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Bachelet confiesa que el terremoto le ha hecho replantearse su futuro

«El terremoto me ha hecho replantearme las opciones; quiero ser útil con la experiencia que he adquirido y con el cariño que le tengo a la gente», dijo la Jefa de Estado.


La Presidenta, Michelle Bachelet, confesó que el terremoto que azotó su país el pasado 27 de febrero ha cambiado los planes que hasta ese día tenía para cuando dejara la presidencia de la República, este jueves.

«El terremoto me ha hecho replantearme las opciones; quiero ser útil con la experiencia que he adquirido y con el cariño que le tengo a la gente», dijo Bachelet en una entrevista televisiva con «Don Francisco».

«Sin duda una quiere seguir aportando, pero afortunadamente este es un país en el que la democracia funciona y dentro de dos días habrá un cambio de mando», señaló en referencia a la investidura presidencial del empresario Sebastián Piñera, el primer presidente derechista que los chilenos eligen en medio siglo.

La mandataria se refirió a los duros momentos que le ha tocado vivir al final de su mandato a causa del terremoto de 8,8 grados de magnitud que devastó las regiones del Maule y Biobío, con un balance de medio millar de muertos y dos millones de damnificados.

«Lo duro es estar con tanta gente que lo ha perdido todo», confesó en entrevista con Mario Kreuzberger (más conocido como «Don Francisco») en un programa del Canal 13 llamado «Las dos caras de la moneda» y que el próximo viernes tendrá como invitado a Sebastián Piñera, quien para entonces ya será presidente.

Bachelet, a quien una encuesta realizada después del terremoto sigue atribuyendo un 84% por ciento de popularidad, defendió las decisiones que adoptó durante los primeros días de la catástrofe.

Recordó que en menos de una hora se presentó en la Oficina Nacional de Emergencia, en menos de seis horas declaró zona de catástrofe las regiones afectadas, y «en cuanto se pudo» viajó a las ciudades más damnificadas.

«No, no hubo descoordinación. Estuvimos donde había que estar y de inmediato», enfatizó la gobernante, quien agregó que «es absolutamente falso» que no quisiera echar mano de los militares para garantizar el orden y la seguridad después de que se produjeran saqueos en diversas ciudades tras el terremoto, como publicaron algunos medios estos días.

«Decir que yo tenía miedo de ver a los militares en la calle es un absurdo», enfatizó.

«Cuando la situación lo requirió declaramos estado de excepción por catástrofe», aseveró Bachelet, quien reconoció que «ha habido dificultades, confusiones y errores» y por eso, «en su momento, habrá que ver qué institución funcionó correctamente, cuál no, y por qué».

La entrevistada reconoció que la tragedia del terremoto es uno de los trances más difíciles de su mandato, junto con la devastación causada por la erupción del volcán Chaitén, en mayo de 2008, y el caos en la vida cotidiana de millones de santiaguinos que supuso la implementación del sistema de transporte conocido como «Transantiago».

Bachelet aprovechó para aclarar que no se marchará a Haití, aunque está dispuesta a ejercer una labor humanitaria en favor de los niños y mujeres de ese país caribeño, que en enero pasado también fue trágicamente golpeado por un terremoto.

Al recordar su paso por Villa Grimaldi (centro de tortura durante la dictadura en el que estuvieron recluidas ella y su madre, Angela Jeria), admitió que después de aquella experiencia hubo momentos en que sintió «mucha rabia».

Pero después se dio cuenta de que, aunque no hay que olvidar lo sucedido, Chile necesitaba perdonar. «Hoy nos vemos como adversarios políticos, pero no como enemigos», destacó la mandataria chilena.

«No me va a costar sacarme la banda (presidencial), no soy una persona que se maree en las alturas», aseguró Bachelet, quien se mostró reservada cuando «Don Francisco» le preguntó acerca de sus sentimientos amorosos.

«Estoy disponible, no me jubilo», respondió con humor.

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