El presidente de la Anfup, Pedro Hernández, dijo que es contradictorio que mientras se anuncia la adquisición de mejor infraestructura en las cárceles para terminar con el hacinamiento, se recorte el presupuesto para su institución y se mantengan los turnos «inhumanos» a los funcionarios.
El presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup), Pedro Hernández, puso en tela de juicio este miércoles la efectividad de las políticas que anunció el Ejecutivo para resolver la crisis que enfrenta el sistema carcelario del país.
Esto, considerando que el Presidente Sebastián Piñera le dio un plazo de tan solo 90 días al ministro de Justicia, Felipe Bulnes, para detectar las falencias que requieren una solución más urgente, como la falta de recintos penales y de infraestructura para terminar con el hacinamiento en las cárceles.
Entrevistado por el programa SDA de El Mostrador TV, Hernández dijo que valora el hecho que el gobierno esté tomando cartas en el asunto en este tema, pero que se trata de problemas que no han podido ser resueltos en más de dos décadas. Por ello consideró “poco serio” creer que las cosas cambiarán en tan poco tiempo, sobre todo porque hay un aspecto no abordado y que dice relación con las malas condiciones laborales de los gendarmes.
A modo de ejemplo aseguró que esta semana pudo constatar que en la cárcel de Copiapó hay funcionarios que trabajan 17 días seguidos, durmiendo sólo tres horas por noche y con solamente un día libre con una remuneración que con suerte llega a 300.000 pesos mensuales.
Y sostuvo que en ese mismo recinto hay celdas comunes con 70 camas para igual número de internos y en las cuales habitan actualmente 180 reclusos.
El dirigente dijo que valoraba “que haya una mirada de parte del gobierno al sistema penitenciario chileno. Eso es muy valorable, porque muchas veces y durante mucho tiempo, se ha escondido la basura debajo de la alfombra”.
Pero enfatizó que “para que cualquier política en ese sentido dé resultado, tiene que estar el concurso de los actores principales, los trabajadores, y aquí estamos al margen, porque nadie ha hablado de la recarga laboral que tiene el personal, nadie ha hablado de estos turnos inhumanos que todavía seguimos haciendo y nadie ha hablado de reforzar con nuevos funcionarios el sistema”.
Y enfatizó que “es un poco contradictorio lo que se está diciendo que en 90 días se van a comprar más literas, se van a poner colchones, se va a arreglar infraestructura, etcétera, cuando a nosotros nos acaban de recortar del presupuesto nacional de Gendarmería 2.600 millones de pesos, hoy día no hemos sido capaces de levantar las cárceles que se nos cayeron con el terremoto, entonces con qué plata vamos a implementar estas políticas que hoy día se están anunciando”.
Finalmente dij que las autoridades deben poner el acento en la rehabilitación de los internos, porque a su entender no puede ser que ocho de 10 presos que salen en libertad terminan reincidiendo. “Aquí todos tenemos que trabajar en esta área que es dotar a los recintos penales no sólo de barrotes, sino que también de profesionales intervengan.
Esto, concluyó, para que cuando un interno salga a la calle no le pidan el papel de antecedentes, sino que pueda presentar un documento que certifique que está capacitado en un área determinada en la cual se podrá desempeñar.
