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Mariano Fernández apuesta por una Democracia Cristiana que tenga un rol ‘opositor a secas’

El ex canciller reconoció que tras el largo periodo en que el bloque fue gobierno y el debilitamiento sufrido hacia el final que terminó con la derrota en las últimas elecciones presidenciales, no debería traducirse en una separación de la Concertación, sino más bien en un reordenamiento.


El candidato a la presidencia de la Democracia Cristiana (DC), Mariano Fernández, aseguró que los partidos de la Concertación están aprendiendo a ser oposición, luego de 20 años en el gobierno, por lo que su apuesta para la tienda falangista es que esta cumpla un rol «opositor a secas».

El ex canciller reconoció en conversación con Agencia UPI, que tras el largo periodo en que el bloque fue gobierno y el debilitamiento sufrido hacia el final que terminó con la derrota en las últimas elecciones presidenciales, no debería traducirse en una separación de la Concertación, sino más bien en un reordenamiento.

«Estamos en un periodo de elección de las nuevas mesas directivas de los partidos y una vez producida esa elección completa (…) vamos a inaugurar un nuevo periodo de conversación donde nosotros queremos como partido fortalecer la unidad democratacristiana y fortalecer la unidad de la Concertación, porque contra lo que alguna gente dice, me parece que aún tenemos muchas cosas que hacer a partir de que tenemos que renovar nuestro programa», sostuvo.

«En ese sentido tengo mucha fe en que tenemos mucho que hacer, tanto la Democracia Cristiana como la Concertación unida», agregó.

Respecto de su candidatura a la presidencia de la DC y de lo que pueda hacer para lograr este nuevo posicionamiento, Fernández destacó que su ventaja frente a los otros candidatos radica en su disponibilidad de trabajar sin limitaciones, y en un trabajo transversal y desde las bases con los militantes.

«Me interesa proponer cierto tipo de ideas, básicamente que vamos a tener una directiva, en el caso de ser elegido nosotros a tiempo completo porque no siendo parlamentario yo no tengo las limitaciones», sostuvo.

Fernández insistió en la necesidad de trabajar con las bases, recuperar el contacto «e incorporar nuevas gentes y ahí creo que puedo ser una ventaja».

Ventaja que, según confidenció, está seguro que lo llevará a ganar las elecciones de la tienda, reiterando que tal como anunció en la Junta Nacional celebrada en mayo, no está entre sus intenciones bajar su candidatura sino competir por la presidencia.

«Se está produciendo y crecido en la transversalidad y en el apoyo- sostuvo- así que no hay ninguna razón para que esto ocurriera (bajar la candidatura). Además es una cuestión estética, afirmó.

Cuestión estética que es fundamental en el partido porque «la Democracia Cristiana tiene que tener una elección con todos sus militantes».

Por otra parte, el ex ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Michelle Bachelet, se refirió a la forma que la actual administración está enfrentando la alta popularidad que aún mantiene la Mandataria.

En este sentido, dijo en conversación con UPI que a su juicio se están «haciendo pillerías políticas», porque «el Gobierno se instaló el 11 de marzo, ya estamos en julio, llevamos cuatro meses de Gobierno, por supuesto que pueden fiscalizar pero aquí el Gobierno tiene que empezar a responder por sus propios actos».

«Tengo la sensación de que está produciendo una especie de espejismo complejo que es la presidenta saliente mantenga su popularidad y aparezca para ellos como una carta para el 2014 o como un problema que puede evitar una continuidad de Gobiernos de la derecha», sostuvo.

Agregó que «todos esos son espejismo que conducen a una mala política, queda mucho tiempo para el 2014», dijo.

Fernández lamentó además que se esté cometiendo estos «errores simultáneos», de seguir mirando el pasado y tratar de descubrir irregularidades en vez de poner énfasis en la modernidad que debería introducir Piñera en su periodo, así como tratar de iniciar una caería de la ex Presidenta, lo que dijo podría ser contraproducente para el actual Gobierno.

«Porque la presidenta Bachelet tiene un prestigio y tiene un enraizamiento en la gente y los temas presidenciales los vamos a ver en dos o tres años más», concluyó.

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