Mucha gente pasó en vela debido a que estuvieron prácticamente toda la noche tratando de sacar el agua que inundó las carpas y algunas chozas que las mismas personas han levantado con palos y plásticos.
El fuerte temporal de viento y lluvia que azota desde la noche del martes la zona afectada por el terremoto y posterior tsunami del pasado 27 de febrero, agravó los problemas de los miles de damnificados que quedaron sin casa.
El mal tiempo afectó primero a la región del Biobíoy en la tarde de este miércoles se desplazó a las regiones del Maule y O’Higgins.
El presidente Sebastián Piñera, llegó hasta la localidad de Cocholgue, en el municipio de Tomé de la región del Biobío, para hablar con sus habitantes e inspeccionar en terreno el funcionamiento de las viviendas de emergencia construidas por el Gobierno.
En su visita a la zona estuvo acompañado por el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, y la intendenta de la región, Jacqueline van Rysselberghe
En tanto, las autoridades regionales de las zonas afectadas por el terremoto no han podido convencer a decenas de personas que siguen alojando bajo débiles carpas a que se trasladen a albergues dispuestos para ellos.
Varios de los damnificados que siguen viviendo en las carpas pese a lo intenso de la lluvia dijeron a Televisión Nacional que no se mueven de esos lugares porque allí tienen lo poco que recuperaron del terremoto y si se marchan se «las van a robar».
Debido a ello, las autoridades debieron volver a distribuir plástico para que las personas refuercen sus carpas, donde pernoctan bebés y niños.
Mucha gente pasó en vela debido a que estuvieron prácticamente toda la noche tratando de sacar el agua que inundó las carpas y algunas chozas que las mismas personas han levantado con palos y plásticos.
En este sentido, el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, hizo un llamado a la población a que se traslade a la red de albergues dispuestos por las autoridades.
Existen 53 albergues habilitados con capacidad para 5.700 personas y sólo han concurrido 390 personas que antes permanecían en carpas, de un total de 2.800 personas que aún viven en esta condición, precisó Ubilla a los periodistas.
En la ciudad de Concepción, una de las más afectadas por el terremoto, donde, además, siguen registrándose fuertes replicas todos los días, varias de sus avenidas están inundadas debido a los escombros y casas destruidas.
Por otra parte, el Gobierno volvió a realizar un llamado para que las personas se vacunen contra el virus H1N1, de carácter estacional, pero una información que corrió por internet advirtiendo que la inyección presuntamente no era la mejor, determinó que mucha gente decidiera no colocársela.
