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Enríquez-Ominami resalta «cambio de estrategia» de Piñera al desechar indulto

«Como candidato Piñera se juntó a conversar cosas curiosas con los militares y me parece bien que, como presidente, haya cambiado la estrategia y comprenda que representa a todos los chilenos», comentó el ex socialista.


El ex diputado, Marco Enríquez-Ominami valoró este lunes la posición del Presidente Sebastián Piñera frente a la propuesta de perdón por razones humanitarias del Comité permanente de la Conferencia Episcopal y afirmó que el debate que corresponde es analizar «la existencia del indulto y no su aplicación».

El líder del Partido Progresista llegó hasta la casa de San Miguel donde murió su padre Miguel Enríquez, tras una invitación recibida por vecinos que estuvieron presentes en el enfrentamiento donde pereció el ex secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) el 5 de octubre de 1974. otrora candidato a La Moneda y actual presidente de una colectividad que está en proceso de ser constituida formalmente, agradeció la invitación a la familia de Marisol Fuenzalida y aprovechó la oportunidad para referirse al rechazo del Ejecutivo de la propuesta de indultos de la Iglesia.

«Como candidato Piñera se juntó a conversar cosas curiosas con los militares y me parece bien que, como presidente, haya cambiado la estrategia y comprenda que representa a todos los chilenos», comentó el ex socialista luego que el mandatario descartara otorgar el beneficio a personas procesadas por crímenes contra los Derechos Humanos.

Enríquez-Ominami argumentó que los procesos y condenas a militares han estado rodeados de privilegios, afirmando que «lo que corresponde es que aquellos militares que fueron juzgados tardíamente, con condenas breves y en cárceles especiales, cumplan las condenas que el poder judicial les entregó, y no que ahora se haga una revisión caso a caso de un proceso que le costó tanto a Chile concretar».

Frente a preguntas de la prensa en relación al indulto presidencial, Enríquez-Ominami, reiteró que «los indultos vienen de la monarquía, cuando el rey decidía levantando o bajando el pulgar. A mí no me gusta la institución del indulto, que está alojado en un presidencialismo exacerbado. No es más que una desviación del poder y me parece un error. La discusión debiese ser revisar la existencia del indulto y no su aplicación», sostuvo.

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