y la Teletón que recaudó más de 30.000 millones de pesos.

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