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En prisión preventiva quedan ex carabineros formalizados por robos

Los ex efectivos fueron formalizados por tres delitos de robo en lugar no habitado y una infracción a ley de control de armas. Además, se les imputaron cargos cohecho, soborno, omisión de denuncia, obstrucción a la investigación y violación de secreto.


En prisión preventiva quedaron los cinco carabineros dados de baja, acusados de integrar una banda criminal dedicada al robo de cajeros automáticos.

Se trata de Maximiliano Iturra Bravo, Ricardo Núñez Montecinos y Juan Muñoz Orellana, ex funcionarios de la Segunda Comisaría de Santiago, y de Juan Fuenzalida Molina y Rodrigo Rivas Muñoz, de la Subcomisaría de la Rocas de Santo Domingo, quienes fueron derivados a la subcomisaría Pudahuel Norte, ya que se consideró que una cárcel común no cumplía con los requisitos de seguridad.

También quedaron en prisión preventiva Luis Guzmán Pérez, ex carabinero, quien está acusado de actuar como el nexo entre los policías y los delincuentes para facilitar los ilícitos, y Oriel Calderón Leiva, quien está sindicado como el cabecilla de la banda. Ambos fueron enviados al penal de Santiago 1.

Todos ellos fueron formalizados por tres delitos de robo en lugar no habitado y una infracción a ley de control de armas. Además, se les imputaron cargos cohecho, soborno, omisión de denuncia, obstrucción a la investigación y violación de secreto.

Junto con esto, el fiscal Soto comentó que «además se investiga su participación en otros cinco ilícitos también relativos a robo en lugar no habitado, a distintos empresas de la comuna de Santiago que correspondían al cuadrante de los funcionarios a cargo del procedimiento». Además, el persecutor no descartó que los imputados puedan ser reformalizados por el delito de asociación ilícita.

Según los antecedentes proporcionados por el Ministerio Público, Guzmán se contactaba con el resto de los imputados y les proponía el lugar en que perpetrarían los delitos. El primero de ellos, que ocurrió en abril de este año y que resultó frustrado, fue a un asalto a un cajero automático del BancoEstado que se encontraba al interior de una tienda de La Polar. Posteriormente, el 9 de mayo, concretaron el atraco a una caja fuerte de La Polar y el tercero tuvo lugar en una farmacia de Las Rocas de Santo Domingo.

Los funcionarios de carabineros se entrevistaban con personal de seguridad de las tiendas en que se cometerían los robos, para después proporcionar esa información a Guzmán. En tanto, Calderón cumplía la función de efectuar la vigilancia fuera de los locales, para alertar a los que estaban cometiendo la acción delictual de una posible presencia policial.

El fiscal Soto indicó que se pudo establecer que «los imputados utilizaban la expresión ‘jugar un partido de fútbol’ para decir que iban a cometer un delito. De acuerdo al lenguaje que utilizaban los imputados, la cancha de fútbol correspondía a la empresa a la cual la iban a asaltar, los jugadores a cada uno de los imputados, los goles correspondían a los millones de pesos y los palos a los carabineros por su participación en los mismos».

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