Los ministerios con más fondos para viajar son Salud con 847 millones, Educación con 435, Mideplan con 237, Minvu con 222, Obras Públicas con 173 e Interior con 110. A pesar que en 2008, los senadores Ricardo Núñez y Carlos Bianchi presentaron una moción parlamentaria para homologar la escala de estos incentivos, la iniciativa legislativa no prosperó.
Aunque los ministros reciben un viático de 83 mil pesos diarios cuando salen de Santiago, aún cuando se trasladan en automóviles fiscales y tienen gastos de representación, los choferes y administrativos sólo reciben 23 mil por el mismo viaje.
Esta es otra de las sorpresas que han tenido que enfrentar las nuevas autoridades de gobierno durante el proceso de instalación, pero aseguran que les ha costado asimilar que se les entregue un incentivo extra cuando viajan.
Sin embargo, llama la atención que tanto los ministros, subsecretarios y directores de servicios aunque se trasladen por un par de horas reciban una parte de este viático, un 40% del total, lo que es irrenunciable.
Según indica El Mercurio, en algunas reparticiones públicas argumentan que nunca han cobrado estos dineros, aunque la ley estipule que se le deben entregar.
Todos los funcionarios que cambian de ciudad deben firmar un documento conocido como “autorización por cometido”, el cual activa de forma inmediata el pago de tales asignaciones, las que junto a las horas extras se han transformado en parte importante de las remuneraciones de los trabajadores públicos.
De esta forma, las autoridades han detectado que cuando un inspector sube desde el centro de Santiago a Valle Nevado para cumplir un trabajo, tiene el derecho a recibir el viático, lo cual no sólo ocurre en la capital sino que también en otras regiones.
Para obtener una mayor ganancia en dinero, los funcionarios prefieren realizar tres viajes al mismo lugar en lugar de hacerlas todas juntas.
El diario señala que en algunos organismos, esta práctica es soterrada, pero en otras se trata de acuerdos explícitos en que el propio jefe de servicios autoriza los viajes para aumentar las remuneraciones de algunos empleados.
Esta práctica ha significado el aumento en los últimos 20 años en 1.010% en términos reales, lo que significa que de 4.934 millones de pesos en 1991 se haya pasado a 54.800 millones en 2010.
Viajes al extranjero
A pesar que no se conoce a ciencia cierta cuánto se desembolsa en gastos de viáticos al extranjero, porque no forma parte del Presupuesto, existen algunas luces de lo que cuesta al fisco.
El propio ministro de Salud, Jaime Mañalich, entregó algunos atisbos sobre lo anterior, debido a que denunció que en 2009 un grupo de ejecutivos de la salud gastó 250 millones de pesos en un solo viaje a España.
Además, dio cuenta que en 2008 las autoridades de la cartera realizaron 800 salidas al extranjero.
Respecto a la asignación de dineros por viajes y su transformación como un sueldo, la senadora UDI, Evelyn Matthei, lo consideró como un escándalo, ya que “la situación real es peor a lo que muestra las cifras, porque la mayoría de los ministerios gastan más de lo presupuestado”.
Hasta el momento, la única investigación sobre el tema la hizo en 2005 el senador José García Ruminot, revelando que 13 de las 22 carteras se habían excedido en la entrega de viáticos.
Asimismo, ese año se demostró que Relaciones Exteriores gastó el 200% más de lo asignado en su presupuesto; Salud un 41%, Minería un 38% y la Presidencia un 23%.
Lo injusto de las asignaciones
Mucho se habla de que estos viáticos son para incrementar los sueldos de los funcionarios, pero también se presentan injusticias.
Los ministros, subsecretarios y directores de servicios tienen derecho de una asignación de hasta 83 mil pesos diarios, mientras que los directivos a 39 mil y los profesionales a 32 mil, pero los administrativos sólo tiene derecho a recibir 23 mil pesos.
En cuanto a los viajes al extranjero, la escala de grados también va en contra de los funcionarios de base.
De esta forma, un ministro puede gastar US$100 diarios corregidos por el costo de vida del país de destino más gastos de representación, mientras que los administrativos que viajan deben batirse sólo con US$35.
Funcionarios paralelos
La atención se centra en que el incremento de recursos disponibles para viáticos no se repita en otros ítems relativos al personal del Estado, lo cual se manifiesta en que la planta de empleados permanentes está congelada por ley en torno a 80 mil personas.
Esta situación ha motiva al Estado a duplicar el contingente a través de la figura de los trabajadores a contrata, pasando de 40 mil a 90 mil en la última década.
Esto significa en la práctica una dotación paralela, pero sin los derechos que sus pares de planta.
Asimismo, el gasto total en personal aumentó en torno al 300% durante los cuatro gobiernos de la Concertación.
