Publicidad

Instan desde Chile a plan de acción para eliminar bombas de racimo

«Tenemos un Tratado que prohíbe las municiones de racimo y ahora debemos combinarlo con un plan de acción para ayudar a las víctimas, destruir las reservas y limpiar la tierra», dijo a los periodistas Thomas Nash, coordinador de la CMC.


La Coalición contra las Municiones de Racimo (CMC, en inglés) instó este lunes desde Chile a la implementación de un «sólido» plan de acción que conduzca al cumplimiento de la Convención sobre este tipo de armas, aprobada en 2008.

«Tenemos un Tratado que prohíbe las municiones de racimo y ahora debemos combinarlo con un plan de acción para ayudar a las víctimas, destruir las reservas y limpiar la tierra», dijo a los periodistas Thomas Nash, coordinador de la CMC.

Las declaraciones las hizo en la jornada inaugural de una Conferencia acerca de la Convención sobre Municiones de Racimo, que se extenderá hasta el próximo miércoles en la capital y de la que son anfitriones los Gobiernos de Chile y Noruega y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Representantes de unos 80 países están presentes en la Conferencia, incluidos algunos no signatarios del Tratado que dio origen a la Convención, como Argentina, Tailandia y Vietnam, además de unos 125 representantes de Organizaciones no Gubernamentales (ONG), procedentes de medio centenar de países.

La Convención, aprobada en Oslo en diciembre de 2008, entrará en vigor el próximo 1 de agosto y la Conferencia de Santiago tiene el propósito de sentar las bases para la I Reunión de las Partes, a celebrarse en Laos, del 8 al 12 de diciembre próximo.

En esa reunión, que tendrá lugar en uno de los países más afectados por este tipo de armas, debe acordarse el plan de acción, con medidas concretas sobre el cumplimiento de las obligaciones establecidas en el Tratado.

La Convención prohíbe el empleo, producción, almacenamiento y transferencia de municiones de racimo, establece un plazo para limpiar las áreas contaminadas (diez años) y destruir las reservas (ocho años), además de incluir normas innovadoras para la ayuda a las víctimas y las comunidades afectadas.

Hasta ahora han firmado la Convención 106 países, de los que 36 ya lo ratificaron, lo que a juicio de los organizadores de la Conferencia es un ritmo muy rápido para un tratado internacional.

En la reunión también están presentes expertos, investigadores, desminadores, activistas y supervivientes de las bombas de racimo de países como Afganistán, Irak, Laos y Serbia.

Uno de estos últimos, el afgano Soraj Ghulam Habib», de 19 años, dijo en la jornada inaugural que los supervivientes «fueron una fuerza impulsora detrás de las exitosas negociaciones del Tratado y ahora urgimos a los Estados a que incluyan a las víctimas para llevar la Convención a la práctica en todos los aspectos».

Publicidad

Tendencias