El vicepresidente del Banco de Chile y miembro de uno de los tres grupos familiares más acaudalados del país le propuso a Álvaro Saieh asociarse para adquirir la estación televisiva del Presidente. Tras el fracaso de la venta a Linzor Capital, no se descarta que Luksic vuelva a la carga a título personal para quedarse con el canal “sin Dios ni Ley”.
Andrónico Luksic Craig levantó el teléfono, llamó a Álvaro Saieh y le propuso comprar a medias Chilevisión.
La escena es de hace poco más de un mes, cuando aún era incierta la opción de que el fondo de inversiones Linzor Capital fuese a adquirir el canal de Sebastián Piñera, y, en la prensa, recién se mencionaban los nombres de grupos empresariales interesados. Todos, menos el del grupo Luksic y su matriz de negocios Quiñenco.
Vicepresidente del Banco de Chile y miembro -junto a sus hermanos Jean Paul y Guillermo- de uno de los 70 grupos económicos más poderosos del mundo, Andrónico Luksic en esta ocasión pretendía hacer una oferta por el canal a título personal junto a Saieh.
Fuentes que conocieron las tratativas entre ambos empresarios aseguran que Luksic argumentó su interés por el canal con un auspicioso estudio de factibilidad del área de estudios de su matriz de inversiones Quiñenco.
Pero el dueño de Corpgroup y accionista mayoritario de Copesa (consorcio de medios que incluye a La Tercera, La Cuarta y Qué Pasa), desestimó la invitación luego de analizar el negocio.
En la decisión, agregan, pesó la opinión de su hijo Jorge Andrés Saieh, quien está a la cabeza de Copesa. Este último habría considerado que adquirir un canal comercial abierto se alejaba de los planes de expansión del holding mediático que en enero pasado entró al rubro del cable + telefonía + Internet, al adquirir el 20% de VTR por una suma cercana a los US$ 340 millones.
Precio incierto
Aunque cercanos a Saieh afirmaron a El Mostrador que el empresario desechó el negocio, otras fuentes consultadas aseguran que de todas formas Luksic habría llegado a hacer una oferta de US$ 120 millones por Chilevisión, a José Cox, el representante de Piñera en las negociaciones para enajenar su canal, una de sus promesas antes de asumir la Presidencia.
[cita]Fuentes que conocieron las tratativas entre ambos empresarios aseguran que Luksic argumentó su interés por el canal con un auspicioso estudio de factibilidad.[/cita]
“La oferta fue un poco más baja que la de Linzor y no prosperó”, afirma un personero que estuvo al tanto del proceso de negociación, que asegura que tras el fracaso de la venta a Linzor Capital, dada a conocer este jueves y confirmada por la sociedad de inversiones de Piñera, Bancard, Luksic “estaría interesado en meterse de nuevo”.
La duda ahora radica en el precio, que estará influido por cuánta certeza pueda darle el actual propietario al eventual comprador de que la señal seguirá en manos de Chilevisión por al menos 30 años más.
Cabe recordar que la concesión de la señal televisiva pertenece a la Universidad de Chile y, según el contrato vigente de usufructo establecido con Chilevisión en 1993, este debería renovarse por 25 años más a contar del 2018.
“Despejar este punto es sustancial. Más allá del análisis de su costo real, Chilevisión vale lo que estás dispuesto a pagar. Si el canal antes valía US$ 100 millones y Linzor estuvo dispuesto a comprarlo en US$ 140 millones… luego de lo que pasó, con el tema no resuelto de la concesión de la señal, quien sabe”, explica la misma fuente.
Aunque Andrónico Luksic nunca ha evidenciado mayor interés por ingresar a la industria televisiva, entre sus hermanos al menos existe el antecedente de Guillermo Luksic, quien fue fundador de revista Capital y su accionista mayoritario hasta el año 2004, cuando vendió su parte al fallecido Ricardo Claro.
