Mientras el timonel gremialista se declara en proceso de “reflexión”, en el partido comienza a instalarse con fuerza la sensación de que se ha perdido gravemente la brújula política. Por eso crece la demanda por un liderazgo potente que coloque a la tienda en el sitial que sienten les corresponde como partido de gobierno. Uno es Pablo Longueira y el otro Jovino Novoa.
Luego de la avalancha de entrevistas políticas del último fin de semana, en la UDI ha ido in crescendo un estado de ánimo bastante singular. Esta es la sensación de que el partido va hacia un despeñadero y que si no se le pone atajo, la caída será sin retorno. Este sentimiento cobró especial relevancia tras la conversación del senador Pablo Longueira con La Segunda, donde dejó de manifiesto que, en un cada vez más grande sector del gremialismo, existe una molestia con el gobierno de Sebastián Piñera que podría resultar peligrosa. A pesar de que los máximos dirigentes de Suecia 286 intentan por todos los medios bajarle el perfil a la situación, el asunto incluso se ha convertido en caldo de cultivo para las elecciones internas. Porque hay dos cosas que parecen estar meridianamente claras: que ahora es cuando más la UDI necesita unidad y que el actual timonel Juan Antonio Coloma no genera consenso para la imperiosa cohesión interna.
Los dichos del timonel acerca de que está pasando por un período de “reflexión” para decidir si irá o no a la reelección, fueron leídos por un sector de la UDI como la ratificación de que ha perdido la confianza respecto de su triunfo en el caso de tener que llegar a competir con el diputado José Antonio Kast. Por otra parte, al interior del partido, cada vez toma más fuerza la idea de que tampoco es la persona capaz de generar unidad, por lo que no sería “el más indicado para encabezar una mesa de consenso”. Sin embargo, la mayoría también estima que lo mejor en este momento sería volver a las antiguas prácticas, generando una directiva unitaria.
Otro elemento que algunos concluyen tanto de la entrevista de Longueira en el vespertino como de la carta que publicó El Mercurio ayer lunes, es que si el ex timonel no apoya abiertamente a Coloma, como lo hizo en la pasada elección interna, quiere decir que, a lo menos, se mantendrá neutral en la contienda de agosto, en el supuesto caso de que se mantuviera la competencia total. En este escenario, incluso consejeros que la vez pasada se inclinaron por el actual timonel, ahora calculan que sin el apoyo del senador por Santiago Oriente se le haría cuesta arriba competir con Kast, aún esgrimiendo los triunfos electorales alcanzados durante su gestión.
[cita]Incluso consejeros que la vez pasada se inclinaron por el actual timonel, ahora calculan que sin el apoyo del senador Pablo Longueira se le haría cuesta arriba competir con Kast aún esgrimiendo los triunfos electorales alcanzados durante su gestión.[/cita]
Un consejero gremialista plantea que si bien la vez pasada Coloma resultó electo con el respaldo de los “coroneles”, esta vez es muy poco probable que nuevamente se cuadren con él. Incluso sostiene que “el mayor error de Coloma es no haber tenido carácter” para enfrentar al actual gobierno. Esto es algo que el timonel gremialista habría escuchado directamente de un líder del partido en el mes de marzo. En un encuentro social se le habría hecho ver a Coloma que su “pecado original” consistía en “haber dejado que Piñera armara el gabinete solo, sin la intervención de la UDI”, pues a partir de ahí el gremialismo “no participó más en la toma de decisiones”.
Otra fuente de la tienda señala que la repentina aparición pública de Longueira en la entrevista concedida a La Segunda, significó “una descripción exacta, incluso tal vez moderada, de cómo está la UDI” respecto de la administración Piñera. Lo que para algunos habría terminado de ponerle una lápida a la aspiración de Coloma de repostularse.
Mientras en el entorno de Kast aseguran que no ha variado ni un ápice la idea de competir, algunos admiten que el diagnóstico de lo que está pasando en la colectividad es preocupante. Incluso se atreven a pensar en que llegado el momento podría ser necesario aceptar la idea de una mesa de consenso. Y es aquí donde surge el nombre del senador Jovino Novoa. Bajo la premisa de que Longueira no pretende prestarse para encabezar nuevamente el partido, las miradas de no pocos gremialistas se vuelcan hacia el más antiguo “coronel”. Si bien cercanos al parlamentario aseguran que también ha dicho que no aspira a presidir nuevamente la colectividad, no descartan que de ser necesario “no le quedaría otra no más”. Un kasista admite que Novoa sería el candidato “más factible si se optara por la integración”. De hecho, tanto colomistas como algunos kasistas coinciden en que Novoa sería quien “más consenso genera, si hubiera que llegar a una definición en esa línea”.
Quiéralo o no, Novoa ha ido generando un escenario propicio para que incluso los más duros del kasismo se vieran inclinados a sumarse a la idea de la mesa de consenso, encabezada por él, de ser necesario. Su drástica postura inicial en contra del aumento de los impuestos para financiar la reconstrucción fue bien vista en el entorno del diputado. Y lo propio ocurrió cuando, la semana pasada, no dudó ni un segundo en salir a defender públicamente la idea de incluir la depreciación acelerada en el paquete de financiamiento y manifestar su desagrado ante el hecho de que el gobierno haya optado por no hacerlo.
Aunque algunos longueiristas sostienen que Novoa ha “culebreado” muy bien en este difícil escenario de defender las posturas gremialistas, “sin echarse encima al gobierno”, reconocen que con Longueira fuera de la partida interna, su figura se levanta como la más adecuada para encabezar el partido. Y es que así como están las cosas se viene una etapa muy difícil para la UDI, porque “a estas alturas, muchos de nosotros tenemos escasas expectativas acerca del futuro del gobierno de Piñera” y después del reconocimiento público que hizo Longueira acerca del sentimiento de la UDI, “muchos de nuestros representantes a lo largo de todo el país se van a sentir con la libertad de expresar su molestia. Después de todo, lo que dice Longueira es como son las cosas”.
