El secretario de Estado dijo que se enteró al día siguiente del accidente que había protagonizado el cantante y que le comunicó por teléfono a Sebastián Piñera, cerca del mediodía del 3 de octubre, que su hermano se encontraba internado en la clínica. El entonces director médico de la Clínica Las Condes negó que se haya demorado a propósito la alcoholemia al «Negro» y sostuvo que el examen se le habría practicado, junto a la constatación de lesiones, si hubiera ingresado por el servicio de urgencia y no como lo hizo, directamente por prescipción médica a causa de un dolor de espalda.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, entregó detalles este lunes de la declaración que prestó ante el fiscal Alejandro Sánchez y en calidad de testigo por la tardanza con que se practicó el 3 de octubre del año pasado una alcoholemia a Miguel Piñera, luego del accidente de tránsito que éste protagonizó la noche anterior y luego del cual se internó en la Clínica Las Condes.
El secretario de Estado, quien al momento de ocurrir los hechos se desempeñaba como director médico del centro asistencial privado, el cual contaba entre sus accionistas al entonces candidato y actualmente Presidente de la República, Sebastián Piñera dijo en una entrevista a CNN Chile que se enteró al día siguiente a primera hora que el «Negro» Piñera había ingresado a la clínica.
Dijo que el cantante llegó tras recibir la prescripción de un médico que lo había atendido anteriormente, y a quien contactó tras el accidente porque sentía un fuerte dolor de espalda. Y fue por esa razón -aseguró Mañalich- que Piñera no pasó por el servicio de urgencia, donde obligatoriamente se le tendría que haber practicado la alcoholemia, así como la constatación de lesiones.
El ministro dijo que los médicos en esas circunstancias «somos por mandato colaboradores de la justicia», por lo que negó que el examen para determinar si conducía bajo los efectos del alcohol haya sido demorado intencionalmente. Mañalich dijo que en el curso de la mañana se contactó con una funcionaria de Carabineros y le hizo ver a Miguel Piñera la necesidad de practicar la alcoholemia. Dijo también que estaba consciente que los resultados, debido a las horas transcurridas, posiblemente no iban a tener el valor que requería el Ministerio Público para su investigación. «Es una decisión que debe tomar el señor fiscal respecto al valor probatorio de la alcoholemia», dijo.
El secretario de Estado sostuvo que cerca del mediodía del 3 de octubre le comunicó telefónicamente lo que estaba pasando a Sebastián Piñera, considerando que se trataba de su hermano y también era candidato presidencial.
En tanto, Mañalich señaló que al momento de asumir su cargo, al igual que los demás miembros del gabinete, sabía que iba a ser objeto de cuestionamientos por conflictos de interés y que se iba a poner en tela de juicio su amistad anterior con el mandatario.
Sin embargo acusó al abogado Alfredo Morgado, quien defiende a María Fernanda Koing -la mujer que conducía el Austin Mini que chocó con el Hummer de Miguel Piñera- de haber traspasado un «límite» al acusarlo a través de la prensa de haber intentado impedir la acción de la justicia. «Me parece complicado de aceptar que el abogado querellante deslice acusaciones a través de los medios, con todo el eco que significa», dijo Mañalich, afirmando que lo expuesto por Morgado ha sido injurioso, «carece fundamento y es absolutamente falso».
El titular del Minsal dijo que tras conocer el caso durante el fin de semana optó por telefonear la mañana del lunes al fiscal Sánchez para prestar su colaboración, gestándose así la declaración que llevó a cabo entre las 13:00 y las 14:00 horas en las dependencias del ministerio.
