Pese a que el ex jefe castrense desmintió haber sido contactado por el Gobierno para asumir el cargo, la aún vacancia sigue alimentando los temores en la oposición. Legisladores de la coalición que estuvo por 20 años en el poder afirman que es necesario dar un tiempo para que un ex militar asuma roles políticos, mientras que el oficialismo sostiene que esos resquemores se deben a un trauma con las Fuerzas Armadas que no ha sido superado.
La eventual designación del ex comandante en jefe del Ejército, Óscar Izurieta, para hacerse cargo de la subsecretaría de Defensa ha causado fuertes reacciones en la oposición que ha visto como una “imprudencia” del Gobierno el llamado para que el retirado general ocupe dicho puesto.
El diputado PPD, Patricio Hales, explicó que los militares que dejan las filas no son “eunucos” políticos, por lo que tienen pleno derecho a participar de estos temas, pero que es incorrecto que estando dentro de las instituciones castrenses se acordaran con políticos “que los esperen en la puerta de los cuarteles después de convocarlos en las sombras para sus proyectos partidarios”.
Hales pidió al gobierno que entregue lo más pronto posible el nombre del nuevo subsecretario de Defensa, rechazando tajantemente que sea Izurieta quien asuma ese puesto.
“En medio del cariño con que la población aplaude especialmente al ejército, en unidad nacional sin distinción política, sorprende que Piñera pudiera decidir involucrar en la política, al reciente retirado Comandante en Jefe del Ejército don Oscar Izurieta, y a tan pocos días de abandonar el mando militar”, afirmó.
Explicó que sería importante que el ex jefe militar “instale su retiro y se distancie, en espacio y tiempo, de la sólida y obediente red de mando militar que conducía recién, antes de pasar a un mando político”.
La base jurídica
A su vez, el diputado DC Jorge Burgos basó su molestia con un argumento jurídico, mencionando la ley 19.880 y su artículo 4 respecto al procedimiento administrativo.
“El procedimiento administrativo está informado por varios principios, uno de ellos, es el de la abstención, siendo aquél que obliga a las autoridades y los funcionarios de la administración a abstenerse de intervenir en el procedimiento, constituyendo la obligación de comunicarlo al superior inmediato”, precisó.
Respecto a la abstención, el parlamentario dijo que este “se produce cuando la persona que tiene que participar en el acto tuvo relación una con persona natural o jurídica interesada directamente en el asunto o, en su defecto, haberle prestado, en los dos últimos años, servicios profesionales de cualquier tipo y en cualquier circunstancia o lugar”.
“Imagínese la situación en que se pone a una persona que va a ser subsecretaria del Ministerio de Defensa y que ha tenido en los dos últimos años, directa relación con el Ejército, va a vivir absteniéndose, esto es absolutamente inconveniente”, aseguró Burgos.
Por su parte, el socialista Carlos Montes planteó que existe un vacío en la legislación que debe ser subsanado lo antes posibles.
“Para el futuro debe haber un periodo indicado por ley que limite a las autoridades militares para cumplir roles políticos, así como lo hay para una serie de otras funciones. Se debe normar este aspecto también para los militares”, declaró.
La defensa del oficialismo
En la derecha, las voces por el nombramiento también se han sentido, pero a favor. El UDI, Eugenio Bauer, consideró la crítica de la oposición a que aún no supera su trauma con las Fuerzas Armadas.
Estimó que el ex comandante en jefe del Ejército es una carta idónea para asumir esas funciones.
Bauer agregó que Izurieta actualmente es un ciudadano más y, por lo tanto, tiene todo el derecho a participar en política o en la actividad que quiera.
